Los enfoques clave de las sesiones de alto nivel de la 75 Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) serán la accesibilidad a las vacunas y un nuevo llamado a un alto el fuego global, como respuestas ante la crisis de desconocidas proporciones provocada por la pandemia de la covid-19.
«Haré un firme llamado a la comunidad internacional para que movilice todos los esfuerzos para que el alto el fuego global se convierta en una realidad antes de fin de año», dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, al explicar el desarrollo de la sesión de alto nivel de la AGNU, desde el lunes 21, aunque la Asamblea formalmente se inauguró el martes 15.
En una conferencia de prensa telemática, el miércoles 16, aseguró que el mundo vive “un momento 1945”, en referencia a la situación de emergencia que se vivía en el año en que nació la ONU y en que concluyó la Segunda Guerra Mundial.
Esa situación de emergencia marcará los debates de la máxima instancia política de la ONU, que este año se realizará por primera vez mayoritariamente por videoconfenrencia, en especial durante la fase de alto nivel en que participan los jefes de Estado y de gobierno de los 193 miembros del foro mundial.
Guterres también anunció el lanzamiento de un informe sobre cómo ha respondido la ONU a la pandemia.
Detalló tres enfoques que la ONU ha adoptado para abordar la crisis: una respuesta de salud, un enfoque en salvaguardar vidas y medios de subsistencia, y un proceso de recuperación transformadora que tiene como objetivo abordar las «fragilidades subyacentes e identificar oportunidades para un cambio transformador hacia un cambio más justo, igual y sociedades y economías resilientes».
En una entrevista previa con Noticias ONU, Guterres pidió que se ponga a disposición de todos una vacuna para la covid, cuando esté pronta. «Pensar que podemos preservar a los ricos y dejar que los pobres sufran es un error estúpido», dijo al solicitar una vacuna universal.
El informe pide el «esfuerzo de salud pública más masivo de la historia», un movimiento que es posible gracias a una colaboración global entre países que elaboran el Acelerador de acceso a herramientas covid-19 (ACT).
El Acelerador, que también citó el secretario general durante su sesión informativa, ha sido diseñado para avivar y acortar el desarrollo, la producción y el acceso adecuado a las pruebas, tratamientos y vacunas, según el informe.
Ese instrumento emplea a diferentes partes interesadas, como los gobiernos, los científicos y los especialistas de salud y miembros de la sociedad civil, entre otros.
Guterres reiteró que es importante seguir avanzando hacia una vacuna, pero subrayó que ante una pandemia que no tiene fronteras es crucial que la inmunización sea “un bien público global”
Insistió en ese sentido que «una vacuna por sí sola no puede resolver esta crisis; ciertamente no a corto plazo».
«Necesitamos que haya una vacuna que sea asequible y esté disponible para todos, una vacuna para las personas», agregó Guterres. «Para que cualquier vacuna funcione, las personas de todo el mundo deben estar dispuestas a tomarla», añadió.
Advirtió contra el rápido aumento de las campañas de desinformación sobre las vacunas, lo que lleva a «vacilaciones sobre las vacunas y enciende teorías de conspiración locas».
Esta preocupación también se destaca en el informe, que presenta el proyecto «Verificado» de la ONU, una iniciativa para «compartir contenido claro y convincente, y luchar contra las mentiras con consejos y soluciones basados en hechos».
Con el trabajo de más de 18 000 personas luchando contra la desinformación, la iniciativa ha llegado a 400 millones de personas, según el informe.
El informe también mostró una diferencia evidente en el presupuesto necesario para abordar la crisis actual frente a los recursos recaudados.
Para un «Plan estratégico de preparación y respuesta», que prioriza el tratamiento de las necesidades de salud inmediatas, se necesitan 1740 millones de dólares, pero hasta ahora se han recaudado tan solo 1440 millones.
Para el Plan de Respuesta Humanitaria Global, que se centra en los 63 países más vulnerables del planeta, el requerimiento es de 10 310 millones de dólares, pero solo se han recaudad 2480 millones.
En el caso de la respuesta socioeconómica y la recuperación en los países de ingresos medios y bajos, el «Fondo de Respuesta y Recuperación de covid-19 de las Naciones Unidas», la cantidad requerida es de 1000 millones de dólares y la cantidad recaudada es de apenas 58 millones.
En su comparecencia telemática ante los periodistas, Guterres también destacó que el mundo también enfrenta otros problemas acuciantes e interrelacionados de los que tendrá que ocuparse la AGNU, como el cambio climático y la desigualdad de género.
Añadió que la recuperación del mundo de esta crisis debería abordar todos estos problemas.
«La recuperación (de la pandemia) debe ser ecológica. Subsidiar los combustibles fósiles y rescatar a las industrias contaminantes significa bloquear los malos patrones en las próximas décadas», dijo.
Al mismo tiempo, «la recuperación debe promover la igualdad de género. Y la recuperación requiere un multilateralismo eficaz», insistió.
De todo esto, explicó, deberá ocuparse la Asamblea General del 75 aniversario de la ONU, que será la más atípica de su historia, por las restricciones a la movilidad y a la congregación de personas para contener la propagación de la covid.
“Será diferente a todas las anteriores” ante una “una crisis como no veremos otra en nuestras vidas”, se resignó el diplomático y político portugués.
Ya se han anotado unos 170 jefes de Estado y de gobierno para participar en la fase de alto nivel, la mayor de la historia de la organización, aunque será por videoconferencia y en buena parte con discursos pregrabrados.
Pero para Guterres la falta de debates y encuentros personales será un hándicap para avanzar en las respuestas que el momento mundial requiere.
“La experiencia me ha enseñado que los mayores avances resultan del contacto personal al ejercer la diplomacia. Soy un convencido de ello”, se lamentó el secretario general.