Tras los resultados de la primera vuelta electoral el pasado 9 de febrero, con un virtual empate técnico entre el candidato de la derecha, Daniel Noboa, y la candidata del progresismo Luisa González, Ecuador navega con incertidumbre ante la polarización política, las ofertas y amenazas, que marcan el ambiente post electoral.
El 5% de los votos alcanzados por Leonidas Iza, Presidente de la mayor organización indígena del país (CONAIE), y candidato de su brazo político, el movimiento Pachakutik, se ha convertido en la aspiración de las dos opciones ganadoras, que sumaron casi el 90% de los votos válidos. Ese 5% podría inclinar la balanza en la segunda vuelta electoral, anunciada para el próximo 13 de abril.
Suenan las voces de alarma ante el peligro de continuidad del modelo neoliberal alimentado por una derecha radicalizada: “sectores de la población atemorizados por un posible nuevo triunfo de la derecha ecuatoriana, que articula a unas élites oligárquicas cada vez más desembozadamente violentas, llaman a la unidad entre los sectores del movimiento indígena y el progresismo” (Colectivo Memoria Quito, 17/02/2025).
La realidad que viven los ecuatorianos parece caminar en sentido contrario de las tendencias que marcan las redes sociales, destaca el escritor uruguayo Raul Zibechi, siguiendo al boletín Desde el Margen. La población empieza a visualizar que “las élites económicas, junto con las élites transnacionales, en alianza con las fuerzas militares, manejan economías legales e ilegales en un Ecuador cuya geografía y moneda (dólar) se ha convertido en el país ideal para el tránsito de droga y lavado de dinero” (Correspondencia de Prensa, 15,02, 2025).
Declaraciones de los candidatos ganadores muestran señales de los enfoques que orientarán sus campañas para la segunda vuelta. Ante la sorpresa de los resultados y el triunfo del progresismo en las siete provincias de la región Costa, el Presidente Noboa estigmatizó a su población, la mitad del país, calificándole de delincuentes y de estar con el crimen organizado, alimentando así el regionalismo y la polarización.
Diversas autoridades regionales reaccionaron con firmeza y la candidata Luisa Gonzáles declaró: “mis votantes no son delincuentes, son esos millones de ecuatorianos quienes sufren, precisamente, el mayor impacto de la violencia, la inseguridad y el narcotráfico. Ese voto refleja la desesperación, el abandono y la ineficiencia del gobierno de las élites. Su estrategia es clara, dividir aún más a nuestro pueblo insinuando vínculos con el narcotráfico para incrementar el miedo y el odio. Un verdadero líder no divide ni ataca a su pueblo; un verdadero líder une, protege y soluciona. Ecuador merece esperanza, no miedo”.
Por su parte Leonidas Iza declaró: “a quienes han hecho de la política un espacio de odio, les digo con firmeza: yo les quiero mucho, les amo, y lo único que quiero es que saquen ese odio de su cabecita y de su corazón. Porque este pueblo no cambiará con odio, sino con amor y dignidad”. Con la derecha radicalizada, rasgando el fascismo y utilizando el odio y el miedo no hay opción (Radio Pichincha, 17/02/2025).
Tanto la CONAIE como el movimiento Pachakutik han convocado para las próximas semanas a sus instancias de gobierno para analizar y resolver colectivamente su postura electoral para segunda vuelta. Mientras el gobierno y los medios de comunicación corporativos emprenden acciones con antiguos dirigentes para dividir al movimiento y a las organizaciones indígenas, Leonidas Iza lanzó el siguiente llamado al Presidente de la República: “deje se seguir entrando a dividir nuestras estructuras organizativas con la plata del Estado, utilizando a la Secretaría de Pueblos, engañando con nombramientos; no puede utilizar recursos del Estado para atacar a nuestros hermanos indígenas” (Radio Pichincha, 21/02/2025).
Alberto Ainahuano, Presidente de la organización indígena regional de la Sierra, Ecuarunari, declaró, a su vez: “Ecuador no es una hacienda”; “nuestras conciencias no son un mercado”. “No queremos que ningún vocero nos dé hablando, hoy podemos tranquilamente hablar y debatir” (CORAPE, 14/02/2025).
Está abierta la oportunidad histórica de articular una coalición para evitar que en el Ecuador se consolide la derecha oligárquica y militarista, en el contexto de la arremetida de la tendencia conservadora neo fascista en nuestra región y el mundo.