Por Gabriel Fernández *

Me tomé un buen tiempo para recorrer los más variados medios internacionales. También comprobar su amplia repercusión local. El ambiente está instalado y tiende a profundizarse. Los enemigos de la humanidad, plantean, son Donald Trump, Marck Zuckerberg, Jeff Bezos, Elon Musk y Robert Kennedy. El epicentro resulta ser la lucha contra el fascismo. Los derivados, la enfática batalla por los derechos.

Si bien esos espacios tienen práctica y saben lo que hacen, es posible constatar que la metodología evidenciada es muy similar a campañas anteriores. Las grandes corporaciones financieras dictan los contenidos y se empeñan en cuestionar a los ricos y a la plutocracia, ostensiblemente ligados al autoritarismo trumpiano. Hoy como ayer, dicen, la democracia está en juego.

La reiteración aburre, pero cobija. Genera la comodidad de un clima conocido, manejable. Quien armó su constelación en base a la derrota, sigue en línea; perseguido, vapuleado, bueno. Cómo no sacar selfies de realce si quienes las contrastan son adinerados. Cómo no sentirse digno si los adversarios anuncian su sendero con determinación. Y que no vengan con los BRICS: sus victorias trascendentes borronean el libreto del deprimido.

El quiebre de la Europa occidental es hondo, e intenta ser relevado por imágenes de la maldad empresarial. El de los Estados Unidos conducido por el atlantismo, es sencillamente catastrófico. Los forzados ideogramas pretenden relativizar semejantes fracasos y mostrar un mundo en persistente derechización para sostener la ruinosa unidad alcanzada desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Pero ya no hay tal control. Hay fotos.

Sin embargo, el planeta real ha crecido lo suficiente como para relativizar la movida periodística y valora sus propias construcciones. Lo único que entristece es la emulación que las voces alternas o populares despliegan en beneficio de los conglomerados. Cada medio progresista sureño reitera los fundamentos ofrecidos por El País y toda la lista de mentirosos seriales en los más diversos idiomas.

Esa es la atmósfera conocida, portadora de un aire de familia. En pocos días, la agenda verde será posicionada en las portadas.

* Director La Señal Medios