Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, con el apoyo de Bahréin, Jordania, Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, han lanzado un total de 47 misiles Tomahawk desde buques de guerra, cazabombarderos y vehículos aéreos no tripulados (UAV) sobre Raqqa, capital ‘de facto’ del Estado Islámico en Siria, así como a lo largo de la frontera con Irak.
COMUNICADO: de OJOS PARA LA PAZ /www.ojosparalapaz.com/
EE.UU. , al mando de las teocracias medievales del Golfo, Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Bahrein y Qatar, a las que han sumado Jordania, ha iniciado ataques contra Raqqa (zona petrolífera ) y otros lugares del territorio sirio, lanzando bombas y misiles de crucero.
El pretexto, sobre el que desde Ojos para la Paz ya veníamos advirtiendo reiteradamente, es el llamado “Emirato Islámico de Iraq y Levante” (ISIS), creado por EE.UU., Israel y R.U. (CIA/Mossad/MI 6), al igual que crearon Al-Qaeda, Boko-Haram, o el Frente Al-Nusra, entre otras organizaciones terroristas, con el objetivo de utilizarlas como excusa para invadir los países en donde previamente las introdujeron.
Con el dólar hundido y la amenaza de las potencias emergentes de los BRICS de implantar una moneda de recambio, Estados Unidos padece la mayor crisis económica de su historia y busca desesperadamente atacar a otros países para hacerse con el botín de sus recursos. A esta finalidad viene utilizando a la OTAN, pero en esta ocasión ha buscado sus aliados en los regímenes teocráticos y medievales del Golfo que, aunque pueda parecer extraño, mantienen un funcionamiento a nivel internacional muy similar al de los EE.UU.: no hay reglas del juego, no existe el derecho internacional, todo vale.
¿Qué representa Siria para los EE.UU.? Hay que enfocarlo desde varios aspectos: 1.- La desestabilización de Siria supone una baza importante para su gran aliado, Israel. 2.- Desde 2007 se sabe que Siria posee en sus entrañas unas de las mayores reservas de petróleo y gas del planeta, por lo que desde esa fecha ya se convirtió en objetivo 3.-. En Siria se encuentra la única base militar que Rusia mantiene fuera de sus fronteras (en Tartús), por lo que atacar a Siria es también atacar a Rusia. 4.- Al mismo tiempo atacar a Siria es impedir la construcción del mega-gaseoducto Irán-Irak-Siria (llamado “la tubería chiíta”), que cuenta con inversión ruso-iraní e iba a exportar el gas a Europa, por lo que también se trata de atacar a Irán, y a Rusia, en el mismo lote, valga la expresión.
Desde Ojos para la Paz hacemos un llamamiento a los gobiernos de los países respetuosos con la legalidad internacional para que soliciten la convocatoria urgente de una reunión del Consejo de Seguridad en la que se ordene la inmediata paralización de las operaciones de ataques y bombardeos que EE.UU. y sus socios del petrodólar vienen manteniendo fuera de sus fronteras, Iraq y Siria en este caso, así como que se estudie la imposición de sanciones a EE.UU., Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Bahrein, Qatar y Jordania, por esta causa. Por otra parte, urge estudiar la expulsión de EE.UU. de la ONU, por su vulneración sistemática de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, que dispone expresamente el “arreglo de las controversias internacionales por medios pacificos, de modo de que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia”. Y que “los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas”. En cualquier caso se hace necesaria la inmediata expulsión de los embajadores de los EE.UU. y la ruptura de relaciones diplomáticas con ese país.