Hace unos días en Celendín, Cajamarca Perú, un Juez ha sentenciado a Máxima Acuña y su familia a dos años de prisión y al pago de 5000 soles (unos 1400 euros). El delito, defender sus tierras que están en la zona de influencia del proyecto mega minero Conga. Máxima vive en estas tierra por más de 20 años. La empresa Yanacocha la denunció aduciendo que esas tierras eran de propiedad de la minera. Juez y fiscal, muy diligentes y serviles, dieron la razón a la minera más grande del Perú.
Luego de ser sentenciada a dos años y ocho meses de prisión, Máxima Acuña se pronuncia ante las cámaras:
Como se sabe, el Juzgado Unipersonal de Celendín condenó por el delito de Usurpación Agravada hacia la multinacional Minera Yanococha a Jaime Chaupe Lozano, Máxima Acuña Atalaya, Elías Abraham Chávez Rodríguez e Isidora Chaupe Acuña.
La familia sigue sosteniendo, aunque con mucho agotamiento, su inocencia y se ha cansado de argumentar que son ellos los reales propietarios y posesionarios del terreno en disputa. Máxima Acuña dice en la última diligencia “no soy una delincuente, no soy una ladrona, yo no le quiero robar a la minera nada, solo defiendo lo que me ha costado” … “porqué no nos creen que somos nosotros los verdaderos propietarios y que es Yanacocha quien nos quiere quitar nuestro terrenito… porqué no nos creen que somos más bien nosotros quienes hemos sido maltratados por el personal de la mina y sus policías”… “no han visto cómo nos pegaron una lástima a mí y a mi familia”. El Fiscal responde: “quiero dejar constancia de la actitud agresiva de la señora”.
La política de hostigamiento de las empresas mineras contra los campesinos es habitual y está apoyada desde los poderes del Estado.