Esta mañana, en dependencias de la Casa de la Cultura Víctor Jara del municipio comunitario de La Cisterma, su alcalde Joel Olmos lideró una instancia de recepción a la comitiva de marchantes por la paz y la no violencia provenientes de países como España, Argentina y Colombia.
Acompañado de la diputada Ana María Gazmuri (Acción Humanista), su par y presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch; la concejala Mónica Quezada (Partido Comunista), además de representantes de organizaciones como el Colegio de Periodistas, la ONG Manos Diversas y la Comisión Chilena de Derechos Humanos; el alcalde Joel Olmos firmó la adhesión a los principios y propuestas de la iniciativa, entre los que se cuenta:
El desarme proporcional de los Estados
La objeción de conciencia como derecho fundamental ante el militarismo
La urgente reconstrucción de las Naciones Unidas
Asegurar las condiciones para un planeta plenamente sostenible
La no discriminación arbitraria de ningún tipo.
La no violencia como cultura y la no violencia activa como metodología de acción.
Desde la comitiva de marchantes, el español y vocero de la iniciativa global, Rafael de la Rubia, expresó: “mis sinceros agradecimientos al alcalde de La Cisterna y todos quienes hoy nos recibieron tras recorrer los cinco continentes. Estamos dando vuelta al planeta para destacar que hace falta hacer algo para aprender a resolver los conflictos de manera pacífica, sobre todo en un mundo con creciente crispación (…) buscamos que cada cual haga su parte para la construcción humana global lo que permitirá abrir futuro en base a valores de paz, diversidad y diálogo”.
Por su parte, el alcalde Olmos afirmó: “Si cada entidad, organización, municipio, gobierno, se compromete contra el armamentismo, contra las invasiones, guerras y genocidios, será posible ejercer presión global para frenar estos fenómenos inhumanos e irracionales. Combatir la violencia es también luchar contra la homofobia, la xenofobia, el racismo, el odio religioso y toda discriminación arbitraria. En este sentido, desde el Municipio Comunitario, hemos trabajado creando instancias como las oficinas de la diversidad y disidencias sexuales, la de diálogo interreligioso, la de Migrantes y Refugiados, o la de discapacidad.”
Por otro lado, Olmos manifestó interés en “instancias de coordinación y trabajo en equipo desde el mundo municipal, como Mayors for Peace. Es de interés el poder sumarnos pero también replicar iniciativas similares, generando red entre municipios con una mirada que converge en estos valores.”
Frente a una situación mundial más peligrosa y violenta, con riesgos de una guerra nuclear y el aumento del gasto excesivo en armamentos, es que se está llevando a cabo esta tercera Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, desde el pasado 02 de octubre para culminar el próximo 05 de enero en Costa Rica.