PIA Global.

Por Oscar Rotundo*. – Estamos en la actualidad ante distintos eventos en Argentina que marcan una sucesión de momentos fascistas como una tendencia que será impostergable revertir si queremos construir espacios de producción política que nos permitan avanzar en la construcción de gobiernos soberanos e independientes de la geopolítica imperialista.

En Argentina, en tanto avanza el plan de negocios montado por la mafia de Milei – Caputo y Sturzenegger, la democracia liberal comienza su metamorfosis mutando hacia una estructura autocrática profundamente reaccionaria que, entendiendo cuales son los próximos pasos en este plan de expropiación a los trabajadores, productores y sectores más vulnerables de la sociedad, prepara fuerzas de choque y represión tanto legales como ilegales.

No es un tema exclusivo de nuestro país, es por eso que atentamente desde Venezuela se convocó a un Congreso Antifascista y desde él a la reproducción de Capítulos en distintas partes del mundo, con un ojo puesto en el redespliegue amenazante del Comando Sur y sus diversas estructuras para desestabilizar a los procesos revolucionarios consolidados, y el otro para evitar las agresiones y exterminio de la organización de los pueblos resistentes a los planes de saqueo y depredación sobre nuestros recursos naturales y energéticos.

La derrota de Bolsonaro en Brasil, Macri en Argentina y de la banda de Uribe-Duque en Colombia, no ha sido suficiente para avanzar en la construcción de una cultura que desmonte al fascismo, es por eso que con diferentes estrategias y relatos mentirosos amparados desde la práctica del lawfare y desde una arquitectura multimediática para inundar de fake news los espacios de información, se los empieza ver apoderándose de espacios legales, participando en procesos electorales, accediendo a la administración del Estado para desmontar las áreas que asisten a los sectores populares y consolidar las que posibilitan la rapiña más descarada.

En un año, estos momentos fascistas se han multiplicado, pero podríamos tomar como un episodio anticipatorio, el atentado a la ex presidenta y en aquel momento vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en donde “la Bala” no salió, y el “kilombo no se armó”. ¿Llegamos a Milei de la mano de la impunidad y la anomia?

Estamos ante nuevos desafíos viendo como la “mesa Chica del poder” ejecuta distintas maniobras para destruir las referencias del movimiento popular, desprestigiando y judicializando a sus líderes, acotando sus movimientos y preparando, corrupción mediante, nuevas reglas del juego electoral en donde siempre gane el que tiene las cartas marcadas.

A la narrativa de “los zurdos de Mierda”, repetida una y mil veces por el inquilino de la “rosada”, se suman los aprietes y las bravuconadas de una miserable y enfermiza feligresía, que no responde a “las fuerzas del Cielo”, responden a sus bastardos intereses económicos y a su indisimulable condición de resentidos antisociales.

Yotubers, influencers, lumpenes oportunistas y navegantes de los suburbios del bajo mundo de la promiscuidad política, han devenido en representantes y dirigentes políticos de un cambalache ideológico que pretenden presentar como proyecto nacional esgrimiendo que de sus prácticas “la Libertad avanza”.

Lo que en realidad ha avanzado es la desocupación por la destrucción de pequeñas y medianas empresas y de otras de gran calibre que se han mudado a otras tierras para exportar los productos que fabricaban acá. También, por el desguace del Estado que, en esta primera etapa, ha expulsado a miles de trabajadores en las áreas de salud, científico tecnológico y de servicios. Además, el gobierno se esfuerza en sacarle los ahorros a los cada vez menos ahorristas en dólares con su voracidad financiera para colocar cada dólar y peso en las “mesas” que les otorgan dividendos extras para ellos y sus amigos.

El tema es que, a mayor concentración de poder, se aplica una mayor represión, y como el ideario del primer mandatario transita por las excretables prácticas del sionismo, en nuestro país aparecen fanáticos advenedizos que pretenden emular a los “colonos” criminales usurpadores de la heroica palestina.

El oficialismo ha impulsado la formación de núcleos de provocadores, más institucionalizados que aquellos que originalmente se identificaban como “los Copitos”. Hace unos días apareció en escena un grupo denominado “Las fuerzas del cielo”, que pretende desarrollar tareas de amedrentamiento y coacción sobre el movimiento popular, para que la destrucción del Estado y los derechos adquiridos de los trabajadores, no generen una ola de protestas que pongan en jaque al gobierno. Detrás de estos pretenciosos neofascistas se esconde una simbología y retórica que pretende emular a las hordas que comandara “il Duce”.

En la localidad de San Miguel, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, cerca de la Ciudad Autónoma, lugar en donde se encuentra uno de los ex campos de concentración de la dictadura cívico-militar de 1976, denominado “Campo de Mayo”, los seguidores de Milei, realizaron la presentación de su agrupación “Las fuerzas del cielo”.

Los oradores de este evento, que congregó a cerca de 100 personas, en su mayoría varones de unos treinta años de edad, nos dejaron mensajes claros de cuál es su papel principal en el escenario político, “Las fuerzas del cielo es el brazo armado de La Libertad Avanza. […] La guardia pretoriana del presidente Javier Milei. Sus soldados más leales, los que estuvieron al principio y los que van a estar hasta el final defendiendo el proyecto de país de Javier Milei y sus ideales. La escenografía del lugar, mostraba pendones y carteles en los que se leía «Argentina será el faro que ilumina el mundo», «Dios», «propiedad», «libertad», «vida», «patria» y «familia».

Para ahondar sobre estos personajes y su acting, recurriremos al filósofo antifascista Rocco Carbone, que en un aporte reflejado en el documento del Capítulo argentino de la Internacional antifascista [1], nos ilustra con los siguientes conceptos: “La palabra “faro” dentro de la esfera de la Libertad Avanza tiene una connotación peculiar. Una teórica militante feminista revolucionaria del siglo XX -Clara Zetkin- nos recuerda que una característica del fascismo es el uso de la violencia organizada por tropas de choque. En la experiencia arqueológica del fascismo estas tropas se llamaban escuadras y sus integrantes, squadristi: grupos paramilitares cuyo trabajo consistía en desplegar “terror directo y sangriento” contra la clase trabajadora y lxs dirigentes de los partidos de izquierda.

Este encuadramiento reaccionario, que ya a generado agresiones en distintos lugares contra trabajadores que reclamaban sus derechos, todavía se manifiesta en forma embrionaria, pero por otra parte desde el brazo institucional de la represión, la ministra de seguridad Patricia Bullrich ha creado la Unidad Especial de Agentes Encubiertos, cuya única finalidad será infiltrarse físicamente y virtualmente en distintas organizaciones para poder armar causas judiciales. Sus miembros serán integrantes de las FFSS especialmente seleccionados.

Protocolo antipiquetes, persecución judicial, formación de escuadrones parapoliciales y unidades especiales para infiltrar y reprimir al movimiento popular, sumados a la pérdida de soberanía, a la miseria y la destrucción del Estado, deben ser suficientes motivos para que “las fuerzas de la realidad” se organicen en unidad y desmonten definitivamente esta farsa, a la que se quiere mostrar como proyecto político, antes de que se transforme en tragedia.

Oscar Rotundo* Analista político internacional, editor de PIA Global

Imágenes del artículo: Lucas Luna, funcionario de Milei y coordinador de LLA en Tres de Febrero/ lanacion.com.ar

Referencias: Declaración contra milicias de LLA

El artículo original se puede leer aquí