PIA Global.

Por Tadeo Casteglione* El Club Internacional de Debates Valdái es una institución de prestigio que se ha consolidado como uno de los foros de reflexión y análisis más influyentes para la élite intelectual y política de Rusia, quienes debaten temas de interés nacional e internacional.

Desde su fundación en 2004, el Club Valdái se ha convertido en una plataforma única en la que académicos, expertos y líderes de opinión rusos y globales se reúnen para intercambiar ideas y visiones sobre el rumbo de Rusia y su papel en el mundo. Más que un espacio de debate, el Valdái es un laboratorio de ideas estratégicas, donde se analizan y desarrollan propuestas para enfrentar los desafíos actuales y definir un futuro de cooperación multipolar.

La XXI Reunión Anual del Club Internacional de Debates Valdái, celebrada en Sochi del 4 al 7 de noviembre de 2024, abordó el tema: “Una paz duradera, ¿sobre qué bases? Seguridad universal e igualdad de oportunidades para el desarrollo en el siglo XXI”.

Esta temática refleja el objetivo central del club de fomentar una arquitectura mundial policéntrica en la que todas las naciones, sin importar su tamaño o poder económico, tengan la oportunidad de participar en la construcción de un mundo más seguro e inclusivo.

Como se señaló en el comunicado del club, la visión del Valdái es que el mundo no está destinado a fragmentarse ni perder su cohesión, sino que está evolucionando hacia una estructura compleja donde diversos polos de poder coexisten y cooperan.

Una plataforma para el pensamiento no occidental

Valdái se diferencia de otros foros internacionales en su enfoque no occidental para abordar problemas globales, buscando soluciones inclusivas y reales a los retos de nuestro tiempo. Con 140 participantes de 50 países, la conferencia reúne una amplia variedad de perspectivas, incluyendo representantes del Sur Global, que este año han superado en número a los asistentes de países occidentales.

Este equilibrio refleja el ascenso de naciones emergentes y la creciente importancia de su voz en los debates internacionales. En este sentido, la convocatoria del Club Valdái representa un espacio donde Rusia, junto con socios de Asia, África, América Latina y Oriente Medio, formula respuestas y estrategias para cuestiones globales como el cambio climático, la desigualdad, el desarrollo tecnológico y la resolución de conflictos, todas ellas áreas fundamentales para el bienestar global.

El evento, que recibió participantes del bloque occidental (22), del sudeste asiático (24), de Oriente Medio (18), de Asia Central y la Comunidad de Estados Independientes (14), de África (8) y de América Latina (3), reafirma la relevancia de Rusia como un actor clave en el proceso de construcción de un nuevo orden mundial más equilibrado y justo.

Este año, además, marca un regreso del equilibrio entre representantes del Sur Global y de países occidentales, algo que no se veía desde el inicio de la operación especial en Ucrania.

Contribuciones del Club Valdái a la política global

El Club de Debates Valdái tiene una importancia particular en la formulación de políticas y estrategias que permitan a Rusia y a sus aliados navegar las complejas dinámicas del sistema internacional actual. Los debates impulsados por este foro no solo influyen en las decisiones nacionales, sino que también aportan al diálogo global una perspectiva que desafía el monopolio de ideas de los países desarrollados y promueve alternativas inclusivas para el desarrollo y la paz mundial.

El Club Valdái se ha consolidado como una plataforma crítica en la promoción y defensa de un orden multipolar, en el cual ninguna nación o bloque de poder tiene el monopolio de las decisiones globales. El Club enfatiza que el mundo actual se encuentra en un proceso de transformación hacia una estructura policéntrica, lo cual es esencial para el equilibrio y la paz global.

Este enfoque multipolar busca incluir a nuevas voces y actores en las discusiones internacionales, destacando la importancia de los países del Sur Global y su rol en la redefinición de la geopolítica contemporánea.

Uno de los objetivos principales del Club Valdái es cuestionar las narrativas impuestas por las potencias occidentales, que tienden a definir la agenda internacional en función de sus propios intereses. Al reunir a intelectuales y líderes de todas las regiones, el Valdái fomenta un espacio donde se pueden explorar alternativas y soluciones no occidentales a problemas comunes.

Las ideas generadas en este foro buscan desafiar la noción de que solo las potencias tradicionales poseen las respuestas a las crisis globales y promueven una visión pluralista de los temas políticos y económicos internacionales.

Una de las características distintivas de las discusiones en el Club Valdái es su énfasis en la importancia de la identidad y la soberanía nacional. En un mundo donde las políticas neoliberales tienden a homogeneizar las culturas y las tradiciones en pro de la globalización, el Valdái reivindica el derecho de cada nación a definir su propio camino de desarrollo.

Este enfoque es particularmente significativo para países que buscan liberarse de la dependencia de las potencias occidentales y reafirmar su autonomía en el escenario internacional.

Un mensaje de resistencia y multipolaridad

La intervención del presidente ruso Vladimir Putin en la XXI Reunión Anual del Club Internacional de Debates Valdái en Sochi fue, como de costumbre, contundente y estratégica. Putin se dirigió a una audiencia internacional de 140 expertos de más de 50 países con un análisis sobre el papel de Rusia en el contexto de un mundo en transformación.

