Con la luz verde del gabinete de seguridad del régimen de Israel, encabezado por el primer ministro Benyamin Netanyahu, el ejército israelí intensificó desde la noche del lunes sus ataques aéreos contra la asediada Franja de Gaza.
Al recibir la autorización de ampliar sus operaciones contra el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), casi todas las partes de la Franja de Gaza han sido el blanco de los ataques aéreos de los israelíes.

Fuentes israelíes informaron del cierre temporal de los centros educativos fronterizos con la Franja, así como la apertura de las puertas de los centros de refugiados a los colonos israelíes ante posibles amenazas.

En esta jornada, los aviones de combate israelíes bombardearon el Aeropuerto Internacional de Gaza y, según fuentes locales, causaron la destrucción total del mismo.

De igual manera, atacaron la planta de Al-Jazandar en la región norteña de Gaza y dejaron a 12 personas heridas.

Por otro lado, el ejército israelí ha dado inicio a una operación terrestre, denominada “Roca Dura” y ha aumentado su presencia militar en el perímetro de Gaza, con el fin de responder con fuerza a las posibles amenazas que existen contra las tropas israelíes.

Sin embargo, las brigadas Ezeddin al-Qasam, el brazo militar de HAMAS, han asegurado que si el régimen de Israel no cesa el bombardeo de las zonas residenciales en la Franja de Gaza, el Movimiento aumentará el lanzamiento de cohetes a posiciones israelíes.

Para HAMAS, la puesta en libertad de los presos palestinos en cárceles israelíes, el cese del asesinato de sus miembros y los ataques aéreos del régimen, así como el regreso a los acuerdos establecidos en 2012, son las precondiciones para el cese de los ataques desde Gaza.

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