Por Hélia F. Saraiva

El mundo del cine ha perdido a uno de sus grandes referentes, Souleymane Cissé, reconocido como el «padre del cine africano» cuando falleció el 19 de febrero de 2025 en Bamako, Malí, a los 84 años. Su legado como pionero del cine africano, comprometido con el realismo, la crítica social y la narración auténtica, ha dejado una huella imborrable en la historia del séptimo arte.

Un pionero del cine africano

Cissé es conocido por haber llevado el cine africano a la escena mundial con «Yeelen» (1987), película que le valió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes y se convirtió en la primera producción africana premiada en el certamen. El director maliano fue miembro de la primera generación de cineastas africanos, estudió cine en Moscú. En la década de 1970 regresó a Mali y comenzó a filmar sus primeras obras con el objetivo de crear un repertorio de imágenes e historias para contrarrestar los estereotipos negativos sobre su cultura producidos a lo largo de la dominación colonial. Según Janaína Oliveira, su obra se asocia a las pautas que caracterizan las primeras décadas del cine en el continente: “Un cine hecho por africanos, con temas africanos, para un público africano”.

Obras cinematográficas más destacadas

Entre sus obras más destacadas se encuentran Den Muso (1975), el primer largometraje filmado en bambara, Baara (1977), que ganó el Etalon de Yennenga en FESPACO (Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú), Yeelen (1987) que ha sido la primera película africana en recibir el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes. y Waati (1995), que compitió en Cannes. Además de su trabajo como director, Cissé dedicó gran parte de su vida a promover y fortalecer la industria cinematográfica africana, fundando la Unión de Diseñadores Cinematográficos y Audiovisuales de África Occidental.

Un legado inmortal

El impacto de Cissé trascendió fronteras e inspiró a cineastas de todo el mundo. Figuras como Abderrahmane Sissako (Mauritania), Mahamat-Saleh Haroun (Chad), Mati Diop (Senegal) y CJ ‘Fiery’ Obasi (Nigeria) han reconocido la influencia de su obra. Incluso Martin Scorsese se sintió conmovido por Yeelen y, en parte inspirado por ella, fundó el World Cinema Project para restaurar películas olvidadas de diversas culturas.

Su compromiso con el cine fue reconocido en los últimos años con diversos premios. En 2023, recibió la Carrosse d’Or en Cannes por su contribución al arte cinematográfico. En octubre de 2024, fue galardonado con el Premio de Ícono Cultural en el Festival de Cine Africano de Silicon Valley. Además, estaba previsto que presidiera el jurado de la 29.ª edición de FESPACO en 2025, reafirmando su papel fundamental en la industria.

Despedida de una leyenda

Apenas unas horas antes de su fallecimiento, Cissé hizo su última aparición pública en una conferencia de prensa donde presentó los trofeos de FESPACO. Su muerte ha provocado una ola de homenajes en la comunidad cinematográfica internacional, destacando su aporte a la narración africana y su esfuerzo por visibilizar historias auténticas, una vez que tenía una posición antagónica a de los demás cineastas africanos para dar visibilidad a una África, como ha declarado Luís Miguel Oliveira según “la idea europea de África, reaccionaba contra la tentación y el miserabilismo del exotismo más o menos folclórico para atenuar la mala consciencia de los antiguos colonizadores” [https://www.publico.pt/2025/02/19/culturaipsilon/noticia/souleymane-cisse-19402025-apagouse-luz-cinema-africano-2123195]

El legado de Souleymane Cissé continuará siendo una referencia para críticos como David Hering que lo designa de “titan del cinema,”(1) y C.J. “Fiery” que lo considera un “grande maestro del cinema.” (2) Además, seguirá inspirando a nuevas generaciones de cineastas, asegurando su visión del cine como herramienta de transformación sociocultural.

 

https://x.com/hering_david/status/1892285648783954198?mx=2
https://x.com/FieryCJ/status/1892303061000880254