¡Cerco policial en la final de la Copa!

Además de las imágenes de alta resolución de la final de la Copa del Mundo en el Maracaná, otras imágenes marcaron la derrota del Estado de Derecho en Río de Janeiro. A continuación, el testimonio y fotos de Valdir Silveira, fotógrafo de Pressenza, quien nació y vive en Río:

«Bueno amigos, no fue suficiente que la PM hiciera un cordón alrededor del Maracaná… Ellos tenían que demostrar que, de la peor manera, pueden hacer lo que quieran… Ya no son más necesarios los P2 (espías infiltrados de la policía)… Porque ya no necesita tener motivo… Cualquier joven con una mochila o bandera es una amenaza…

Era una hermosa tarde y el estado de ánimo en la plaza estaba bien, incluso con la ostentosa presencia en el lugar de la policía.

Cuando el contingente comenzó a moverse, es que se hizo evidente que nadie podría salir de ese perímetro de la plaza. Hubo un intento de encontrar un resquicio… pero llegó la bomba de gas, y mucho puntapié… incluso en un momento llamaron a una ambulancia, lo que significaba que alguien había resultado también herido.

La manifestación siguió circulando por la calle Conde de Bonfim, hasta donde había un buen clima de ánimo.

Pero el asedio no fue suficiente… el clima tenía que estar tenso… y comenzó la caza de brujas… correteadas detrás de los sospechosos «potenciales»… hasta la caballería se unió en la búsqueda, como muestran las fotos….

Después el clima volvió a calmarse, y todos tuvieron que permanecer en la plaza, mientras que el cerco era insuperable… incluso para los residentes… fui testigo de un hombre mayor de 60 años y su esposa tratando de pasar a través del cerco para llegar a casa… y su petición fue rechazada… alegando que necesitaban las órdenes del Comando.

Todas las esquinas en las cercanías estaban tomadas… Y descubrimos el alcance del cerco de la manera más patética.

Encontré curioso que ningún policía pudo admitir que se trataba de un cerco.

Fui a las barreras… y en todas ellos daban la misma información: «Tengo órdenes de no dejar pasar a nadie, las otras calles están abiertas y se puede ir.»

Triste que estemos bajo un fascismo cobarde… dado que no tiene el coraje de admitirlo».

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