¿Para cuándo la reconciliación entre unos y otros? ¿Para cuándo un Yom Kippur יום כיפור de Palestinos e Israelíes? Eso sí que haría fuerte a Israel.
El Yom Kippur es, para los judíos, el día más sagrado del calendario. Lo viven como el día de la expiación, del perdón y del arrepentimiento de corazón, o de un arrepentimiento sincero.
Los musulmanes tienen una fiesta similar en esas fechas . El Eid al-Adha ( عيد الأضحى ).
Ambas fiestas tienen mucho en común, sin ser iguales. Pero hasta coinciden a veces en las mismas fechas. Dos religiones que hasta comparten a Abraham como profeta… Por eso la pregunta es: ¿Para cuándo un Yom Kippur y Eid al-Adha en Israel y Palestina que se celebre en paz, buscando la reconciliación, sin satanizar al otro?
De momento solo se ve en esa tierra insensatez, violencia y revancha. Israel acaba de licitar otras 1.200 viviendas en una zona de Jerusalén, que es una zona clave para la integridad territorial palestina. Desde el punto de vista urbano y habitacional es totalmente innecesario. Solo se atiza el avispero una vez más. El otro lado reaccionará… y así sigue girando la rueda del dolor y el sufrimiento.
Aparentemente, el conflicto es sobre quién es el legítimo morador de Jerusalén. Irónico que sea un lugar de muy antiguo asentamiento humano. Lo “legítimo” es indecible en términos históricos o étnicos. El problema es más complejo y humano. De hecho, es difícil aceptar los Libros Sagrados como una fuente de demarcación territorial y propiedad del suelo, anclando en el plano religioso sus consideraciones étnicas. Mal rollito. Los hombres santos metidos a notarios de la propiedad ¡Dios no lo quiera!
Si acudimos a los libros sabios, mejor leer aquellos sobre nuestro pasado más remoto, visto desde la ciencia y la historia. La paleontología y sus averiguaciones tienen evidencias de muchos otros pueblos anteriores a judíos y palestinos, en esa zona. Asignar la propiedad o el derecho de residencia en base a esos criterios sería multipropiedad étnica, en todo caso. Más mal rollito aún. Tampoco resuelve.
Sea como sea, el conflicto palestino-israelí debería empezar a llamar a la buena gente de allí a increpar a sus autoridades religiosas, políticas y administrativas, con un ¡basta ya! Urge resolver esto. Tampoco el resto de la Humanidad puede mirar para otro lado. No recuerdo la literalidad, pero ¿no dijo Hanna Arendt que, «…el verdadero mal es lo que sucede cuando la gente normal mira hacia otro lado»?
No miremos hacia otro lado. En Israel y Palestina, mírense bien unos y otros ¡Mírense en el próximo Yom Kippur o Eid al-Adha, pero háganlo «para bien», y resuelvan! Lo contrario es el rencor organizado, que lleva al odio y la barbarie. Seguro que su Dios no aceptaría esta espiral de dolor. ¡Reconcíliense y vivan en paz!