Por Jorge Pardés

El equipo base de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia visitó la sede de la Universidad Madres de Plaza de Mayo (UNMA) y sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y fue recibido por su rectora Cristina Caamaño y la presidenta de la asociación, Carmen Arias, el 12 de diciembre a su paso por la ciudad de Buenos Aires.

Uno de los objetivos de esta reunión fue manifestar el apoyo a la universidad ante los ataques que enfrentan del gobierno nacional, en su avanzada contra la educación pública, las universidades y en particular hacia esta casa de estudios.

El intercambio les permitió recabar la información que será compartida con otras universidades internacionales que apoyan la Marcha por la Paz y la No Violencia y fomentar la incorporación de programas enfocados en la educación por la paz y la no violencia en las universidades del mundo.

Rafael de la Rubia, miembro del Movimiento Humanista y promotor de la primera Marcha Mundial, entregó a la Universidad un libro de esa primera marcha y otro de la publicación del homenaje a Galileo Galilei, Giordano Bruno y otros precursores de la ciencia de hoy, que el humanista y científico Salvatore Puledda realizó el 7 de enero de 1989 en Florencia, la capital del humanismo histórico, con el manifiesto del compromiso de luchar decididamente para que el avance de la ciencia se ponga al servicio del ser humano.

Cristina Caamaño, la rectora de la Universidad, leyó el compromiso ante toda la comitiva.

Aquella primera marcha pasó por Buenos Aires el 30 de diciembre de 2009 y fue recibido por la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

Otros vientos soplaban por aquellos tiempos

Otro objetivo de este encuentro fue honrar el legado de las Madres de Plaza de Mayo, destacando la importancia de la resistencia pacífica en la búsqueda de memoria, verdad y justicia que vienen sosteniendo desde hace más de 47 años y que dio lugar entre otras acciones a la fundación de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo hoy convertida en universidad nacional.

Después de una distendida charla, los marchantes recorrieron la sede, con la guía de la presidenta de la asociación Carmen Arias, que asumió luego de que Hebe de Bonafini “cambiara de casa”, como le gustaba decir a ella. Les mostró su pequeña oficina con sus recuerdos, tal como estaba el día de su partida.

“Este encuentro reafirma nuestro compromiso con la educación y los derechos humanos en Argentina”, sintetizó Rafael de la Rubia.