Por sexta semana consecutiva el Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo, MCTSA, realizó una manifestación en los alrededores del Palacio de La Moneda exigiendo al gobierno y al Estado de Chile acciones urgentes para lograr encontrar con vida a la defensora ambientalista mapuche Julia Chuñil, víctima de desaparición forzada desde el 8 de noviembre pasado.

La acción de este viernes 24 de enero se vio obstaculizada por las fuerzas policiales que impidieron la caminata del colectivo pacifista rodeando la sede de gobierno, por lo que el Movimiento se vio obligado a realizar su acción en una vía bloqueada, la histórica calle Morandé.

El despliegue de Carabineros para impedir la caminata del MCTSA dejó en evidencia dónde están las prioridades del gobierno del presidente Gabriel Boric. Así, mientras despliega la fuerza policial para bloquear y hostigar las acciones destinadas a dar a conocer y exigir acciones urgentes para encontrar a Julia Chuñil, vista con vida por última vez hace más de 70 días, en otro caso incluso anuncia con gran antelación sus posibles próximos pasos. Se trata del secuestro y muerte del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, refugiado político en Chile, que se resolvió en solo 10 días gracias a una vasta movilización policial en febrero de 2024. Esta semana, la ministra del Interior Carolina Tohá anunció que se recurrirá a la Corte Penal Internacional en caso de comprobarse una de las tesis investigativas que apunta al rol del gobierno de Venezuela en el secuestro y muerte de Ojeda.

Este viernes, las exigencias del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo resonaron con mayor fuerza y energía al costado del Palacio de La Moneda, en Calle Morandé, donde se repitió una y otra vez la pregunta ¿dónde está Julia Chuñil? y se emplazó al gobierno y órganos del Estado a investigar, encontrar con vida a la ambientalista mapuche y llevar a la justicia a los responsables de su desaparición forzada. Se recordó que Julia Chuñil sería la sexta víctima de este crimen contra la humanidad que se registra en Chile desde el término de la dictadura. En su caso, las sospechas apuntan a las empresas extractivistas, particularmente al empresario forestal Juan Carlos Morstadt, quien desde 2018 venía hostigando y amenazando a la lamngen mapuche por su defensa del bosque nativo que el extractivista forestal buscaba comprar para talar y explotar según se desprende de la querella interpuesta por la familia de Julia Chuñil y la ONG Escazú Ahora.