La crisis hídrica en las regiones norteñas pone sobre el tapete la importancia de proteger las nacientes de agua que también se encuentran bajo amenaza por la expansión de la gran minería y el otorgamiento de las concesiones mineras que ocupan el 22.9% y 21.8% de los territorios de Piura y Cajamarca, respectivamente.
Por: Red Muqui
Pero esta situación del déficit hídrico ya se veía venir en Piura. Hace dos meses el Servicio Nacional de Metereología e Hidrología del Perú (Senamhi) Zonal Piura advirtió al Proyecto Especial Chira Piura (PECHP) y al Consejo de Recursos Hídricos sobre el estado de los reservorios Poechos y San Lorenzo, así como la ausencia de lluvias y las proyecciones alarmantes para fines de año y verano de 2025, según el portal periodístico Norte Sostenible que tuvo acceso al informe técnico titulado “Condiciones e hidrológicas actuales y perspectivas en el departamento de Piura periodo octubre – diciembre 2024, y verano 2025”.
PIURA
La principal fuente de agua nacen en los páramos y bosques de neblina de Ayabaca y Huancabamba y parte del Ecuador, ecosistemas frágiles que captan y regulan el agua de la lluvia, para luego a través de los ríos Piura, Chira, Quiróz y Chipillico y el embalse San Lorenzo y la represa de Poechos, llevar este recurso hídrico para el sostenimiento de vida las poblaciones rurales y urbanas de la costa, especialmente del bajo Piura. Precisamente, en este ecosistema frágil pretende instalarse el megaproyecto minero Río Blanco a tajo abierto para la explotación de cobre y molibdeno. Desde hace diecisiete años, la empresa minera china Zijin no ha logrado ingresar al territorio porque no tiene la licencia social de las comunidades campesinas de Ayabaca y Huancabamba, donde más del 95% de habitantes dijeron no a la minería y decidieron conservar su modelo económico basado en la agricultura familiar.
El Valle de San Lorenzo, donde se produce el limón piurano para el cebiche y el mango que llega a distintas ciudades del Perú y del mundo, se abastece del agua de estos páramos y bosques de neblina. Otro proyecto minero que pone en riesgo los alimentos que se cultivan en los Valles del Medio y Bajo Piura es El Algarrobo, declarado de interés nacional por el Ministerio de Energía y Minas y ProInversión a pesar de que la población de Tambogrande (el 98.65 % de votantes) dijo no a la minería en una consulta popular del año 2002, la primera en Latinoamérica que marcó un precedente en la defensa del medio ambiente, agua y agro.
El reservorio Poechos extrae el agua de las cuencas de los ríos Chira y Piura, que luego se utiliza para el riego de cultivos permanentes y temporales, para el uso doméstico es a través del servicio de agua potable de la EPS Grau. Por ahora, varias cisternas reparten el agua a la población local; mientras que, el Gobierno declaró en emergencia 34 distritos piuranos por déficit hídrico.
En esta región suma en total 1557 concesiones mineras, a cargo de 569 titulares, que se encuentran, sobre todo, en las provincias de Ayabaca, Piura, Sechura, Paita y Talara, según el portal Servindi. Solo la provincia de Sechura tiene más de la mitad del territorio destinado para la producción minera de cobre, potasio, plomo, plata, carbón de azufre, bentonita y baritina; mientras que, el 20% en la provincia de Piura y su distrito La Unión con un 40%.
CAJAMARCA
En esta región el problema es aún más crítico. El río Grande, principal suministro hídrico de la ciudad de Cajamarca, abastece la planta de tratamiento El Milagro de la empresa Sedacaj. La empresa Yanacocha en la práctica se ha apropiado abusivamente de este afluente. En 2011 alcanzó su nivel más alto de captación de agua, 128 millones de metros cúbicos; es decir, el doble de lo usado por el sector agropecuario que consume apenas 68 millones de metros cúbicos anuales, de acuerdo a un video difundido por Grufides que cita una investigación realizada por CooperAcción. Ambas instituciones están asociadas a la Red Muqui.
“Las actividades mineras no solo destruyen montañas y contaminan el medio ambiente, también arrasan fuentes hídricas, dejando sin agua a la población. En cuanto al cambio climático, la minería contribuye a este fenómeno, ya que para extraer el mineral se remueven grandes cantidades de tierra con explosivos o maquinaria pesada, las cuales funcionan con combustibles fósiles que liberan CO2 y otros contaminantes”, extracto del audiovisual.
Hasta el 2021 se conocía que este departamento acumulaba 1884 concesiones mineras (tituladas, en trámite y otros). Así también hay otros megaproyectos que pretende imponer el régimen de Dina Boluarte como Colpayoc y Conga, que permanentemente son motivo de movilizaciones ciudadanas, debido a los impactos ambientales que generaría sobre las lagunas, nacientes de agua, manantiales y ojos de agua, como el resto de la flora y fauna.
En ambas regiones también se han registrado actividades mineras ilegales e informales. Frente a esta crisis hídrica, debemos proteger los ecosistemas frágiles, como los páramos y bosque de neblina y las cabeceras de cuenca, fundamentales para la vida de las comunidades campesinas y poblaciones urbanas.
Mapa de concesiones mineras de la región Piura. Elaborado por el Área Socioambiental de la Red Muqui
Mapa de concesiones mineras de la región Cajamarca. Elaborado por Grufides