«Me llamo Edward Joseph Snowden. Solía trabajar para el gobierno, ahora trabajo para la gente. Me llevó casi treinta años darme cuenta de que había una diferencia entre ambos y cuando ocurrió, empecé a tener algunos problemas en el trabajo. Y ahora paso mi tiempo tratando de proteger a la gente de la persona que alguna vez fui, un espía de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional. Si estás leyendo este libro es porque he hecho algo muy peligroso, para alguien en mi posición: decidí decir la verdad».
Desde 2013, de las páginas de la autobiografía de Edward Snowden de «Guardian» y de «Vigilancia permanente» el mundo ha aprendido y abierto los ojos: una persona con información privilegiada que responde al nombre de Edward Snowden explicó entrevista tras entrevista cómo y por qué la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional nos espiaban a todos recogiendo información sensible de cada llamada telefónica, mensaje o correo electrónico.
En esta autobiografía (Vigilancia permanente) publicada por Longanesi, el autor, ahora refugiado en Rusia, relata su historia de una era digital global en la que estamos cada vez más interconectados y somos más controlables gracias a la tecnología.
Sólo entonces el mundo comprendió que estaba siendo vigilado ilegalmente con el objetivo, entre otros, de ser manipulable y chantajeable. El Datagate dio un duro golpe a la idea de la democracia y marcó la altura de la conciencia pública del poder de los datos y el poder de los organismos internacionales de inteligencia.
Recientemente, los Estados Unidos se han mostrado firmes contra Edward Snowden y la oficina del fiscal de Virginia presentó una demanda civil contra el ex funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional. Su nuevo libro, (Vigilancia permanente) violaría los acuerdos de no divulgación de información clasificada como confidencial de la CIA y de la Agencia Nacional.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos declaró que Snowden reveló el libro sin someterlo a la revisión de los organismos de inteligencia de los que dependía, violando así las obligaciones de confidencialidad que había firmado. Snowden también está siendo investigado por dar entrevistas públicas sobre cuestiones relacionadas con su trabajo en los organismos de inteligencia. También se ha informado sobre el editor.
El caso pertenece a otro tipo de acusaciones, esta vez no civiles sino penales, que se impugnan en Snowden. Los cargos son: violación del espionage act (acto de espionaje) por sus revelaciones en Datagate. La demanda fue anunciada el mismo día que el libro fue publicado. Snowden está acusado de violar la obligación de confidencialidad impuesta por su contrato con la Agencia de Seguridad Nacional.
En una nota, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos declara que «impedirá o restringirá la publicación o destrucción del libro, recuperará todos los ingresos obtenidos por Snowden por no haber sometido el libro a una revisión previa en violación de sus obligaciones contractuales».
«La información de inteligencia debe proteger a nuestra nación, no conducir a un beneficio personal», dijo G. Zachary Terwilliger, Fiscal Federal del Distrito de Virginia.
Refugiado en Rusia, Snowden está acusado de espionaje en los Estados Unidos. El ex contratista de la NSA ha solicitado recientemente asilo en Francia. En una entrevista en la radio France inter dijo: «Solicité asilo en Francia en 2013 con François Hollande. Me gustaría que Emmanuel Macron me concediera lo mismo en este momento».
Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide