Este jueves 16 de abril Alina Duarte participó de Cuatro Elementos, el programa de la Agencia Pressenza en la radio ecuatoriana Pichincha Universal.
A fines de enero, el presidente Donald Trump aseguró que los efectos de la COVID-19 no sería relevantes en los EStados Unidos ya que el país estaba preparado para la llegada del coronavirus.
El medio millón de infectados y las 28 mil personas muertas estarían dando una percepción bastante diferente del asunto. Finalmente, el gobierno debió llevar adelante algunas medidas de aislamiento social, por la presión popular.
La sobreideologización del presidente y sus asesores pueden costarle muy caro a los Estados Unidos. O quizás forme parte del plan. Para hablar de la situación en el gran país del norte, hablaremos con Alina Duarte, quien fuera corresponsal en Washington de Telesur hasta el año pasado.
Estás siguiendo muy de cerca todo lo que está pasando en los Estados Unidos, conoces muy bien este país, estuviste en el hígado de la bestia por así decirlo, que te animas a hacer como un primer balance de lo que tiene que ver con la prevención y el tratamiento de los afectados por la Covid-19 ahí en Estados Unidos.
Yo creo que esto es poner a debate y poner sobre la mesa todas las grandes narrativas que nos dijeron sobre Estados Unidos durante décadas, que este país es el más poderoso del planeta. En realidad, estamos viendo como colapsa. Ya son casi 660 mil los infectados por Covid-19, ya son más de 33 mil los muertos en este momento en Estados Unidos. Es decir, que lo que está pasando, bueno, hay una relación totalmente directa entre todos estos países que nos dijeron que privatizar el sistema de salud iba a ser la respuesta para resolver la crisis sanitaria en algún momento, sin embargo, vemos como en países como España o Estados Unidos, el sistema sanitario colapsó totalmente. Esto ya venía ocurriendo desde hace muchos años, esto no es nuevo, sin embargo, también los medios de comunicación y Hollywood, evidentemente, estuvieron mostrándonos constantemente la otra cara de Estados Unidos. Hace algunos meses ya veíamos el primer caso de Covid-19 en Estados Unidos y Donald Trump todo el tiempo tuvo este discurso que “no se preocuparan, que todo estaba bajo control, que no iba a pasar, que iba a tomar medidas”, que más allá de poco efectivas, eran totalmente xenófobas, racistas y ahora vemos a unas semanas como esto ha explotado, personas muriendo en sus casas.
Insisto, la gente muriendo por no tener acceso al sistema de salud no es nueva, esta es la cotidianidad en Estados Unidos, de hecho a mí me tocó estar enferma el año pasado, anduve de hospital en hospital con un servicio pésimo, una calidad terrible, gente muriendo afuera de los hospitales porque no tienen dinero. Entonces, lo único que está haciendo esto es profundizar ese nivel de crisis y las cifras son brutales 657 mil casi 658 mil casos de enfermedad, sino también las consecuencias son devastadoras. En solo cuatro semanas ya son 22 millones de personas las que han pedido seguro de desempleo, estas son las que se han otorgado, sin embargo son cerca de 10 millones más las que no han cumplido el requisito para que se les dé este beneficio de un acceso a un seguro de desempleo. También las filas en los bancos de comidas son kilométricas en varios Estados, como en California, en Pittsburg sobre todo, también veíamos estas imágenes hace unas semanas donde la gente tiene que ir a conseguir comida, que no es dada por el gobierno cabe señalar, o imágenes de cómo en Las Vegas, donde la medida que ha tomado el gobierno local es pintar en los estacionamientos cuadriculas de separación para la gente que no tiene hogar, que al menos duerma separada una de otra. Esas son unos tipos de políticas públicas que hoy se están llevando a cabo en Estados Unidos y otras tantas como el presiente Donald Trump que no se podían distribuir esos cheques de $1200 dólares. Que para poner en contexto, esos $1200 dólares alcanzan para una mensualidad de un cuarto al mes en New York, en Washington, es decir $1200 dólares no alcanza para nada y no podían ser distribuidos estos cheques hasta que Donald Trump pusiera su firma en ellos. De ese nivel absurdo hoy estamos viendo lo que está pasando en Estados Unidos.
Lo mirábamos a Trump a la distancia insistiendo en hablar del coronavirus como el “virus chino”, todo el tiempo intentando hacer una política de señalar a un enemigo externo permanentemente, como si estuviera todo el tiempo haciendo campaña electoral. ¿Cómo te parece que va a influir todo eso en las medidas que se tomen?
