Hay muchos temas importantes sobre los cuales escribir. Pero parece que ahora el tema, es Donald Trump. Es que es muy cierto que el asunto nos incumbe a todos, porque el Presidente del país del norte es el Presidente de casi todo el mundo, para bien o para mal. Nos deberían consultar a todos para elegir a esta persona, pero lógicamente no lo hacen.
Lo primero que quiero decir es que no creo que sea tan importante, porque el tipo es un fanfarrón, que pocas veces hace lo que dice y además dice falsedades con toda frescura; por ejemplo, que los inmigrantes que viven en el pueblito tal, se comen a las mascotas, perros y gatos de los buenos ciudadanos norteamericanos y blancos.
Pero muchos hispanos votaron por él. Lo han explicado diciendo que están preocupados por la situación económica.
¿Y qué es lo que pasa en esta materia? Pues que hay una inflación creciente, que todo está muy caro, dicen los norteamericanos más pobres.
La situación económica de cada país se mide por otros indicadores y, al parecer, la norteamericana, en términos generales no está mal, aunque con una inflación relativa pero controlada.
Pero sospecho que se está comenzando a producir lo que ocurre en casi todos nuestros países del llamado tercer mundo: la desigualdad. Hay muchos multimillonarios, fuera de Trump, allí está el hombre más rico del mundo, Elon Musk. Pero las clases populares, clases medias, obreros y esa gente (porque las hay), está sufriendo los golpes de la inflación.
Desde luego, lo que ellos llaman hispanos o latinos, son casi todos migrantes de primera, segunda o tercera generación, que tienen el cabello y los ojos más oscuros y a menudo también la tez.
Paro el aumento en un 20% de los precios de los bienes de consumo básicos, verduras, carne, gasolina, etc, afecta a las clases más pobres: obreros, campesinos, clases medias, migrantes legales, negros, hispanos y otros. Así lo han declarado algunos hispanos entrevistados: ellos votaron por Trump porque el gobierno de Biden/Harris los ha tratado mal.
Todos los artículos de diarios y comentaristas norteamericanos señalan que Trump obtuvo el voto de negros, hispanos y otras etnias, mientras que mantuvo su base “blanca.”
Siempre hablan de “blancos”, porque para ellos los seres humanos se clasifican por razas, y naturalmente los blancos, blanquitos de cabello rubio y ojos claros, son los mejores, los dueños del mundo. Los demás, negros e “hispanos”, como llaman a los latinoamericanos, sobre todo a los mexicanos que son más de 32 millones en Estados Unidos, de primera a tercera generación, les sirven para sacar votos a veces y ganar una elección. Pero se nota el desprecio que les inspiran.
Acuérdense ustedes como a Kamala Harris la llamaban “negra”, cuando de negra no se le veía nada.
Por ejemplo, dicen por ahí que Trump tenía una excesiva dependencia del “voto blanco”, que lo situaba en inferioridad de condiciones frente a los demócratas, pero lo logró superar y eso le dio el triunfo.
Los “hispamos” que votaron por Trump expresan que él se comprometió a “reducir los costos de los bienes de consumo, restaurar la economía, restablecer la prosperidad estadounidense, y garantizar la seguridad en el país.”
La interrogante ahora es ¿Lo podrá hacer? La verdad es que todo el mundo está preocupado, incluso los europeos. Es que Trump es un hombre impredecible y de decisiones repentinas, xenófobas, que pueden ser peligrosas.
Hasta el ministro de Relaciones Exteriores de Francia ha dicho que los sucesivos gobiernos han olvidado a las clases populares: “Esa victoria tan amplia es el resultado de décadas de ceguera de las élites sobre los cambios en el mundo y de haber negado la exasperación legítima de las clases medias y populares, cansadas de sentirse desconsideradas y desposeídas”.
También los franceses y otros europeos están pensando cómo liberarse del dominio yanqui, que ellos han aceptado no por razones económicas, sino simplemente militares, para que los defiendan de los malvados rusos. Es que tienen terror a que los rusos los ataquen y los invadan ¿Por qué? No lo sé, los rusos ya no son comunistas, pero ese miedo es el que ha movido a los europeos todo el último tiempo. Debe ser porque el pueblo ruso derrotó a Napoleón que tenía al mejor ejército del mundo. Y casi siglo y medio después, derrotó al ejército de Hitler que estaba conquistando media Europa. No fueron las mismas personas ni fue el mismo gobierno, pero fue el mismo pueblo el que defendió su patria amada.
Y finalmente, habrá que decir que Trump, por muy fanfarrón que sea y no pueda cumplir todas sus promesas, hay una que sí va a cumplir muy fácilmente: seguir contaminando y contaminar cada día más. Porque es un negacionista convencido, de eso no hay duda. Si lo logra, será un gran triunfo para un hombre tan pretencioso: haber terminado con la especie humana y toda otra manifestación de vida en este planeta.
Pero no se angustien demasiado, que no somos los únicos en el universo. Los científicos saben que hay vida inteligente en planetas muy lejanos y nuestro triste destino puede ser una lección para ellos a fin de que no confíen su suerte a un Trump de por allá.
Y después sigo, pero en otro artículo para no alargarme, con la parte más difícil y complicada “Trump y América Latina, principalmente México”. Pero eso será cuando el hombre asuma el poder, que va a ser en enero de 2025, o sea en alrededor de un mes y medio más.