Los cinco eurodiputados alcanzados por la candidatura de Podemos reviven algunas preguntas acerca de la conveniencia o no de la acción conjunta del Partido Humanista con otras fuerzas. En este breve artículo se pretende dar un punto de vista sobre el ascenso de Podemos y la decisión del PH en España de concurrir en solitario a las elecciones europeas de 2014.

Por José Luis Álvarez, Arturo Viloria y Pablo Martín *

A raíz del éxito electoral de la candidatura Podemos en las elecciones al Parlamento Europeo algunos amigos del Partido Humanista queremos ofrecer una opinión al respecto.
En primer lugar, es necesario aclarar que en votación de todos los miembros plenos del Partido Humanista se decidió por amplia mayoría acudir a las elecciones y hacerlo con una candidatura independiente. Debemos recordar que en los momentos previos a esa votación había compañeros que pedían por las listas el que no concurriéramos a esas elecciones y otros que, también por las listas, pedían que nos sumáramos a alguna coalición (aunque no acababan de definir en cuál). Así es que la decisión definitiva no fue tomada por un pequeño grupo de miembros plenos, sino por la totalidad de los participantes en el PH. Posteriormente, por las listas de correo, llegaron airados mensajes de reproche, gran parte de ellos de gente que no participa en las actividades del PH.
Ante la pregunta de ¿por qué no hemos ido con el Podemos?, tal vez lo correcto sería preguntar antes ¿por qué habríamos de ir con el Podemos? La respuesta es que no fuímos, en primer lugar, porque somos diferentes. Tenemos principios diferentes, recorrido diferente y dirección diferente. A alguien le podrá gustar más el Podemos y a otros el PH pero pensamos que hemos de reconocer que somos diferentes.
Ideológicamente Podemos es muy similar a Izquierda Unida. En lo escrito es muy difícil distinguir si algo procede de IU o del Podemos. Pablo Iglesias, portavoz del Podemos, proviene de las Juventudes Comunistas y movimientos sociales en la órbita del comunismo (algo similar sucede con otros candidatos de su lista). Pero, por más que coincidamos en reclamaciones concretas, ni nuestras ideas ni nuestras aspiraciones son las de Izquierda Unida. De eso tenemos experiencia práctica ya que fuimos, hace bastantes años, socios fundadores de esa coalición y nuestra salida y posteriores relaciones no han sido muy amistosas.
Hay diferentes opiniones al respecto pero muchos pensamos que Podemos no sólo no es competencia de IU, sino que es algo orquestado por ellos. Pasados los primeros momentos de la aparición del 15-M la estructura de IU fue poco a poco colocando elementos suyos en las asambleas. En general se les notaba porque eran de otra generación. También por el discurso y por el estilo. Mientras los jóvenes tenían un discurso fresco y ligero, a los mayores les gustaba agarrar el micrófono y mantenerlo bastante tiempo. En las asambleas de Sol era muy evidente como la lucha por el micrófono se iba decantando hacia los más viejos, mientras que los jóvenes fueron abandonando. Se fueron yendo del 15-M, pero seguían participando en las movilizaciones ocasionales (por ejemplo, en las “Mareas ciudadanas”). Seguían ahí pero no estaban dispuestos a incluirse en las viejas estructuras de IU y, en repetidas ocasiones, han demostrado que tampoco estaban dispuestos a votarles. Pero era un choque de sensibilidad, porque tampoco del 15-M surgió una alternativa ideológica diferente a la de IU. Así es que, para recoger esos votos de jóvenes que nunca votarían a IU, aparece alguien que viene de IU pero que tiene un “look” diferente. Y, sobre todo, alguien apoyado masivamente por la televisión. No se recuerda ninguna formación política que haya nacido con tanta presencia en TV. Los amigos de la Secretaría de Prensa del PH saben muy bien que esto de la TV de ninguna manera es casual. El acceso a los medios está tremendamente controlado por grupos poderosos, sin ninguna duda. Y sería muy ingenuo por nuestra parte no tener en cuenta este detalle. Posiblemente detrás de esto también esté la mano del PSOE. IU se crea una “marca blanca” que recoge los votos que ellos nunca tendrían y luego pactan con ellos, y el PSOE piensa en un segundo momento en que pueda comerse a ambos. Todos muy hábiles, muy pragmáticos y muy caducos.
