Durante el tiempo de la pandemia de la Covid-19, hemos compartido desde la Redacción Colombia, un conjunto de publicaciones relacionadas con los aprendizajes personales y profesionales que nos ha dejado este tiempo. Con este mismo objetivo, seguiremos compartiendo experiencias que alimenten la reflexión sobre las oportunidades que nos ha dejado la situación vivida durante el 2020.
A continuación presentamos la primera de dos entregas que nos ofrece Claudia Orozco, profesora de Lengua Castellana en el Colegio Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Bogotá. Se trata de un trabajo surgido desde la comunidad de aprendizaje, donde se ven involucrados estudiantes, profesores y padres de familia, a partir de la experiencia de la educación mediada por la virtualidad.
“La educación no es la preparación para la vida, Educación es la vida misma”
Jhon Dewey.
Por: Claudia M. Orozco G.
Docente de Lengua Castellana
La escuela se considera el segundo hogar para muchos niños, un lugar que le permite crecer a nivel social, emocional y cognitivo; y este aspecto se ha visto troncado con la llegada de la pandemia; aquel fenómeno inexplicable para muchos, que ha conllevado a replantear a los seres humanos en diversos aspectos de la vida.
En los adultos las dinámicas familiares y laborales han cambiado, en los niños y jóvenes aún más, puesto que, el cohibirse de tener contacto con sus compañeros ha sido uno de los factores más relevantes en ellos y que decir, del proceso de enseñanza- aprendizaje; el tener que recibir sus clases a través de una pantalla.
Estos artículos permitirán darle una mirada diferente a la situación. La pasión por la profesión ha llevado a muchos docentes a repensar las prácticas pedagógicas que se daban en la presencialidad, el llegar a explorar recursos diferentes tales como las TIC, la búsqueda incansable de instrumentos y herramientas académicas que lleven a conservar la curiosidad y a cautivar a los estudiantes sin que ellos pierdan la motivación por lo propuesto, que se logre alcanzar aquellas habilidades comunicativas propias para su edad.
La motivación se podría definir como: el motor que impulsa al ser humano a alcanzar sus metas o un fin determinado, sin desistir de ellas, sino buscando una forma divergente para solucionarlo. Siendo este un pilar fundamental en el proceso de formación. Al respecto, el educador Richard Lavoie (2007) apuntó que una de las seis causas de la motivación es el trabajo por proyectos.
Por esta razón, desde el área de Lengua Castellana del Colegio Nuestra Señora del Rosario en Bogotá, junto a los estudiantes del grado tercero, nació el proyecto S.O.S ANIMALES MARINOS, un viaje que comprometió a los estudiantes en un camino lleno de experiencias memorables, a partir del empoderamiento de su propio conocimiento, contribuyendo en el desarrollo y fortalecimiento de sus habilidades comunicativas: formulación de preguntas, ser un buen oyente, organizar la información en diversos formatos, expresar sus ideas libremente y defenderlas; y sociales, a través del aprendizaje cooperativo y la motivación intrínseca.
Este proyecto se dividió en tres fases: Indagación, desarrollo y conclusión, en la primera, se realizó una lectura de imágenes donde se evidenciaron situaciones críticas que vive Colombia a causa de la caza indiscriminada de tiburones para extraer su aleta, el impacto generado por el plástico en las tortugas marinas, contaminación excesiva del Río Atrato, la pobreza en la que viven los niños del Océano Pacífico y la deforestación en el Amazonas.
El 85% de los estudiantes decidieron indagar acerca del impacto generado por el plástico en las tortugas marinas y, el 15% restante, se enfocó en la caza indiscriminada de tiburones. En esta medida, se propició un estudio en torno a estas dos especies, atendiendo los intereses de los estudiantes; con el fin de dar respuestas a la pregunta inicial, a través de un trabajo mancomunado entre estudiantes, docentes y otros actores.
En la fase de desarrollo, se empezó a dar respuesta en aquellas preguntas de indagación planteadas por los estudiantes, cuyas respuestas fueron alimentadas por medio de la investigación autónoma y enriquecido a través del trabajo colaborativo y plasmadas en diferentes organizadores gráficos, que les permitieron explicar y socializar con sus pares.
En esta etapa, se contó con la fortuna de compartir con personas externas que dispusieron de su tiempo para enseñar, acompañar y motivarnos en este camino. Primero, agradecerle a John Gutiérrez un maestro en las artes plásticas que, con su taller de plastilina, logró cautivar a los estudiantes, el demostrarles que ellos podían ser unos artistas en sus construcciones.
Por otra parte, un reconocimiento especial para Diana del Pilar Ramírez Acosta; fundadora y directora de la Fundación Tourtugas, quien con su visita logró despejar varias dudas en los niños y contrastar aquellas hipótesis que se formulaban. Gracias por su carisma, su colaboración desinteresada al aportar videos, artículos que permitían enriquecer este trabajo investigativo, por aquellos detalles que ha dispuesto para que los niños guarden una experiencia memorable de este tiempo.
Igualmente, es importante reconocer el apoyo constante de algunas familias; ya que acompañaron a sus hijos en la búsqueda de información, en producciones textuales y escritas a través de diferentes herramientas tecnológicas, incluso, se han dejado envolver en el proyecto, han hecho aportes económicos en la Fundación a través de donaciones o adquisición de productos para su sostenibilidad.
En la última fase, como síntesis de la investigación, se construyó una revista digital informativa elaborada por las profesoras y sus estudiantes, donde cada sección responde a una pregunta de indagación basada en diferentes ejes transversales y explicada a partir de diversos organizadores gráficos; la difusión se ha realizado de forma masiva, por medio de la plataforma del Colegio, culminando con una retroalimentación a partir de un formulario de google contestado por todos los estudiantes de grado tercero.
Para concluir, se puede aseverar que el aprendizaje basado en proyectos forjó en los estudiantes de grado tercero, una mirada más asertiva hacia los nuevos desafíos del aprendizaje actual y el sólido fortalecimiento de las habilidades comunicativas y sociales, considerando al docente como el guía en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Igualmente, se logró generar una concientización real e invaluable de nuestra riqueza natural, formando defensores de la vida marina en su máximo esplendor.