Al cumplirse dos años desde que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, se alojó en la Embajada del Ecuador en Londres, el Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Ricardo Patiño, junto con el activista, brindaron una rueda de prensa en la que explicaron la situación actual, física, legal y afectiva, que tiene que afrontar por haber ejercido su función como periodista e informar al público sobre hechos relevantes, relacionados con graves violaciones de los derechos humanos en Irak y en otras partes del mundo. Por su parte, Julian Assange agradeció y destacó la decisión soberana del Ecuador.

 

El Canciller Patiño recapituló que la decisión del Ecuador, de otorgarle el asilo político a Assange, se basó en una investigación en la que se determinó que “existía un temor fundado de persecución política motivada por sus actividades como periodista” y considerando los instrumentos internacionales de carácter vinculante, entre los que cabe citar el Estatuto de los Refugiados de 1951, y su Protocolo Adicional de 1967, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1967, la Convención contra la Tortura de 1984, así como la Convención Americana de Derechos Humanos de 1969 y la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954, los que comprometen al país a defender los derechos humanos de las personas.

 

“Estos instrumentos nos comprometen también a protegerlos frente a la persecución política de la que son objeto, independientemente del poderío que tengan los perseguidores. No es una opción la nuestra; es un deber. Pero también es un derecho que nos asiste como país, en función de todos los instrumentos internacionales reconocidos”, señaló el Canciller.

 

Sin embargo, según señaló el Ministro Patiño, el Reino Unido, al impedir que Assange sea trasladado a territorio ecuatoriano, no ha respetado el derecho legal que tiene el Ecuador de otorgar asilo a un ciudadano y, sobre todo, ha violentado el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que establece que “toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él”.

 

“Tras dos años del confinamiento en una pequeña Embajada, en pleno centro de Londres, resulta irónico que fuera el Reino Unido el que sugiriera el verbo “disfrutar” en los históricos debates que llevaron a la redacción final de la Declaración del 48. No solo recibir asilo, decían entonces los delegados británicos, disfrutar del asilo, insistieron que se pusiera en el texto. Cuán enfadados estarían hoy esos representantes británicos si supieran lo que su país está haciendo con Julian Assange”, afirmó el Canciller.

 

Además, el Canciller resaltó que en estos dos años las investigaciones en contra de Assange en Suecia no ha avanzado hacia una sentencia, pese a que Ecuador ha cooperado y ha mantenido las puertas abiertas a la Fiscalía de Suecia, para que pueda continuar con la investigación preliminar, entrevistando al periodista; bien a través de video conferencia, bien a través de la presencia física en la Embajada, pues la entrevista a distancia está contemplada, tanto en el Convenio Europeo relativo a la Asistencia judicial en materia penal del año 2000, como en la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal Sueca.

 

Al respecto, el Ministro señaló que la legislación sueca, como el resto de las legislaciones respetuosas con los derechos humanos, establece un principio universal, que es el de la Tutela Judicial Efectiva, que establece la obligación del Ministerio Fiscal de instruir un proceso sin dilaciones indebidas, para garantizar el acceso de los demandantes a la justicia, pero también fue diseñado para evitar que las personas permanezcan demasiado tiempo en un estado de incertidumbre sobre su destino. Pero, “dos años después, la investigación preliminar está estancada, sin que la Fiscalía de Suecia haya adoptado ninguno de los mecanismos que, conforme a la legislación, tiene a su disposición para proseguir la investigación”.

 

En cuanto la posición del Reino Unido, el Canciller informó que este Gobierno ha reiterado su intención de cumplir con los compromisos derivados de la Orden de Detención Europea, dictada contra Assange, pese a que la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea establece que no procede “la entrega de una persona contra la que se ha dictado una orden de detención cuando existan razones objetivas para suponer que dicha orden de detención ha sido dictada con fines de persecución o sanción por razón de opiniones políticas o que la situación de dicha persona pueda quedar perjudicada por cualquiera de estas razones”.

