Durante miles de años, la mujer jugó un papel central en una sociedad donde la espiritualidad, la estructura social y la relación con la naturaleza, conformaban un todo en el que las partes no se oponían entre sí, sino que se complementaban. Con esta publicación en el mes de la Mujer, queremos rescatar y homenajear esa historia.
El video que presentamos aquí, integra la serie El principio femenino, disponible en el canal Buenas ideas que tal vez no conozcas.
Esta producción aporta una nueva mirada sobre la espiritualidad y el papel central de la mujer durante el matriarcado, buscando rescatar elementos que caracterizaron aquella etapa y que hoy vuelven a manifestarse. Son elementos esenciales que pueden ayudar en este momento crítico para construir otro futuro, en el que no se opongan la energía masculina y femenina, sino que ambas se complementen y desarrollen en cada ser humano.
Hablamos de un mundo interno y externo que busque la reconciliación entre individuos y pueblos, en el que cada persona sea un ser sagrado, en el que las relaciones sean horizontales, inclusivas, noviolentas… desde donde construir un futuro que nos merecemos y al que aspiramos la mayor parte de la Humanidad.
Este vídeo, el primero de los cinco, pone el contexto de toda la serie.
Texto
Hubo un tiempo, ya hace milenios, en el que las personas en vez de creer en un Dios, veneraban a la Diosa Madre. Y las mujeres estaban en el centro de esa religiosidad y de esa sociedad.
Vamos a dedicar varios videos a hablar sobre la antigua espiritualidad femenina y sobre el orden social centrado en las mujeres que se dio seguramente desde el mismo inicio de la humanidad hasta la época en que ya había ciudades prósperas.
Veremos que ese mundo cayó, produciéndose una especie de fractura histórica en el inicio de un orden patriarcal que dura hasta hoy.
También trataremos de ver cómo la discriminación de la mujer y de lo femenino en general, que resultó de esta brecha, condiciona desde nuestra sociedad hasta nuestra vida personal e interior.
Pero antes de entrar de lleno en el tema, dedicaremos este video a dar un contexto necesario para comprender este nuevo modo de ver las cosas, diferente a aquel en que nos formamos.
Veamos cómo se han establecido algunas de las ideas que tenemos sobre la llamada prehistoria.
Como sabéis, la arqueología y otras ciencias se formaron en tiempos en que solo las llevaban adelante hombres, que veían todo a través del filtro de los fuertes prejuicios de su época.
Por ejemplo, si había un faraón negro, no lo veían como negro. Si había una faraona, tampoco la veían como faraona. Esta no… ¡esta!.
De alguna manera, es inevitable que proyectemos sobre la imagen que nos hacemos de nuestro pasado, tanto nuestros prejuicios y valores como los conflictos de nuestro presente. Nos cuesta representarnos cómo eran nuestras antepasadas en épocas tan remotas y tendemos a representar su vida como la nuestra, pero con algunos cambios superficiales. O sea, como ahora pero como más brutos o algo así.
Por otro lado, cuando en los libros se habla del ser humano en general, neutro, se suele representar como un hombre. Así, cuando se dice “el hombre dominó el fuego”, se representaba a un señor barbudo dominando el fuego.
Si se hablaba del arte paleolítico, se representaba a un señor barbudo pintando las paredes de las cuevas y no una señora.
Y así nos fuimos representando desde nuestra infancia cómo eran las cosas antes. Y a veces confundimos lo que nos dijeron con la verdad pura y dura.
Pero si queremos entender bien lo que ocurrió, tenemos que abrir nuestra mente a otras representaciones y, antes que nada, caer en cuenta de los errores que vienen de nuestro paisaje de formación, aunque los demos por verdades asentadas.
“Si las mujeres mandasen, si las mujeres mandasen, en vez de mandar los hombres, sería…”
De esta manera podremos comprender que, cuando hablemos de matriarcado, no es una sociedad en la que las mujeres tomaban la misma posición de dominio que los hombres tienen en el patriarcado.
También nos ayudará a comprender que cuando hablemos de la diosa, no es como el dios que conocemos sustituido por una mujer, sino que se trata de una espiritualidad diferente en muchas cosas.
En fin, que para poder comprender esto, tenemos que limpiar nuestra mente de prejuicios.
Desde hace ya muchos años, algunos arqueólogos y, sobre todo, arqueólogas, han puesto otra mirada sobre los vestigios y datos obtenidos en las excavaciones.
Ha hecho falta otra mentalidad para poder conectar los datos de una manera nueva y descubrir lo que siempre estuvo a nuestra vista.
Que hace algunos miles de años, la espiritualidad giraba en torno a la figura de una diosa y no de un dios.
Esta espiritualidad femenina se expresaba con otra sensibilidad, se creía en otros mitos y simultáneamente la mujer asumía un papel central en la sociedad.
Arqueólogas y antropólogas feministas establecieron la relación entre la caída de este orden social y la brecha histórica que se produjo, con la discriminación que las mujeres han sufrido hasta hoy.
Como os podéis imaginar, al ser un cambio tan radical en la visión de la prehistoria, ha tardado decenios en abrirse paso.
Arqueólogas, antropólogas, historiadoras, de acuerdo con esta nueva mirada, están reescribiendo el relato del proceso humano.
Al cambiar el relato, al ir cuestionando todo lo que hemos creído hasta ahora sobre nuestro pasado, terminan por hacer un cuestionamiento profundo de nuestro sistema de creencias.
Amenazan con echar abajo pilares importantes de nuestra civilización.
Pero esta demolición es, en definitiva, liberadora.
Cuestiona no solo la discriminación de las mujeres y todo lo femenino.
Cuestiona nuestra relación con la naturaleza y con nuestro cuerpo.
La dualidad del bien y el mal y la culpa.
La aceptación de debilidades y sombras y la expresión del afecto.
Las clases y jerarquías, la inevitabilidad de las guerras.
Y tantas otras cosas que hemos atribuido a una supuesta naturaleza humana, con esta crítica ya no son tan naturales, sino que pertenecen a una etapa de nuestro proceso que, además, está acabando.
En los siguientes videos, veremos cómo tradiciones, relatos y mitos, han relegado a las mujeres en su papel social y han degradado sus capacidades, sus mejores cualidades.
Y cómo los hombres también han perdido en todo esto aspectos importantes de su vida.
Veremos que, con la caída y represión de la religiosidad femenina, perdimos muchos elementos de nuestra cultura y espiritualidad que hoy necesitamos para evolucionar.
Bueno, tal vez con esto nos podamos hacer una idea de cuál es el tema de esta nueva serie de videos de nuestro canal Buenas ideas que tal vez no conozcas.
En el siguiente video vamos a intentar acercarnos a la espiritualidad femenina, pero de una forma poética.
Porque no se trata solo de datos históricos y teorías, hay en todo esto un significado profundo y conmovedor que da sentido a todo lo que estamos contando.