Con su estricto cierre de fronteras establecido el 19 de marzo y su también estricta cuarentena establecida el 26 de marzo, Nueva Zelanda ha logrado derrotar al coronavirus como epidemia. Ha reducido tanto los casos que en los últimos días ha ido presentando menos de 10 nuevos casos diarios. Hoy presenta ¡solo 3 casos graves! Por otro lado, ¡hace días que no presenta fallecidos! y su número total, desde el comienzo de la enfermedad, es de 12 personas.
Como lo señala «El Mundo» de España de hoy, la primera ministra, Jacinda Ardern, «lleva semanas recibiendo elogios. El último de ellos de la revista estadounidense «The Atlantic»: «La primera ministra de Nueva Zelanda puede ser la líder más efectiva del planeta». Y tal ha sido el éxito que «a partir del próximo 28 de abril, Nueva Zelanda levantará algunas medidas de confinamiento (…) Muchos de los cinco millones de habitantes de la isla retomarán sus trabajos. El nivel de alerta máximo, el 4, se rebajará un punto».
Se podría imitar el ejemplo neozelandés en muchos lugares si las élites tuviesen la sensibilidad social y la voluntad política para sustentar económicamente una real cuarentena de los sectores populares.