La comunidad de Madrid sigue privatizando y haciendo negocio con la sanidad pública, construyendo en medio de la pandemia el hospital Zendal. Los sanitarios que estaban contratados en otros centros hospitalarios no quieren ser desplazados dejando sin servicio los establecimientos donde hoy trabajan. El gobierno de Isabel Ayuso, los amenaza. Una enfermera valiente se ha lanzado a recoger firmas para frenar estas políticas de matonaje.
NO MÁS AMENAZAS a los sanitarios de Madrid. NO MÁS TRASLADOS FORZOSOS al Hospital Zendal
Soy enfermera de Urgencias en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid. El 8 de enero a las 7 de la tarde recibí una llamada de un número privado: una mujer que se identificó como administrativa de mi hospital. Me informó (solo por teléfono, nada por escrito) de que al día siguiente tenía que presentarme a las 8 de la mañana en el Hospital Isabel Zendal.Y de que este traslado de mi puesto de trabajo era obligatorio y negarme supondría una renuncia a mi contrato y una penalización de un año en el sistema de salud madrileño, lo que supone no poder seguir trabajando en mi hospital ni en ningún otro de la red pública de Madrid. Así de repente, de un día para otro, sin tiempo para reacción ni organización.
Eso están haciendo con cientos de sanitarios de la Comunidad de Madrid, trasladarnos forzosamente y mediante amenazas al Hospital Zendal, dejando a los otros hospitales vacíos de ese personal. Sin informar previamente a nuestros supervisores, sin darnos otra alternativa, con nuestros zuecos y nuestra ropa todavía en otro lugar. Y lo peor de todo, con intimidaciones. Diciéndonos que estamos obligados y que, si renunciamos, seremos penalizados en nuestro futuro laboral.
Sé que parece increíble, pero es tal y como lo estoy describiendo. Ayer mismo EL País hizo público el email que la Dirección General de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud envió a las gerencias de los hospitales pidiéndoles que NO contraten a ningún sanitario que haya rechazado trabajar en el nuevo Hospital Zendal. “Se recuerda que los profesionales que renuncien por su adscripción al Hospital de Emergencia Enfermera Isabel Zendal, no podrán continuar prestando servicio en el centro de origen”. En el email habla de “nombramientos COVID” pero en mi caso por ejemplo la palabra COVID no figura en mi contrato y he sido una de las personas a las que han llamado. ¡No hay por dónde cogerlo, este maltrato a los sanitarios tiene que parar!
Por favor, esto son amenazas a las mismas personas que nos hemos deslomado estos meses para sacar la sanidad adelante. Las mismas personas que en algunos centros llevaron 15 días la misma mascarilla porque no había más. Las mismas personas que pusieron en riesgo sus vidas y a las que aplaudían a las 8 de la tarde.NO PODEMOS MÁS. No queremos un Princesa de Asturias si después nos van a amenazar.
Con lo que están haciendo lo único que están consiguiendo es desmantelar de personal los hospitales de Madrid que también requieren de personal, como el mío y tantos otros públicos más. Por favor, firma aquí para exigir a la Comunidad de Madrid que pare los traslados forzosos y las amenazas a los sanitarios de la Comunidad de Madrid.
Estamos cansados. La carga emocional de todo lo que hemos vivido en el último año se acumula. Hace poco han avisado de los riesgos de los sanitarios de padecer trastornos de salud mental. He visto con mis ojos cómo desconectaban a muchas personas de un respirador. Y es durísimo. He trabajado turnos interminables para sustituir a compañeros contagiados por COVID. Ya basta, de verdad. NO SOMOS HÉROES, SOMOS PERSONAS. Y como cualquier persona tenemos nuestros límites en lo que podemos y no podemos tolerar.
Sobra decir que en estos traslados forzosos les está dando igual si residimos o no a 68 km de ese hospital, como en mi caso; si tenemos que conciliar; si escogimos el hospital donde trabajamos porque era un reto profesional; si teníamos unas planillas, turnos y días de descanso que nos correspondían y que no nos van a respetar…
Hace mucho decidí estudiar enfermería por vocación, sí. Pero NO TODO VALE CON LA EXCUSA DE LA VOCACIÓN. Hemos aguantado salarios bajos a veces, turnos difíciles otras, inestabilidad laboral… ok. Pero NO PODEMOS TOLERAR AMENAZAS ni que nos marquen con una cruz por renunciar al Zendal.