“No se trata de buscar identidad, porque ya la había y la hay para los saharauis. Simplemente se trata de acoger un derecho del esquema internacional natural para algunos habitantes del territorio”, Bahia M. Awah
Los saharauis son los habitantes originarios del Sáhara Occidental desde los tiempos de la prehistoria. Son un pueblo compuesto por diferentes grupos étnicos, que han vivido y se han desplazado en este territorio desde la aparición de las antiguas tumbas preislámicas hasta nuestros días.
La actual situación que se vive en el Sáhara Occidental, en que la solución pacífica a través de las urnas ha sido derrotada por una violación constante y persistente a la legalidad internacional, Nos recuerda la fragmentación del pueblo saharaui entre varios países y su largo refugio en la Hamada de Tinduf.
España, como ex metrópoli colonial, se retiró del Sáhara Occidental sin descolonizarlo, entregándolo a través de los Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975 a Marruecos y Mauritania después de más de un siglo de presencia, en el que administrativamente el territorio pasó a ser una provincia. Los pensionistas saharauis miembros de las Tropas Nómadas nos recuerdan el derecho de los saharauis y su contribución al Estado español.
Los saharauis fueron diputados de las cortes, funcionarios, policías, obreros y miembros del ejército como lo son hoy los canarios, ceutíes o melillenses. Territorios que están separados de la península y que hoy gozan de todos sus derechos al igual que un ciudadano de Madrid y Sevilla.
El Sáhara Occidental, como se sabe, es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, cuyo pueblo le asiste el derecho a la autodeterminación. España al retirarse lo hizo de forma unilateral, desoyendo las resoluciones de la ONU y dejando a los ciudadanos saharauis en un limbo jurídico.
La manifestación que protagonizaron los saharauis en 1970, en el barrio de Zemla de la ciudad del Aaiún, reclamaba el fin del colonialismo de forma pacífica, sin embargo fue disuelta a la fuerza con varios muertos y heridos. Sidi Brahim Basiri, el líder de aquel movimiento, fue detenido y desparecido hasta la fecha de hoy.
La sentencia reciente del Tribunal Supremo, que niega el derecho a la recuperación de la nacionalidad española para los saharauis nacidos antes de 1975 en la provincia 53 del Sáhara Español, es una herida jurídica y política que persigue a los sucesivos Gobiernos de España hasta la fecha de hoy.
La historia de los recursos naturales del Sáhara Occidental y sus habitantes es hoy un tema de actualidad, sobre el cual han salido varias sentencias en los tribunales europeos y en la asesoría jurídica de las Naciones Unidas. Los saharauis tienen unos derechos adquiridos durante la presencia española en el territorio.
El derecho de los trabajadores civiles a una pensión que no han cobrado hasta hoy, el derecho de las víctimas que fueron bombardeadas por la aviación marroquí en Umdraiga en 1976, y que reconoce el juez Pablo Ruz en un auto de la Audiencia Nacional, son también responsabilidad del abandono de España.
Si España quiere cerrar la herida del Sáhara Occidental, debe reconocer el derecho de los ciudadanos saharauis a una nacionalidad que les proteja de la ocupación ilegal de Marruecos.
Gdeim Izik o la expulsión de Aminetu Haidar son dos episodios que permanecen en la retina de la sociedad civil. Los saharauis ya no pueden recorrer su tierra como antes. El muro que los separa es ilegal y su origen está en los Acuerdos de Madrid que le abrieron las puertas a Marruecos para llevar a cabo su invasión militar.
La Unión Africana reconoce a la República Saharaui, un hecho que España no debe ignorar. El pueblo saharaui es un pueblo que mantiene como lengua cooficial el castellano, heredado del tiempo en que el territorio era una provincia española.
Los diputados saharauis a las Cortes Españolas estuvieron en la sede de las Naciones Unidas en el año 1966 representando a España. Ellos fueron la voz de los saharauis durante muchos años. Estos datos históricos dejan al Tribunal Supremo sin argumentos, la justicia pierde su sentido de neutralidad y coherencia en una democracia.
La provincia 53 del Sáhara Español es un hecho histórico vivo en la memoria de nuestros padres y abuelos. Recuperemos el sentido de la dignidad en la justicia, así podremos hacer realidad el derecho del pueblo saharaui que espera decidir su futuro, cerrando uno de los capítulos más tristes de la historia del colonialismo en África.