Por Tatiana Espinosa
La pandemia del Covid-19 ha puesto en grave peligro a toda la comunidad médica. El pasado 24 de junio falleció uno de los galenos que más se esforzó por su comunidad en el pacífico colombiano.
Heandel Rentería, de 40 años y oriundo de Bagadó, Chocó fue diagnosticado con Covid-19 el pasado 28 de mayo y se contagió en el cumplimiento de sus labores como médico, como varios de sus compañeros en el hospital San Francisco de Asís. «Heandel no tenía antecedentes patológicos y gozaba de buena salud. Yo asumí que podría superar esta enfermedad fácilmente. Para la sorpresa de todos sus compañeros el 30 de Mayo ya había entrado dos veces en paro respiratorio, me preocupé y decidí hablar con sus familiares y compañeros del sector de salud para que entre todos reuniéramos el dinero necesario para trasladarlo a una ciudad sin tantas dificultades y limitaciones como las hay en el Chocó”, expresó Ronald Angulo, médico, cirujano plástico y gran amigo de Heandel.
Existen profesionales del sector de salud como Heandel, que diariamente exponen su vida para salvar a miles de personas alrededor del país. Los médicos, enfermeras y personal hospitalario exponen su vida evitando que esta pandemia se propague trabajando con las pocas herramientas que les ofrece el gobierno. “A Heandel no le pagaban su salario desde septiembre del año pasado y yo no me cansé de insistirle a mi gran amigo que viniera a trabajar conmigo acá en Cali, acá seguiríamos trabajando con las uñas, pero por lo menos su vida no estaría tan comprometida. Jamás me escuchó y falleció en su ley, trabajando por su comunidad”, relató Angulo.
Heandel era reconocido en la región por la disposición que tenía para servir a su comunidad, a pesar de las precarias condiciones médicas con las que contaba. Sus amigos más cercanos lo recuerdan como un símbolo de lucha, que permitía tomar de conciencia acerca del papel que juegan los médicos en la sociedad. “Vivimos en un país que ignora lo que está pasando, algunas personas creen que esto es mentira, que nosotros los médicos lo hemos inventado y que nos estamos lucrando de esta situación; pero yo le digo a todos mis compañeros galenos que sigamos adelante por nuestra vocación y que no bajemos la guardia, seguiremos en pie de lucha”, manifestó Henry Herrera, médico y compañero universitario de Heandel.
La despedida de Rentería ha dejado muchos vacíos tanto en sus amigos más cercanos como en su familia, sus siete hijos ahora vivirán sin un padre, el cual respondía económicamente por cada uno de ellos aún sin obtener un sueldo durante más de seis meses. “El sacaba adelante a todos sus niños mientras estuvo trabajando; hay dos de ellos que viven en el sector rural y son los que más dificultades tienen ahora que no está él. Nosotros sus compañeros hemos decidido realizar un aporte económico para que esos pequeños reciban un sustento”, comentó Angulo.
Todos podemos ser héroes si nos lo proponemos, es momento de tomar conciencia acerca del papel que enfrentan los médicos, enfermeras y demás personal médico en esta situación de emergencia. Valoremos su esfuerzo con nuestras acciones y luchemos desde nuestras propias áreas para que en esta emergencia y en el futuro puedan poseer todas las facilidades para proveer atención de calidad con óptimas herramientas para los ciudadanos y el mismo personal médico.