 

Precisamente sobre las razones fundadas que existen para considerar que la integridad de Julian Assange se encuentre en peligro al ser entregado a la justicia sueca, el fundador de Wikileaks explicó que en estos dos años él ha sido perseguido, junto con su familia, en el ámbito personal e incluso económico, pues las cuentas de su fundación han sido bloqueadas en varias partes del mundo.

 

Además, según el historial judicial de Suecia, desde el año 2000 se han extraditado a todas las personas solicitadas por Estados Unidos (EE. UU.), país en el que el activista, basándose en sentencias emitidas en contra de otras personas que han difundido información similar a la que él brindó al mundo, seguramente recibirá una sentencia que violentarían sus derechos humanos o lo mantendría detenido por décadas.

 

Ante esta situación, Assange manifestó que permanecerá en la Embajada ecuatoriana el tiempo que sea necesario para evitar ser extraditado a EE. UU. y agradeció al Ecuador por la oportunidad que le ha dado en estos dos años de poder seguir defendiéndose en libertad y sobre todo, de continuar trabajando en sus investigaciones.

 

“Prefiero seguir en un territorio de un país que se preocupa por los derechos humanos de los refugiados, no solo de Julian Assange”, dijo el comunicador, quien además resaltó que, antes de pedir protección al Ecuador, enfrentó varios procesos judiciales, pese a que no tenían cargos en su contra, que lo llevaron incluso a prisión, donde fue sometido a métodos de aislamiento, por lo que, según recomendación de sus abogados, lo más adecuado es continuar en la sede diplomática del Ecuador.

 

“Durante este tiempo, y tenemos pruebas de eso, Inglaterra incluso ha planificado ingresar a la fuerza a la Embajada, ha gastado 11 millones de dólares en vigilar mi presencia en este lugar, lo que ha impedido el normal desenvolvimiento de los funcionarios que laboran aquí. Mientras que en Estados Unidos las investigaciones en mi contra continúan, mis colaboradores siguen siendo perseguidos. Pese a eso, Ecuador no se ha rendido en su apoyo y por eso su pueblo debe sentirse orgulloso”, dijo Assange.

 

Frente a la situación que afronta Julian Assange, el canciller Ricardo Patiño llamó a los Estados involucrados en este caso, para que actúen de acuerdo a los instrumentos internacionales relativos al tema y que atiendan los principios universales que los inspiraron.

 

“Apelo también a las instancias de defensa de Derechos Humanos en la ONU, Consejo de Ginebra, relatorías, a todas las organizaciones de derechos humanos, y a la opinión pública en general, a que defiendan los derechos de Julian Assange. En particular su derecho a difundir información relevante para el público cuando se violen derechos humanos, en su calidad de periodista, de defensor de los derechos humanos y de ciudadano, así como su libertad”, afirmó el Ministro.

 

También se dirigió a los grandes medios de comunicación, para que dejen de guardar silencio, en especial, a los diarios El País, Le Monde, The Guardian, Der Spiegel, y The New York Times, que aprovecharon la información exclusiva que la organización Wikileaks les proporcionó, para publicarla, y obtener así réditos empresariales.

 

“Me refiero al clamoroso silencio del que hemos sido testigos por parte de la comunidad de periodistas, salvo honrosas excepciones. Ustedes, periodistas, que reivindican con razón la función social del periodismo; que subrayan precisamente la importancia de hacer públicos los atentados y violaciones contra los derechos humanos como medio para salvaguardarlos. Ustedes, periodistas, presencian hoy la persecución política contra un militante de la causa por la libertad de información; y lo saben, En su caso, no alertar sobre este futuro evitable supone traicionar a aquellos compañeros suyos que padecieron represión y muerte, como consecuencia de su compromiso con la especie humana. Ustedes no pueden permitir, todos nosotros, no podemos permitir, que estos sacrificios hayan sido inútiles”, concluyó el Ministro

 

 Fuente: Dirección de Comunicación. Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.