Se llevó a cabo la 3ª Asamblea Nacional on line de la Plataforma SIAMO QUI – SANATORIA SUBITO: MOBILITIAMOCI! (ESTAMOS AQUÍ, REGULARIZACIÓN INMEDIATA: ¡MOBILICÉMONOS!), que lidera la campaña para la regularización de todos los migrantes en el momento de Covid19. Una iniciativa puesta en marcha en medio de la crisis sanitaria, promovida con el llamamiento del 24 de marzo  -incluso antes de las maniobras neo-esclavistas del gobierno de Giallorossi- elaborado por Legal Team Italia, la Campaña LasciateCIEntrare, el Proyecto Melting Pot Europa, Medicina Democrática y que, hasta la fecha, ha registrado el apoyo activo de más de «500 realidades sociales y miles de adhesiones individuales», como se ha indicado en el informe de la asamblea de la sesión telemática del viernes 8 de mayo.

La voz alzada por esta campaña ha tenido el mérito de llamar la atención sobre el mundo de los invisibles, los llamados «migrantes irregulares», estimados en unas seiscientas mil personas, la mayoría de ellas empleadas «ilegalmente» en trabajos agroalimentarios y servicios de atención (empleados domésticos, cuidadores, etc.). Sólo una parte de esta masa tiene ahora la intención de orquestar una maniobra productiva, principalmente dirigida al trabajo estacional de los cultivos agrícolas a cambio de un permiso temporal y fuera del cono de sombra social en el que caen. Inicialmente, el debate político parecía haber tomado el camino más razonable, de hecho, la ministra Bellanova aludió a una regularización amparada por «principios de civilización», junto con la protección de la salud, sin ninguna limitación sectorial en el trabajo real, siempre que la regularización se utilizara en las formas jurídicas previstas por nuestro sistema.

Pero muy pronto el planteamiento político de la «regularización», más que animado por un espíritu humanitaria, como lo presentó más tarde el propietario del departamento agrícola y alimentario, asumió cada vez más una visión que correspondía a una especie de regulación neocolonial, subordinando cuantitativamente la figura del migrante a una mera fuerza de trabajo, temporalmente funcional al ciclo de la cosecha agrícola. Mientras tanto, se ha ampliado cínicamente, sin excepción, la visión de la coacción laboral de todo el gobierno, en la que se ha abierto paso la imposición de compensaciones a los beneficiarios de los subsidios, quienes -si querían mantener el beneficio- deberían ser obligados a devolver lo beneficiado con el desempeño del trabajo donde se les exigía, empezando por el sector agrícola. Aparte del reconocimiento de los derechos sociales y la aplicación de los contratos existentes en un sector ya muy precario y, en gran parte del país, ¡todavía caracterizado por el antiguo latifundio!

De la discusión que surgió durante la reunión ESTAMOS AQUÍ, REGULARIZACIÓN INMEDIATA, fue necesario «reiterar la oposición a una hipótesis de regularización considerada parcial, excluyendo la que considera al migrante como un sujeto «desechable», útil sólo como mano de obra para el sector agrícola y en el trabajo de cuidado doméstico». Con razón, se insta a la apertura de una vasta confrontación que desplace el actual debate político de lo económico a lo social. Es necesario volver a llamar la atención general sobre los derechos de la persona, derechos que han desaparecido del horizonte del discurso público, reivindicando una plataforma articulada que incluya «el permiso de residencia también sin relación con el trabajo, un salario digno, la vivienda, el acceso a la asistencia social y, en particular, la garantía del derecho a la salud».

Después de la iniciativa que habíamos anunciado en nuestras páginas (Mailbombing en el Palacio Chigi el 08.04.2020) la plataforma organizativa de la campaña ESTAMOS AQUÍ, REGULARIZACIÓN INMEDIATA: ¡MOBILICÉMONOS! quiere reanudar la acción política, comprometiéndose con una nueva manifestación pública, que se llevará a cabo mediante la convocatoria de una serie de protestas para mañana 14 de mayo que deberían afectar a todos los territorios, que se celebrarán frente a las sedes de las prefecturas u otros sitios administrativos simbólicamente relevantes, «donde públicamente se haga oír una voz diferente de la retórica institucional y grosera de la derecha xenófoba». La urgencia de retomar públicamente la palabra y devolver los cuerpos al terreno «físico», afirmando que «manifestar y expresar la oposición a los pasajes que producen un retroceso general en la esfera de los derechos fundamentales constituye una necesidad primordial que debe ser reconocida, practicada y defendida».


Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide.