La humanidad celebra hoy el Día Mundial contra la lepra, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad y reducir el estigma que sufren las personas que la padecen.
Se trata de una enfermedad infecciosa crónica causada por Mycobacterium leprae, que afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, las superficies mucosas de las vías respiratorias superiores y los ojos.
El tiempo medio de incubación de la también llamada enfermedad de Hansen —apellido del médico noruego que la descubrió en 1873— es de cinco años, aunque los síntomas pueden tardar hasta 20 años en aparecer.
Existe un tratamiento que permite a los enfermos controlar este mal e incluso se puede llegar a la cura, en tanto la detección temprana disminuye extraordinariamente los riesgos de deformidades y discapacidad entre los pacientes, muchos de ellos niños.
Esta es una enfermedad tropical desatendida que todavía se presenta en más de 120 países y cada año se notifican más de 200 mil casos nuevos.
Por las heridas que produce, la lepra ha sido siempre considerada como maldita y se apartaba a los enfermos a lugares retirados y en muchos casos, se les abandonaba, estigma que aún continúa en nuestros días.
En más de 50 países existen leyes que discriminan a las personas afectadas y, en la práctica, hay costumbre de relegar a los enfermos y tratarlos como parias, e incluso a los niños que contraen la enfermedad no se les permite asistir a la escuela.
De ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS), de conjunto con personalidades y organizaciones del planeta, cada año hagan un llamado en favor de un mundo en el que todas las personas afectadas por la lepra puedan vivir con dignidad y disfrutar de todos sus derechos humanos básicos. En septiembre de 2024 Jordania se convirtió en el primer país del mundo en el que fue verificada oficialmente la eliminación de la lepra.
En esa ocasión, el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom, felicitó a la nación árabe “por este impresionante hito” y aseguró que “país por país estamos frenando la transmisión y liberando a las personas, familias y comunidades del sufrimiento y estigma” que provoca este mal.