En realidad, yo quisiera creer que el sentido común nos ayudaría a cualquier persona que está en una pandemia y que no tiene acceso a la salud pública a votar lo más izquierda posible. Sin embargo, ese no es el patrón de los Estados Unidos donde todavía permanece este discurso en contra del comunismo, el socialismo, estas narrativas de que vamos a ser como Venezuela y que se ha utilizado no solo en Estados Unidos, sino a nivel global, esa narrativa de que el socialismo son un montón de señores barbones que comen niños. Y eso pasa también en Estados Unidos, hay una campaña abierta de los medios de comunicación en contra de un candidato que sí puso el dedo en la llaga, sí dijo “el sistema de salud tiene que ser público” y hoy, Bernie Sanders se retira de la campaña, hay que decirlo también, Bernie Sanders no es un revolucionario, él no es socialista, él se asume como un socialdemócrata y que ahora es tan así esta política de no confrontar a los que conocemos como el establishment, que decide respaldar al candidato demócrata Joe Biden. De otra forma hubiese formado una tercera opción, pero decide quedarse en esta lógica bipartidista y apoyar a un candidato que apoya las guerras, la guerra en Irak, que está acusado de abuso sexual y los medios de comunicación no lo ponen a debate tampoco, es decir, es el candidato de las corporaciones que no están con Donald Trump. Entonces, Bernie Sanders ha decidido ceder, él dice que va pausar, aun así quiere ir a las elecciones primarias para hacer girar, insiste que esto hacer girar a la izquierda al partido demócrata, como si este no hubiese emprendido una campaña en contra de Bernie Sanders, no solamente en este año, sino también en 2016 que Hilary Clinton era candidata.
Yo creo que esto, definitivamente, está cambiando las cosas en Estados Unidos. Hay muchos jóvenes que se sumaron a la campaña de Bernie Sanders que hoy dijeron “no van a votar por Joe Biden”, estos días en los que se ha ido la campaña de Bernie Sanders hacia el partido demócrata y no hacia un nuevo movimiento, hay un montón de seguidores que están diciendo que no van a hacer eso, se han sumado filas de partidos que son abiertamente socialistas, el Partido Socialista Demócrata de Estados Unidos y el Partido por el Socialismo y la Liberación durante estas semanas han registrado cientos sino es ya miles de afiliaciones en todo el país. Son proyectos que no están completamente a nivel nacional pero, por ejemplo, ayer entrevistaba yo a la candidata presidencial por el Socialismo y la Liberación, Gloria Larriva y me decía que tienen presencia en cien ciudades de Estados Unidos y que durante estas últimas semanas han recibido más solicitudes de afiliación y se han integrado a su equipo en varias ciudades de este partido.
Algo está pasando definitivamente, esto tiene que influir, ya está influyendo la política estadounidense y que insisto el sentido común me llevaría a decir que esto haría girar un poco más a Estados Unidos, sin embargo, también Estados Unidos no es cualquier país, es el centro de este sistema capitalista que tenemos, entonces, no es tan fácil que la gente tome sus decisiones, con completa autodeterminación, hay toda una serie de poderes facticos, de corporaciones, el mismo establishment, que no dejan que haya partidos terceros, que realmente puedan disputar el terreno electoral. Es muy complicado creer que esto va a hacer que un tercer candidato emerja en los próximos meses para las elecciones, que hasta ahora no se han movido de noviembre, pero bueno, todo puede pasar. Sin embargo, a pesar de que no pueden salir a las calles, no pueden manifestarse, lo que sí está ocurriendo es que hay huelgas y no es menor que haya una huelga en Amazon, en instantCar, que son las empresas principales de distribución de muchísimos bienes, insumos, incluso alimentos y que están paralizando, están exigiendo, están ganando pequeñas batallas para la gente que, por ejemplo, está enferma puedan irse a sus casas y que se les pague el tiempo de enfermedad o, que simplemente, se vayan de cuarentena. Yo creo que ya algo definitivamente está pasando, pero es Estados Unidos y es muy difícil creer que va a haber una revolución popular en los próximos meses.
De hecho, antes hablabas de todo ese odio hacia las ideas de izquierda, las ideas del socialismo y, en realidad, lo que hay es un gran rechazo del Estado como ente regulador. El día de ayer hubo una movilización en el estado de Michigan donde le estaban pidiendo la renuncia a la gobernadora Gretchen Whitmer, miles de personas se manifestaron, muchos armados, muchos con ametralladoras, pidiendo que se levante la cuarentena social. ¿Quiénes están detrás de estas actitudes tan temerarias?
Yo, en primera instancia y sin pensarlo mucho, te diría que la ignorancia. Hoy, justamente, también hay una protesta en Kentucky, exigiéndole lo mismo al gobernador, que abran la economía y estas demandas de abrir la economía, en realidad, tendrían sentido si ves a gente inmigrante que por ejemplo en Estados Unidos claramente no está en ese grupo de beneficiados, a pesar de esta limitante de que no es mucho dinero, no es mucho el apoyo que les dan $1200 dólares pero aun con ellos, son las comunidades inmigrantes las más afectadas. El caso de los inmigrantes indocumentados no tienen manera de acceder a este recurso económico, ellos no son los que están protestando, incluso estas comunidades bajo el cinismo de Estados Unidos, ahora son consideradas personas esenciales en el país porque están cultivando, son los que están alimentando y, ahora, Estados Unidos cínicamente se da cuenta que esa fuerza productiva, esa mano de obra, en realidad es el motor de la economía de Estados Unidos.
