Chigualo es la fiesta más antigua y significativa de los montuvios y afros de Ecuador. Los chigualos y los arullos son dos cantos de tradición oral de la cultura afroecuatoriana, específicamente de la región de Esmeraldas, ubicada en la frontera noroeste del país. En este ritual, que incluye canto, baile, música, se pueden cantar ‘arrullos’ para los niños, para que su alma se vaya jugando.

El pasado 8 de enero, a un mes del asesinato de los niños Josué, Ismael, Steven y Nehemías a manos de militares ecuatorianos, el pueblo negro de Guayaquil se levantó para exigir justicia y honrar su memoria, con una gran marcha que culminó en un acto simbólico, con la celebración de un ‘chigualo’. “Vamos a arrullar a nuestros niños” rezaba el afiche de la convocatoria. Al grito de “¡El racismo mata, la comunidad negra se levanta!”, la marcha comenzó en la Casa Comunal del barrio Las Malvinas y pasó por las casas de los niños, hasta el Mall del Sur, donde fueron detenidos el 8 de diciembre pasado.

Un homenaje a los 4 niños asesinados y a todas las infancias negras que siguen siendo víctimas de un sistema que las criminaliza y de un Estado racista:

“Tilín tilín que los han matado. Tilín tilín ¿Quién el autor? Tilín tilín, ya nos dimos cuenta. Tilín tilín, el Estado no hace nada”.

En medio de los cánticos de los arrullos, se escucha la voz del poeta popular:

“Hay un silencio profundo que en diciembre comenzó,
la inocencia de este mundo, con los cuatro se marchó.
Niños negros han nacido, con pureza cristalina
en Guayaquil, Las Malvinas, por el barrio conocido.
Y están desaparecidos por el Estado rotundo, por militares inmundos.
Por la muerte y su cantar hay un silencio profundo.
Mataron las ilusiones en los ojos de la gente,
que vieron conscientemente la milicia y sus acciones.
Cuatro desapariciones, la búsqueda ya empezó,
la gente se organizó sin pensar en la maldad,
el camino, la crueldad, que en diciembre comenzó.
Todo el mundo fue testigo de las malvadas acciones de militares matones,
que dejaron sin abrigo a los padres, los amigos,
que buscan en lo profundo, ante este daño rotundo
de la muerte de Steven, Nehemías, Josué, Ismael,
la inocencia de este mundo.
Cuatro hogares destrozados, cada uno con su sueño,
quiteños, guayaquileños piden respuesta al Estado.
Ecuador ha protestado, lo más triste se escuchó.
Nochebuena se ha esfumó si no aparecen los niños.
Miles de sueños de armiño con los cuatro se marchó”.

En memoria de Steven, Ismael, Josué y Saúl (Foto: Xavier Granja)

En memoria de Steven, Ismael, Josué y Saúl (Foto: Xavier Granja)

Una joven dirigente afro clama ante la multitud: “primero, que nos dejen de matar, por favor, saquen a los milicos de las calles, saquen esas políticas de represión”

 

*Fotografías: una colaboración de Xavier Granja (director de la carrera de Diseño Fotográfico en La Metro)