Frente al inconmensurable desafío que surge de la combinación de las crisis ambiental y pandémica, la comunidad permacultural decidió movilizarse y dar a conocer sus aportes para que la inevitable transición hacia un mundo distinto y –esperamos– renovado se realice sobre la base de la concientización y la responsabilidad, y con la ayuda de herramientas fiables.
Los escenarios del futuro próximo y a mediano plazo ya los conocemos pues se describen en muchos medios de comunicación y desde muy diversas perspectivas, y también porque se vislumbraron con mucha claridad visionaria hace más de 50 años. Allí estamos parados hoy.
Por lo tanto, también llegó el momento de decidir cuál es el mundo en el que queremos vivir ya que resulta urgente empezar a construirlo. La siniestra experiencia que estamos padeciendo demuestra que no nos queda tanto tiempo como creíamos. Pero este nuevo/otro mundo solamente será viable si nace de valores éticos y de principios de solidaridad, comunidad y responsabilidad, y también de respeto para con los invalorables recursos que nos provee nuestro planeta, nuestro único hogar.
Podemos ver en qué medida las urbes se transforman en una trampa mortal; de qué modo las elites financieras y monopólicas despegan sus intereses de los de las mayorías, dejando estas libradas a su suerte; cómo se aprovechan las estrategias de lucha contra la pandemia para desarrollar y fortalecer los mecanismos de control social, sobre los que, claramente, no habrá vuelta atrás; y por último, también sabemos que ya se inició el descenso energético que modificará para siempre nuestro actual paradigma económico y social.
Entre muchas consecuencias que estas situaciones traerán aparejadas, creemos muy probable que muchas personas quieran irse definitivamente de los centros urbanos. La necesidad de huir del caos, de reencontrarse con su ser natural y de autoabastecerse llevará los humanos a nuevas migraciones en sentido inverso, es decir, desde las ciudades a las zonas rurales.
Todavía estamos a tiempo para ir preparando este regreso a una convivencia armónica con la naturaleza.
La permacultura ha recorrido su vía crucis durante las últimas décadas, nutriéndose de sus aciertos y errores, acumulando conocimiento y saberes, y diversificando sus estrategias. En la actualidad, puede dar cuenta de una trayectoria, de experiencias concretas y de una voluntad de compartirlas a través de la enseñanza, impartida ahora por la Universidad Internacional de Permacultura, y de las actividades realizadas en la Ecovilla Gaia, en Navarro, provincia de Buenos Aires.
La permacultura apunta a la construcción de una sociedad justa, igualitaria, solidaria y de respeto por la vida, a través de determinados principios éticos y de diseño que llevan las personas a volver a acercarse a la naturaleza y a enfrentar los grandes desafíos sociales y ambientales por medio de herramientas teóricas y prácticas y del pensamiento estratégico. El cuidado de las personas y del planeta se lleva a cabo con la creación de sistemas agroecológicos y ecoproductivos, de mínimo uso de insumos y alta productividad, que integran la revalorización, recuperación y adaptación de sistemas socioculturales ancestrales, la vivienda como componente integrado al ecosistema y al ciclo ecológico de la tierra, utilizando métodos de construcción natural, así como técnicas y tecnologías apropiadas, buscando la integración de la ecología al paisaje, con valores estético y utilitario, para preservar y restablecer los patrones naturales del lugar.
La comunidad permacultural considera que la crisis actual constituye una gran oportunidad para que todos nos vayamos concientizando acerca de las posibilidades que se nos abren, mientras estemos aún a tiempo. Por eso ha redactado una declaración en la que se plasman los fundamentos que la llevan a emitir un Manifiesto de Relocalización Permacultural. Allí se detallan los pasos a seguir para concretar una transición planificada y responsable. Se puede acceder a la declaración desde el enlace brindado al final de este documento.
Foto: Asociación Gaia
Asimismo, y entre otros proyectos, también se organizó un nuevo curso breve e intensivo para formar la mayor cantidad de personas en el tiempo más corto posible, con el propósito de contribuir a la multiplicación de proyectos sustentables que, entendemos, conformarán la base de esta transición hacia un mundo mejor. Se encuentran los principios y el temario del curso en el enlace al final.
Aprovechemos estas circunstancias inauditas y excepcionales para bajar a tierra, reflexionar sobre qué clase de futuro queremos ofrecer a las generaciones venideras y empezar a construirlo. Juntos.
Manifiesto de Relocalización Permacultural: https://gaia.org.ar/manifiesto-de-relocalizacion-permacultural/
Informaciones sobre el curso intensivo de relocalización permacultural: https://gaia.org.ar/curso-intensivo-de-relocalizacion-permacultural/