Durante mucho tiempo se creyó que el diseño del sitio de Rujm el Hiri estaba alineado con los cuerpos celestes, pero un nuevo estudio ha puesto en duda esta teoría.

El sitio arqueológico de Rujm el Hiri, en los Altos del Golán, fue siempre considerado por los arqueólogos como una especie de observatorio astronómico. Sin embargo, una investigación de dos universidades israelíes parece indicar que esta convicción sería errónea, lo que arroja un interrogante sobre cuál fue la finalidad de su construcción, informó la Universidad de Tel Aviv.

Este emblemático yacimiento, conocido también como el ‘Stonehenge de Oriente’ o la ‘Rueda de los Fantasmas’, comprende un túmulo funerario central rodeado por varios círculos concéntricos de piedra basáltica.

A pesar de que no se conoce con certeza el propósito de Rujm el Hiri, los arqueólogos conjeturaban que tenía una función en rituales religiosos asociados con fenómenos astronómicos, como los solsticios y los equinoccios. Esta creencia se sostenía en el hecho de que los muros y las entradas del sitio están alineados con los cuerpos celestes. O al menos eso es lo que se creía hasta ahora.

Desmintiendo la creencia anterior

El trabajo conjunto entre la Universidad de Tel Aviv y la Universidad de Ben Gurión, publicado en la revista Remote Sensing, detectó que  a lo largo de 150 millones de años los movimientos tectónicos provocaron desplazamientos del terreno a un ritmo de 8-15 milímetros al año en la zona. Estos desplazamientos hicieron que el suelo rotara en sentido contrario a las manecillas del reloj después de que se construyera Rujm el Hiri hace unos 5.000 años.

Según la investigadora Olga Khabarova, esto significa que no era posible deducir alineaciones astronómicas válidas a partir de la posición actual del sitio. Además, la reconstrucción de un mapa del cielo tal como habría aparecido entre los años 3.500 y 2.500 antes de Cristo indicó que las entradas y los muros en ese período eran diferentes con respecto a su ubicación actual.

Estos hallazgos socavan la creencia sostenida durante mucho tiempo de que el diseño de Rujm el Hiri estaba en sintonía con los eventos celestes. Por otro lado, los especialistas comentaron que se cartografió el paisaje arqueológico que rodea al sitio.

Esto les permitió identificar varias características del entorno, incluidas estructuras circulares con diámetros que varían entre los 40 y 90 metros, paredes gruesas y recintos de unos 20 metros de ancho. Los investigadores teorizaron que estos elementos estaban destinados a funciones agrícolas o pastoriles.

Asimismo, documentaron decenas de túmulos funerarios, algunos de los cuales pudieron haber funcionado como instalaciones de almacenamiento, refugios o viviendas. «Este nuevo estudio no solo abre una ventana para comprender Rujm el Hiri, sino que también enriquece nuestro conocimiento de la vida antigua en los Altos del Golán y las conexiones entre varios hallazgos arqueológicos en la zona», concluyeron.

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