Las siguientes preguntas y respuestas son fragmentos de una entrevista en Democracy Now a cargo de Amy Goodman.

AMY GOODMAN: ¿Dónde ve al imperio americano en diez, veinte o treinta años?

NOAM CHOMSKY: La predicción de los asuntos humanos es una muy mala—tiene muy poco éxito, demasiadas complicaciones. Yo creo que los Estados Unidos saldrán de la crisis económica, muy probablemente, como la superpotencia dominante. Se habla mucho de China e India y, es una realidad, están cambiando, pero simplemente no están al mismo nivel. Lo que quiero decir es que China e India tienen problemas internos enormes a los que el Occidente no se enfrenta.

Te puedes hacer una idea de ello si miras el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. La última vez que lo miré, India estaba en el puesto número 125, o algo por el estilo. Y creo que China estaba en el octogésimo. Y pienso que China podría estar todavía peor, si no fuese una sociedad tan cerrada. En India, como los datos que obtenemos son algo mejores, puedes ver qué está pasando. China está como cerrada. No ves que está pasando en las zonas campesinas, donde hay mucha agitación, ¿sabes? Tienen problemas medioambientales. Tienen enormes—cientos de millones de personas que están casi al borde de la inanición.

Nosotros no tenemos—¿ves?, tenemos problemas, pero no esos problemas. E incluso el crecimiento industrial, que existe—, para parte de la población, ha habido mejoras. Pero cuando hablamos, por ejemplo, de India, de la que sabemos más, en las áreas donde se desarrollaron las industrias de alta tecnología—y es bastante impresionante. He visitado algunos de los laboratorios de Hyderabad. ¿Sabes?, están tan bien o incluso mejor que el MIT [Instituto Tecnológico de Massachussets]. Pero justo al lado, el índice de suicidio entre los campesinos va en aumento, y de forma muy dramática, de hecho. Y es la misma fuente. Son las políticas neoliberales, que privilegian a un cierto sector de la población y un cierto—y dejan que el resto se defienda por su cuenta.

AMY GOODMAN: Y aún así, ¿el aumento de los progresistas en Latinoamérica?

NOAM CHOMSKY: Es algo es importante. Quiero decir que es la primera vez en 500 años que América Latina avanza hacia un cierto grado de independencia y una forma de integración, lo cual es un prerrequisito para la independencia, y por lo menos también comienza a hacer frente a algunos de sus enormes problemas internos. A ver, Latinoamérica tiene quizá la peor desigualdad del mundo. Hay un sector pudiente, un pequeño sector pudiente, que es enormemente rico, pero tienen—una tradición de no asumir responsabilidades con su país, así que envían su capital a Zúrich. Verás que tienen segundas residencias en la Riviera, y sus hijos estudian en Oxford y cosas de este tipo. Es algo a lo que se empieza a hacer frente de distintas formas, y está sucediendo más o menos por todo el continente. Se están empezando a integrar. A los Estados Unidos está claro que no le agrada. De hecho, apenas se informa de todo esto.

Hubo un caso muy interesante el pasado septiembre, cuando el presidente Morales en Bolivia—Bolivia es, al menos en mi opinión, quizá el país más democrático del mundo. Nadie lo dice, pero si te fijas en lo que ha pasado en los últimos años, hubo enormes movimientos de masas populares del pueblo que sufre la mayor represión del hemisferio, el pueblo indígena, que por primera vez en la historia entró en la arena política de forma significante y pudo elegir un presidente de entre sus propias filas, y uno que no da instrucciones a su Ejército, sino que está siguiendo políticas que fueron generadas en gran medida por la población. Así que él es su representante, en el sentido en que la democracia se supone que tiene que funcionar.
Y ellos conocen los temas. No es como en nuestras elecciones. Ellos conocen los temas. Son temas serios: el control de los recursos, la justicia económica, los derechos culturales y otros. Podrás decir que tienen razón o que no, pero al menos está funcionando.

Y claro, a las élites que han gobernado el país tradicionalmente, no les gusta. Y amenazan casi con la secesión. Y los Estados Unidos, por supuesto, los apoyan, al igual que los medios. Y el verano pasado llegó a un extremo, supongo, que condujo a la violencia real.

Pues bien, hubo una reunión de UNASUR, la Unión de Naciones Suramericanas—es decir, toda Sudamérica—una reunión en Chile, Santiago de Chile. Y de ahí salió una declaración, una importante declaración, en la que se apoyaba al presidente Morales y se estaba en contra de—condenaba la violencia que lideraban las fuerzas casi secesionistas. Y Morales respondió dándoles las gracias por su gesto de apoyo, pero diciendo también, y con razón, que era la primera vez en 500 años que Suramérica estaba comenzando a hacerse cargo de sus propios asuntos sin la intervención de potencias extranjeras, principalmente los EE. UU. Bueno, eso fue tan importante, que creo que ni se llegó a dar la noticia aquí. Quiero decir que se sabía de la reunión, y ves alguna que otra referencia de pasada. Pero es un indicio de los desarrollos que están teniendo lugar de distintas formas.

Traducción: Elena Sepúlveda

[Ver la entrevista completa en inglés](http://www.zcommunications.org/znet/viewArticle/21162)