Ecuador celebró las fiestas navideñas en medio de la conmoción por la “desaparición forzada” en manos militares de cuatro niños de origen afro, en el barrio popular Las Malvinas ubicado en el sur de Guayaquil, el puerto principal del país. Las autoridades negaron los hechos buscando ocultar o tergiversarlos, pero la movilización y denuncia de los familiares, de las organizaciones de Derechos Humanos y de la ciudadanía lograron destapar y hacer público el caso bajo el grito “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, tras dieciséis días de silencio y encubrimiento. En una audiencia de habeas corpus, celebrada el 24 de diciembre de 2024 la jueza Tanya Loor elevó la investigación a “desaparición forzada” de los adolescentes bajo la responsabilidad del Estado ecuatoriano, revelando vacíos, faltas y omisiones en el caso, conocido como “los cuatro de Las Malvinas”. Billy Navarrete, director del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) de Guayaquil, aseguró que toda esta serie de errores de procedimiento se enmarcan en la figura típica de la desaparición forzada, que incluye la detención arbitraria, la ausencia de información sobre el paradero del detenido y la confabulación para intimidar o atacar al denunciante (Primicias, 26,12,2024)
Steven Medina, de 11 años, Josué Arroyo, de 14 años, Nehemías Arboleda, de 15 años e Ismael Arroyo, de 15 años, están desaparecidos desde el 8 de diciembre de 2024. “Esa noche, a las 20:30, los adolescentes jugaban futbol y luego decidieron ir al Mall del Sur, en el camino fueron interceptados por dos patrulleros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Los militares descendieron de los vehículos, realizaron disparos al aire y persiguieron a los menores. Lograron capturar a cuatro de ellos, a quienes los golpearon violentamente antes de subirlos al balde de la camioneta militar, según señala un recurso judicial presentado por la familia de los adolescentes y difundido en un comunicado de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (www.asfadec.org). El mismo comunicado recoge el testimonio de Ronny Medina, padre de Steven: “en un video se ve clarito que le tienen a mi hijo en una camioneta, pisándole la cabeza y a los demás cómo les golpean”. Los niños participaban en los campeonatos de fútbol del barrio para no ser víctimas de la delincuencia: “mis niños querían ser futbolistas”, relata la abuela de los menores desaparecidos. “El más grande decía, mami, yo voy a hacer el primero, el que voy a traer esa plata para que tenga una casa grande” (Radio Pichincha, 25,12, 2024)
La desaparición de Steve, Josué, Nehemías e Ismael “no es la única, hay muchísimas más desapariciones”, destaca el abogado Romel Jurado, ex Secretario Ejecutivo de la Comisión de la Verdad; “hay muchísimos más usos inadecuados de la fuerza, hay muchísimas privaciones de libertad arbitrarias, hay muchísimas más torturas” (Radio Pichincha, 26,12, 2024). El pronunciamiento de ASFADEC, señala que, “según el Ministerio de Gobierno, de enero a noviembre de 2024 existen 784 personas desaparecidas y en lo que va del año se registraron más de 5.000 denuncias por desaparición”.
Las doctrinas del “enemigo interno” de los 80’s y del “Derecho penal del enemigo” se han vuelto a instalar en el país a partir de la declaratoria oficial del gobierno del Presidente Noboa en enero de 2024 del denominado ‘Conflicto armado interno’; según explica Jurado: “se establece un enemigo, se construye un imaginario del enemigo, entonces, se sienten autorizados los miembros de la fuerza pública para actuar contra el enemigo y neutralizarlo. Frente al enemigo no hay reglas. Pueden ser enemigos los afroecuatorianos empobrecidos, los indígenas, los luchadores sociales, los periodistas críticos, etc.
Al momento se han activado los protocolos de búsqueda de los menores en todo el país y los familiares realizan diligencias para confirmar la identidad de cuatro cuerpos hallados incinerados, la víspera, en una zona rural cercana al destacamento militar donde presuntamente fueron trasladados los niños.
Frente a esta escalada de violencia, que ha vivido el país durante 2024, ASFADEC hace un llamado a “mantener viva la memoria: es necesario y más ahora que vemos que más personas siguen desapareciendo. Ecuador está incompleto”. Por su parte, Romel Jurado, recordando a Pedro Restrepo (padre de dos adolescentes desparecidos por la Policía hace 34 años, símbolo de la lucha contra la impunidad, fallecido hace pocos días), enfatiza que la “única garantía, la única posibilidad de que haya justicia es que nos movilicemos, que nos organicemos, que no olvidemos, que sigamos hablando hasta que nunca más se produzca”.