Durante el viaje que el Premio Nobel de la Paz 2024, junto a una delegación de activistas contra el desarme nuclear, ha llevado a cabo por España hemos tenido la ocasión de escuchar voces diversas unidas por la misma causa: elegir ante la posibilidad del fin de la humanidad, como consecuencia de la utilización de las armas nucleares o un simple accidente, la vida.

Rescatamos el discurso de Yayoi Tsuchida, secretaría general adjunta del Consejo Japonés contra las Bombas A y H (Gensuikyo), en el Congreso de los Diputados. Yayoi Tsuchida terminó apelando a congresistas y público para que se exija que el Gobierno español firme el TPAN y quedó claro que no es impedimento para la firma y ratificación que España sea miembro de la OTAN. Carlos Umaña -ponente también- recordó que uno de los artículos del acuerdo de entrada de España en la OTAN dice que nuestro país mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en nuestro territorio.

Gensuikyo es la entidad que nace en 1955 y que sirvió de referencia para que los hibakusha se organizaran entre sí un año después. Este viaje ha sido organizado por la Alianza por el Desarme Nuclear, de la cual forma parte Pressenza , y Gensuikyo.

Imagen: Álvaro Orús / Intérprete: Michiko Owada

Discurso

Queridos amigos de España,

Mi nombre es Yayoi Tsuchida. Soy responsable de las actividades internacionales como Secretaría General Adjunta del Consejo Japonés contra las Bombas Atómicas y de Hidrógeno (Gensuikyo). Nuestra delegación está formada por el Sr. Shigemitsu Tanaka, superviviente de la bomba atómica de Nagasaki y copresidente de la Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas y de Hidrógeno (Nihon Hidankyo), quien recibió el Premio Nobel de la Paz el pasado diciembre, así como activistas de un sindicato y de los Gensuikyos locales. Gracias por recibirnos

El objetivo de nuestra visita es concienciar a los ciudadanos, políticos, parlamentarios y líderes de los gobiernos locales españoles de la barbarie que implicaría el uso de las armas nucleares y hacer un llamamiento al gobierno español para que se adhiera al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares. (TPAN).

Amigos, por favor escuchen la experiencia del Sr. Shigemitsu sobre el bombardeo atómico. Ese ataque trajo una devastación catastrófica a Nagasaki. Y no solo eso, sigue atormentando a los supervivientes tanto física como mentalmente después de 80 años. Es evidente lo demoníacas que son las armas nucleares. Especialmente ahora, el peligro de su uso nunca ha sido mayor, y estamos al borde de una catástrofe nuclear.

Rusia ha reiterado en múltiples ocasiones su amenaza de recurrir al uso de armas nucleares en el contexto de su invasión a Ucrania. A la par, la violencia en Gaza sigue cobrando vidas. En diversas regiones del mundo, como Oriente Medio, Europa y Asia Oriental, los conflictos protagonizados por potencias nucleares han intensificado la tensión y el riesgo de una guerra nuclear. Estas naciones han continuado desarrollando, modernizando y expandiendo sus arsenales nucleares.

Ante estos escenarios de guerra y crisis nucleares, hemos hecho un llamamiento a las potencias nucleares y a otras grandes potencias para que respeten la Carta de las Naciones Unidas que promueve la abolición de las armas nucleares y la resolución pacífica de los conflictos.

En este contexto, Nihon Hidankyo recibió el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a sus incansables esfuerzos por exponer los devastadores efectos y las secuelas de los bombardeos atómicos. Han apelado a que las armas nucleares y la humanidad no pueden coexistir. Al mismo tiempo, este galardón constituye una poderosa advertencia para un mundo que se encuentra al borde de una catástrofe nuclear.

Tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, Japón sufrió la prueba de la bomba de hidrógeno Bravo por parte de Estados Unidos en 1954. Esta bomba era 1.000 veces más poderosa que la bomba de Hiroshima. La lluvia radiactiva contaminó amplias áreas del mundo, desde el Pacífico hasta el Océano Índico. Unos 1.000 barcos atuneros japoneses se vieron afectados. Se vertió una enorme cantidad de atún contaminado y los miembros de la tripulación murieron a causa de enfermedades causadas por la radiación. En respuesta a este daño, el pueblo japonés se puso en pie y, en un corto período de tiempo, recogió más de 30 millones de firmas para prohibir las bombas atómicas y de hidrógeno. Tal oleada popular llevó a la celebración de la primera Conferencia Mundial contra las Bombas Atómicas y de Hidrógeno en Hiroshima y Nagasaki en 1955, y a la fundación del Gensuikyo en el mismo año, así como del Nihon Hidankyo en 1956. Este fue el punto de partida de la lucha por la eliminación de las armas nucleares en Japón.

Desde entonces, hemos estado llevando a cabo una campaña en Japón y en todo el mundo para informar a las personas sobre los daños reales de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, para prevenir la guerra nuclear, para abolir las armas nucleares y para apoyar a los Hibakusha. Actualmente, estamos haciendo campaña para que el gobierno japonés firme y ratifique el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN). Japón, como nación bombardeada por la bomba atómica, debe liderar la abolición de las armas nucleares. Sin embargo, bajo el paraguas nuclear de Estados Unidos, Japón sigue adhiriéndose a la disuasión nuclear, promoviendo una masiva acumulación militar y adoptando una política de confrontación y peligro de guerra nuclear y militar en el este de Asia. El primer ministro Ishiba, a pesar de que los supervivientes japoneses de la bomba atómica recibieron el Premio Nobel, afirma que «Ucrania es el este de Asia del mañana» y que «crearemos una versión asiática de la OTAN y promoveremos el intercambio nuclear.»

Sin embargo, el 61% de la población apoya la adhesión del gobierno japonés al Tratado sobre la Prohibición de Las Armas Nucleares. A través de nuestra campaña, hemos presentado un total de 1.565.300 firmas al gobierno japonés exigiendo que se adhiera al tratado. Hemos instado a los gobiernos locales a que adopten resoluciones en este sentido, y actualmente alrededor del 40% de los gobiernos locales de todo el país han adoptado resoluciones a tal efecto.

Creemos que la promoción del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) es un faro de esperanza para avanzar en la abolición de las armas nucleares. En particular, creemos que es de vital importancia lograr que los Estados poseedores de armas nucleares y los países que dependen de ellas se adhieran al Tratado. Nuestra visita y nuestras actividades aquí son una acción conjunta entre los movimientos por la paz entre Japón y España.

El año pasado nos reunimos con los amigos de la Alianza por el Desarme Nuclear, quienes son nuestros anfitriones en esta visita. En nombre de la Alianza, Maribel participó en la Conferencia Mundial contra las Bombas Atómicas y de Hidrógeno el pasado agosto. Expresamos nuestro profundo respeto por sus esfuerzos para concienciar sobre la inhumanidad de las armas nucleares y hacemos un llamado a su gobierno, que es miembro de la OTAN, para que se adhiera al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN). Las armas nucleares no pueden proteger la paz ni la seguridad de los pueblos del mundo. Continuamos la lucha común en Japón y España. Trabajemos juntos.