El nigeriano Paul Edionseri será expulsado a Lagos este jueves 11 de septiembre en un avión regular, a pesar de que Frontex ha suspendido los vuelos a países con ébola
La agencia de fonteras de la UE (Frontex) canceló un vuelo a Nigeria a finales de agosto por este motivo
Llegó a España de forma legal hace 15 años, tiene mujer e hijas menores en España y en 2011 estuvo en prisión por un delito de estafa por el que ya ha cumplido su condena, según su abogado
Por Gabriela Sánchez para eldiario.es. Notificación de expulsión de Paul Edionseri a Nigeria, país donde se han registrado 19 casos de ébola.- El Gobierno ha planificado la deportación de un inmigrante a Nigeria, país donde se han registrado 19 casos de ébola, a pesar de la decisión de la Agencia Europea para la Gestión en las Fronteras (Frontex) de cancelar la organización de vuelos de repatriación a estas zonas. Paul Edionseri, tras 15 años en España, ha recibido la notificación de expulsión este martes: volará a Lagos en un vuelo regular de Iberia el jueves 11 de septiembre. Si la repatriación se culmina, dejará en Zaragoza a su mujer y a sus dos hijas menores de edad.
Tras el anuncio de Frontex de no organizar vuelos de repatriación a países donde han surgido casos de ébola hasta que el brote «se controle» (Nigeria, Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona), el Gobierno español, tal y como adelantó eldiario.es, no tomó una decisión similar y, según confirmó a este periódico, las devoluciones de inmigrantes a estados con riesgo de contagio pueden efectuarse. Según defiende Interior, las repatriaciones con estas características se llevarían a cabo tras un estudio «caso por caso» y bajo el criterio de la OMS, que no ha frenado el flujo aéreo regular. La agencia europea, por su parte, suspendió el único vuelo planificado en aquel momento. Su destino era Nigeria.
Desde que Europa tomó esta decisión, el Ministerio de Interior español no ha fletado ningún vuelo con este trayecto pero con la notificación de la deportación de Paul Edionseri, se confirma que está organizando deportaciones a Nigeria en vuelos regulares. El país africano ha registrado 19 casos de contagios. Siete personas han fallecido desde que le brote alcanzó territorio nigeriano.
Paul temía con desesperación la llegada de la carta que este martes ha fijado fecha y hora del motivo de su angustia: 11 de Septiembre. 16.00 horas. Lagos. Cuatro días antes de recibir la notificación de expulsión, había iniciado una huelga de hambre y dejó de tomar la medicación que controla su hipertensión con el objetivo de llamar la atención sobre su situación. Además de ser deportado a un país considerado «de riesgo» por la Organización Mundial de la Salud -aunque solo tiene 19 casos confirmados-, su devolución supone el regreso a un país donde no está su familia y ni la vida forjada durante 15 años de residencia en España.
Arraigo en España
Llegó de forma legal en 1999. Desde entonces ha trabajado hasta que, en 2008, se quedó en paro. Pero su arraigo en este país va más allá: está casado y tiene dos hijas pequeñas. En 2011 fue condenado por un delito de estafa, por el que cumplió un año de prisión, según explica su abogado, Alfredo Arrien Paredes. La sanción no fue conmutada por una orden de expulsión, asegura. «Paulo ya pagó por lo que hizo», agrega su defensa en conversación con eldiario.es.
«Para emitir su carta de expulsión se acogieron al articulo 57.2 de la Ley de Extranjería», denuncia Arrien. Este punto de la legislación establece como causa de expulsión «que el extranjero haya sido condenado, dentro o fuera de España, por una conducta dolosa que constituya en nuestro país delito sancionado con pena privativa de libertad superior a un año, salvo que los antecedentes penales hubieran sido cancelados».
Hasta su detención en el Centro de Internamiento para Extranjeros de Madrid, Edionseri ha cobrado un subsidio de desempleo por sus años de trabajo legal en España.
Mientras Paul continúa su lucha personal, su defensa ha iniciado la batalla legal. Sus abogados han abierto varias vías de acción. Por un lado, han presentado un recurso de apelación contra la orden de expulsión en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Por otro, han emitido una «orden de protección europea ya que será devuelto a un país donde hay riesgo de contagio de ébola según la OMS». Además, según añaden, este martes han registrado en los Juzgados de instrucción de Zaragoza una denuncia contra los agentes que efectuaron la detención. «Le doblegaron con demasiada fuerza. Tenía marcas en los brazos y golpes en el pecho. Tenemos un parte médico», detalla Arrien.
Hace una semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su preocupación por el riesgo de expansión del virus en Nigeria, el país afectado que ha registrado menos contagios. Aunque a finales de agosto la agencia de la ONU reconoció su optimismo en relación al control del brote en este país, la aparición de nuevos casos en la ciudad de Port Harcourt despertó las alarmas de la OMS. Según sus cifras, 200 personas están bajo vigilancia. 60 de ellas, presentan alto riesgo de estar infectadas.
«Está muy desesperado, no se quiere ir… Le ha pillado de imprevisto, aunque ya había iniciado una huelga de hambre y se negaba a tomar su medicación hace unos días, no se esperaba que la notificación de expulsión fuera tan inminente», describe al otro lado del teléfono una persona voluntaria en una organización que realiza seguimiento a los internos del CIE de Aluche (Madrid).
«La policía estaba preocupada y me decía que le conveciese para que se tomase la medicación porque la tensión la tenía un poco alta. Pero no quiere. Paul dice, nervioso, que prefiere morirse antes que ser deportado».
Las organizaciones consultadas, que están en contacto directo con los internos de los Centros de Internamiento, desconoce si otros inmigrantes nigerianos han recibido un aviso de expulsión inminente. Sí confirman la existencia de personas procedentes de Nigreia y de Sierra Leona, al menos, en el CIE de Madrid. La finalidad de estos centros es la privación de libertad mientras esperan la ejecución de su expulsión. Una nueva circular emitida por la Policía en julio recuerda la importancia de tener en cuenta la posibilidad real de que el inmigrante pueda ser repatriado antes de ser internado.