Tan sólo un par de días después de las elecciones, ya han surgido voces “aperturistas” en Izquierda Unida que en diversos foros y en debates públicos, organizados (otra vez) por medios de comunicación, han expresado la coincidencia programática de Podemos e IU (incluso también con Equo). Y, claro, han anticipado que el siguiente paso serán “acuerdos preelectorales” que, en algunos casos, requerirán del apoyo de PSOE.
Por otra parte, la candidatura de Podemos es fuertemente personalista, anclada en la figura de Pablo Iglesias. Tanto es así que el logo del partido estampado en las papeletas electorales del partido era su cara, una decisión un tanto extraña en un partido que aboga por la “horizontalidad” según proclaman. Y es que Iglesias ha alcanzado, gracias a sus constantes apariciones en tertulias políticas, el estatus de figura mediática trascendiendo el propio proyecto del partido.
También mencionar que dentro de Podemos está Izquierda Capitalista. Un partido de corte trotskista cuya estrategia ha sido apalancarse en la fama de Iglesias para llegar al parlamento, al tiempo que dentro de la formación realizaba sus cálculos para colocar a su gente en puestos importantes en las listas. Nosotros no somos ni hemos sido nunca trotskistas.
Por último, aunque Pablo Iglesias ha sido cuidadoso con este tema, su postura ante la violencia no está del todo clara. Se ha mostrado deliberadamente ambiguo cuando se le ha preguntado.
Y ¿qué pintamos nosotros en esa ensalada? Por más que nos parezcan acertadas muchas de sus reivindicaciones no tienen detrás un modelo existencial como el nuestro sino unos arreglos del sistema; en modo alguno una revolución política, social, cultural, sicológica y espiritual.
Por el momento lo único que tienen es “éxito” pero no deberíamos vender nuestra aspiración de Humanizar la Tierra por una aparente coyuntura exitosa. Y aquellos que se sientan muy impresionados por ese éxito deberían recordar otros fenómenos aparentemente revolucionarios en un primer momento pero que rápidamente perdieron gas. Tomemos como ejemplo el caso de Grillo en Italia y, de manera diferente, el caso de Marcel Claude en Chile. Ha sido un poco lastimoso ver a alguna gente que lleva mucho tiempo con nosotros haciendo campaña entre los nuestros por el Podemos sin mover un dedo en la campaña del PH, deslumbrados como estaban por ese “éxito”. Ese deslumbramiento impide ver muchos indicadores que, ya desde el principio, nos dicen cuanto de ilusorio tienen esos fenómenos.
En fin, parece que a mucha gente todavía le sigue gustando más lo que le ofrecen por la tele. Y será probablemente en la tele donde veremos en poco tiempo acuerdos entre IU y Podemos y quizá un poco más tarde una llamada a la unión de todas las fuerzas progresistas por parte del PSOE.
Por otra parte, estamos contentos con la campaña del PH en la que se han más que duplicado los votos, pero sobre todo se ha crecido en miembros plenos (cambiando la tendencia de los últimos años) y hemos aumentado la participación en las actividades callejeras.
En cualquier caso, nosotros nos encontraremos o no con la gente de Podemos o de otras organizaciones cercanas dependiendo de cómo los tiempos y las acciones de cada uno nos sitúen frente a lo que se avecina, y porque la acción conjunta en la base (y no los acuerdos entre cúpulas) sea algo generalizado y no una anécdota.

* Miembros del Partido Humanista Internacional de España