En esta intervención, el mandatario destacó el fin de la hegemonía occidental, las prioridades de seguridad y el rol indispensable de Rusia en la construcción de una paz duradera y un orden multipolar.

Sus palabras fueron un reflejo del objetivo central del Club Valdái: defender una visión no occidental y abogar por un mundo en el que todos los pueblos tengan igualdad de oportunidades para su desarrollo.

Un nuevo orden multipolar

Putin inició su discurso aludiendo a los “cambios cardinales” que definen el siglo XXI, señalando que el mundo está atravesando una fase de transformación profunda en la cual el antiguo orden está siendo reemplazado por una estructura multipolar.

La visión de Putin es clara: las potencias occidentales ya no pueden dictar unilateralmente el destino de las naciones, pues hoy en día hay múltiples centros de poder, entre los cuales Rusia se destaca como un actor crucial. Este nuevo mundo multipolar, según Putin, no solo es inevitable sino necesario para asegurar una “seguridad universal” y el respeto a los derechos de todos los pueblos.

Al subrayar que «no hay solo una lucha por el poder en el mundo, sino un choque de los principios mismos de las relaciones entre países y pueblos», Putin marcó una línea clara contra el imperialismo occidental y la imposición de modelos únicos. En cambio, abogó por un sistema de respeto mutuo y de integración que ofrezca alternativas al estilo de desarrollo occidental.

Este mensaje no solo refuerza el enfoque del Club Valdái, sino que resuena entre los países emergentes del Sur Global, quienes estuvieron presentes en gran número en esta reunión, consolidando un frente común contra la hegemonía unipolar.

Relaciones con Occidente y sanciones: la resistencia de Rusia

Putin reiteró que Rusia no considera a Occidente como un enemigo, sino que es el propio «Occidente colectivo» el que ha intentado aislar y castigar a Rusia mediante un «intento sin precedentes de desconectar a Rusia del sistema económico mundial«. Sin embargo, la efectividad de estas sanciones ha sido limitada, y el impacto esperado sobre Rusia no se ha materializado. Con esta declaración, Putin evidenció que el país ha resistido con éxito los embates occidentales y que sigue siendo fundamental en la arena internacional.

El mandatario ruso también dejó claro que el “mundo necesita a Rusia”, y que ninguna medida de Washington o Bruselas puede borrar su papel en la historia y el futuro global. Estas declaraciones refuerzan la posición de Rusia como una nación autosuficiente y capaz de resistir las sanciones impuestas, a la vez que demuestra la importancia de la resiliencia económica y política como pilares de la soberanía nacional rusa.

La amenaza de las armas de destrucción masiva y la irresponsabilidad occidental

Putin lanzó una advertencia sobre el peligro de una escalada nuclear, destacando que las “armas de destrucción masiva se están perfeccionando constantemente” y que las provocaciones de Occidente contra Rusia podrían desencadenar una tragedia de alcance mundial.

El mandatario denunció la «fe ciega en la propia impunidad y exclusividad» de los líderes occidentales, quienes, al persistir en sus intentos de mantener su dominio, están empujando al mundo hacia una línea peligrosa. En este contexto, Putin hizo un llamado a la prudencia, subrayando que la búsqueda de una “derrota estratégica” de Rusia podría tener consecuencias catastróficas.

Putin señaló que los intentos de retener el poder absoluto solo generan inestabilidad y tensiones en el sistema internacional. Su mensaje es un recordatorio de que la búsqueda de hegemonía por parte de Occidente no solo es insostenible, sino que incrementa el riesgo de conflicto. Esta advertencia refleja la postura de Rusia como un defensor de la paz y la estabilidad, comprometido a proteger su seguridad y la de sus aliados.

El líder ruso enfatizó que Rusia no lucha únicamente por su propia libertad, sino también en defensa de los «derechos y libertades universales». Enfatizó que la historia ha demostrado que Rusia ha sido capaz de detener a quienes desean someter a otras naciones, y aseguró que seguirá desempeñando este papel.

Aludiendo a conflictos históricos y a su rol en el equilibrio mundial, Putin subrayó que Rusia no es una nación que imponga su voluntad a otros, sino una fuerza que garantiza que cada nación pueda definir su propio camino.

Un camino a seguir

El Club Valdái, a lo largo de sus dos décadas, ha logrado establecerse como un foro de reflexión y diálogo crucial en la búsqueda de un nuevo orden mundial más justo y equilibrado.

En un momento histórico de cambios profundos, Valdái simboliza la resistencia a las políticas unilaterales y promueve un enfoque multipolar que responde a las necesidades de un mundo diverso. A medida que el contexto global se vuelve cada vez más impredecible, el Club continuará desempeñando un papel clave al brindar una plataforma donde todas las voces, en especial las del Sur Global y los países en desarrollo, puedan influir en la redefinición de las reglas internacionales.

Aunque muchos de los desafíos que aborda aún están en desarrollo y abiertos a distintos desenlaces, Valdái reafirma que el futuro de la política global debe basarse en la cooperación genuina y el respeto a la soberanía de cada nación.

Tadeo Casteglione*. Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global.

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