Cuando el 24 de septiembre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presida una reunión de líderes mundiales en el Consejo de Seguridad de la ONU, ofrecerá una plataforma política de alto perfil para dos temas muy delicados: la no proliferación y el desarme nuclear.
*Éste es el momento para que el Consejo de Seguridad planee en conjunto una ruta hacia la seguridad internacional en un mundo libre de armas nucleares*, dijo a IPS Jonathan Granoff, presidente del Instituto de Seguridad Global.
*No podemos amenazarnos entre nosotros con la aniquilación un lunes y trabajar juntos para enfrentar nuestras amenazas en común el martes, sin saber si seremos amigos o enemigos el miércoles*, agregó.
Frida Berrigan, de la Iniciativa de Armas y Seguridad en la New America Foundation, dijo que Obama, en su histórico discurso de abril en Praga, reconoció que es necesario que Estados Unidos lidere los esfuerzos de desarme nuclear.
Como única nación en usar armas nucleares, Estados Unidos tiene la responsabilidad moral de actuar, declaró Obama en la capital checa.
*En este empeño no podemos tener éxito solos, pero podemos liderarlo, podemos empezarlo*, agregó Berrigan.
La decisión de Obama de presidir una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) *es parte de ese compromiso por liderar los esfuerzos hacia el desarme nuclear*, dijo Berrigan a IPS.
Se prevé que Obama haga su aparición inaugural ante la ONU cuando se dirija a los participantes en la cumbre mundial sobre cambio climático el 22 de septiembre.
Al día siguiente hablará en la apertura del segmento de alto nivel de la 64 sesión de la Asamblea General, en compañía del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el francés Nicolas Sarkozy y el libio Muammar Gadafi, que también estarán visitando la ONU por primera vez.
A la sesión especial del Consejo de Seguridad, el día 24, asistirán líderes políticos de los otros 14 estados miembro, entre ellos los otros cuatro miembros permanentes del Consejo (China, Francia, Gran Bretaña y Rusia).
Los 10 miembros no permanentes del Consejo, cuyos jefes de Estado han sido invitados a participar, son Austria, Burkina Faso, Costa Rica, Croacia, Japón, Libia, México, Turquía, Uganda y Vietnam.
Jayantha Dhanapala, ex subsecretario general de la ONU para los Asuntos de Desarme y actual presidente de la organización Conferencias Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales, dijo que el Consejo de Seguridad tiene un serio déficit de legitimidad.
*Una cumbre creíble solamente puede tener lugar con la participación de los 192 miembros de la Asamblea General, y también con la de los estados nucleares que no integran el Consejo de Seguridad*, declaró.
*Igualmente importante es que se oigan las voces de la sociedad civil, y el Consejo de Seguridad debe romper con las prácticas del pasado e invitar a realizar ponencias a premios Nobel de la Paz* y a otros *como el doctor Hans Blix*, agregó, aludiendo al presidente ejecutivo de la Comisión de Vigilancia, Verificación e Inspección de armas de destrucción masiva.
Granoff destacó que la inminente sesión especial se realizará luego de varios días de intensos debates sobre protección del clima y búsqueda de cooperación en un contexto económico difícil.
*En un mundo donde deben construirse puentes de cooperación para abordar nuestra interdependencia ambiental y económica, ¿qué rol juegan los muros del miedo y las amenazas de las armas nucleares?*, planteó.
Cualquier progreso en materia de clima, desarrollo sostenible y bienestar económico quedará anulado con el uso de armas nucleares.
*Mientras las armas existan, la amenaza de su uso siempre estará allí*, dijo Granoff.
Es necesario tomar medidas para reducir la amenaza, y apuntar a la eliminación, opinó.
Esto incluye la entrada en vigor de la prohibición de los ensayos nucleares, fortalecer la verificación de la reducción de arsenales y volverla irreversible.
*Debemos crear un sistema de seguridad basado en el principio de cero armas nucleares*, enfatizó Granoff.
Eso significa determinar que el primer uso de un arma nuclear es un crimen contra la humanidad y que incluso un uso en represalia tiene que aspirar a no violar el derecho humanitario internacional, nunca tomando por blanco una ciudad.
Esta pequeña ventana de legitimidad calificada para asegurarse de que estas armas no se usen no puede ser aprovechada para conformar una doctrina que justifique su almacenamiento, sino que debe ser un mero paso hacia su eliminación, sostuvo Granoff.
Barrigan dijo esperar que Obama defienda las modestas reducciones que Estados Unidos y Rusia han acordado hasta ahora, además de llamar a una mayor cooperación de otros miembros del Consejo de Seguridad y buscar vías calificadas de abordar a Irán y Corea del Norte.
Y también que comprenda que trabajar por el desarme nuclear contribuye con la seguridad nacional estadounidense.
No se puede lograr todo en una sola reunión, pero incluso en el plano simbólico la presencia de Obama señala un cambio importante en su compromiso con el tema, apartándose del trato despreciativo que el ex presidente George W. Bush (2001-2009) prodigó a la ONU, dijo Berrigan, también columnista de Foreign Policy in Focus.
Peter Weiss, presidente del Comité de Abogados sobre Política Nuclear, dijo a IPS que Obama «anunciará el apoyo de Estados Unidos a la renovación del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, la ratificación del Tratado Mundial de Prohibición de Ensayos Nucleares y la negociación del Tratado de Eliminación de los Materiales Físiles».
Pero también cree que debería *anunciar que, en la conferencia de evaluación del Tratado de No Proliferación Nuclear de mayo del año próximo, Estados Unidos propondrá una conferencia internacional con el fin de iniciar un trabajo serio sobre una convención que ilegalice la posesión de armas nucleares y criminalice su uso*, señaló.
Sin este segundo paso, la primera serie de medidas no creará el mundo sin armas nucleares del que Obama habló en Praga, enfatizó.
Según Granoff, hasta ahora permanece sustancialmente sin cumplir la obligación de lograr un desarme nuclear en conformidad con el artículo VI del Tratado de No Proliferación, así como el mandato de la decisión unánime de la Corte Internacional de Justicia.
*Es tiempo de que se cumplan los mecanismos legales de la Carta de la ONU a este respecto*, sostuvo.
Entre ellos destacó al artículo 26, que encomienda al Comité del Estado Mayor de la ONU presentar planes de desarme nuclear a los estados miembro.
*Por Thalif Deen* (IPS)