Ahora ese grupo, específicamente agricultor, no serán deportados, sin embargo, continúan los ataques racistas, continúan los ataques xenófobos, los discursos de Donald Trump, hace rato yo en redes sociales encontraba un tuit de la embajada de Estados Unidos aquí en México diciendo que si pasas la frontera de manera ilegal, te vas a contagiar de coronavirus y no vas a llegar. Ni siquiera una pandemia puede evitar que la xenofobia pueda parar, yo creo que durante las próximas semanas esto se va a profundizar. Sin embargo, esta gente que sale con armas, que sale a pedir que se abra la economía, pues no hay mucho de dónde pensarlo y es el mismo discurso que tienen los empresarios, el mismo discurso que tiene la Casa Blanca, si hay un sector totalmente blanco, sobre todo clase alta, o ignorante, que están pidiendo este tipo de cosas y que dentro de los comentarios en redes sociales, ante estas protestas sale la conclusión de cómo es posible que haya estadounidenses queriendo morir. Y sí, eso está pasando, quieren salir en medio de una pandemia como si todavía dudaran si el virus existe o no, es toda una narrativa liderada definitivamente por la Casa Blanca de que se reabra la economía sin importar las consecuencias.
Me parece que tantas películas y series han hecho un daño tóxico y eso es lo que nos llega a nosotros, la televisión 24/7 que tienen ellos es todavía peor que lo que exportan. Alina te agradezco este paseo tan acelerado, porque hablas tan rápido y nos vas contando tantos datos que vamos poniendo sobre la mesa para entender mejor qué pasa en los Estados Unidos, ¿qué podrías destacar aparte de ese aumento quizás de la militancia, que hablabas de los jóvenes, te parece que hay otros movimientos que estén ganando peso, estén tomando cuerpo en Estados Unidos y que puedan ir llevando un poquito, inclinando la balanza, a otro lado, sacarlos de ese eje tan nefasto que tienen?
A mí me parece que estamos en una reconfiguración de todo orden, del orden productivo, el orden mundial, el orden económico, político, social, cultural y que eso, evidentemente, trastoca de todas formas, todas maneras a Estados Unidos y es algo que yo he insistido por mucho tiempo. Especialmente estos tres años que había vivido en Washington, que se oculta en realidad que estos movimientos son permanentes, estos movimientos en contra del establishment, por la reivindicación de los derechos humanos, garantías individuales, libertades civiles es algo que es muy común y que está totalmente borrado del mapa mediático, de las discusiones políticas en los Estados Unidos. Y que hay movimientos que buscan en temas migratorios, en temas de libertades LGBTI, todo eso está sobre la mesa en forma permanente, pero es totalmente invisibilizado adrede, no es una casualidad, imagínate si el mundo se entera que en el mismo corazón de la bestia hay todo esto hervidero de movimientos sociales, algo influiría en todo el mundo.
Los hay y me llama muchísimo la atención y se está insistiendo mucho ahora desde el lado periodístico en el bloqueo a Cuba, como parte de estas nuevas narrativas que se están poniendo sobre la mesa están Cuba, Venezuela, Rusia, China. El papel que ha estado jugando, sobre todo en esta pandemia, pero que históricamente esto estaba también muy oculto. Ahora resulta que una pequeña isla bloqueada desde hace más de seis décadas por el gobierno de Estados Unidos es capaz de poner cientos, en este caso me parece que van 900 médicos en 16 países. Sin embargo hablando con el doctor John Kirk, es un especialista en el tema del internacionalismo medico cubano hace unos días me comentaba datos tremendos, 400 mil médicos desde 1960 se han puesto en otros países, 400 mil médicos cubanos en 164 países es todo un ejercito lo que ha logrado hacer Cuba. Hay un movimiento y no es como aislado el tema de Estados Unidos, hay un movimiento en Estados Unidos ahora, en donde se ha puesto el tema de las sanciones y que yo reitero una y otra vez, el tema de decir sanciones es aceptar esta narrativa que están haciendo algo malo y hay que castigarlos, en realidad son medidas económicas financieras unilaterales.
Estas medidas se han puesto en debate en Estados Unidos y es no solamente el bloqueo a Cuba, que ellos han ofrecido incluso médicos para ir a Estados Unidos y, obviamente, Estados Unidos no ha aceptado, pero sí ha aceptado la ayuda de Rusia o de China. También es el tema de las medidas económicas contra Venezuela que ya escuchábamos anteriormente, es a poner en debate que hay gente muriendo en el caso de Venezuela, en el caso de Irán, donde cada 9-8 minutos está muriendo alguien por coronavirus, principalmente porque no pueden tener acceso a los insumos sanitarios para combatir esta pandemia, o en el caso de Venezuela que ya se venía enfrentando a desabastos periódicos, sobre todo en el tema de salud ahora y aun así ha sido de los principales países en poner a punto las medidas para evitar que esto se vuelva una tragedia en Venezuela. Sin embargo, hay una campaña de acabar con estas sanciones y hay muchísimas organizaciones de todo Estados Unidos que están pidiendo que se acaben estas medidas, todos estos bloqueos a Irán, a Venezuela, a Cuba sobre todo, en mitad de una pandemia
Muchísimas gracias Alina Duarte por este amplio informe.