Con varias y muy numerosas manifestaciones en diversas plazas de ciudades chilenas, especialmente en la Plaza Dignidad ubicada al centro de Santiago, se conmemoró ayer un año desde el comienzo del despertar social.
El gobierno por su parte, instruyó a Carabineros que se retirara dejando el espacio libre y sin confrontar con los cientos de miles de manifestantes, lo que permitió que los eventos se desarrollaran de modo completamente no-violento. Pese a ello, se produjeron algunas riñas entre barras de equipos de fútbol enemigas así como el incendio de una iglesia por parte de cinco sujetos que fueran detenidos, uno de los cuales resultó ser un infiltrado de la Armada.
Pero aparte de esas anécdotas, nada logró empañar el júbilo de una multitud que ha sentido que logra dignificarse en la lucha no-violenta, con permanencia en el reclamo por sus derechos y el despliegue de una enorme creatividad para expresarlo.
El foto-reportaje es de Enzo Blondel: