Por PIA Global. –
En los últimos años, en un período de importantes cambios en el sistema económico y político mundial, las cumbres de la APEC han tenido una gran importancia para fomentar la cooperación internacional y apoyar los objetivos de desarrollo sostenible.

La 31ª Reunión de Líderes Económicos de la APEC, celebrada este año en Lima, Perú, reunió a los líderes de las economías emergentes del mundo para debatir sobre la gobernanza económica mundial y el desarrollo sostenible en beneficio de la humanidad. En este proceso, el papel y la importancia de América Latina han atraído cada vez más la atención. La reciente cumbre de la APEC presentó numerosas oportunidades para mostrar el potencial económico de América Latina y aprovecharlo aún más mediante la colaboración mundial.

En su discurso durante la cumbre, el presidente chino, Xi Jinping, enfatizó que la cooperación Asia-Pacífico enfrenta desafíos como el aumento de las tensiones geopolíticas, el unilateralismo y el proteccionismo. Xi destacó la necesidad de un paradigma abierto e interconectado para la región Asia-Pacífico y pidió la eliminación de las barreras que obstaculizan los flujos de comercio, inversión, tecnología y servicios. Esta visión busca asegurar no solo las relaciones económicas sino también la paz y la estabilidad entre las naciones a través de una cooperación reforzada. Las declaraciones de Xi reflejaron claramente el compromiso de China con el fortalecimiento de la cooperación multilateral y la integración económica global. También anunció que China será sede de la Reunión de Líderes Económicos de APEC en 2026, reafirmando las responsabilidades regionales y globales del país.

La visita de Xi Jinping a la cumbre también tuvo un significado especial para América Latina. Al ser su primera visita a la región desde su reelección y la sexta en total, subrayó la prioridad que otorga China a América Latina.

En los últimos años, las relaciones entre China y América Latina se han profundizado sustancialmente, convirtiéndose en una asociación modelo para la cooperación y el desarrollo. El Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), establecido por iniciativa de China, ha proporcionado una plataforma única para el diálogo directo y el desarrollo entre el país en desarrollo más grande del mundo y las naciones líderes de la región. Esta cooperación ha evolucionado hasta convertirse en una estructura en la que ambas partes se apoyan, complementan y promueven mutuamente.

En la última década, China ha ampliado rápidamente sus relaciones diplomáticas con los países latinoamericanos. El establecimiento o restablecimiento de lazos diplomáticos con cinco naciones centroamericanas, la creación de una comunidad de futuro compartido con Cuba y el desarrollo de asociaciones estratégicas con países como Venezuela, Brasil y México son ejemplos de los importantes pasos que ha dado China en América Latina.

El compromiso de China con las organizaciones regionales y subregionales ha fortalecido la comunicación y la coordinación entre ambas partes. En particular, el papel de China como fuerza unificadora del Sur Global, ampliando su “círculo de amistad”, ha desempeñado un papel clave en la implementación de la diplomacia multilateral y las estrategias de desarrollo regional.

Los lazos comerciales de China con América Latina también son notables. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, el volumen del comercio entre China y América Latina se multiplicó por 35 entre 2000 y 2022. Durante este período, el comercio agrícola experimentó un impulso significativo. Si bien las importaciones de China desde América Latina crecieron, sus inversiones en la región se diversificaron y expandieron. En la actualidad, China es el segundo socio comercial más importante de América Latina, y sus inversiones en proyectos de infraestructura, transformación digital e iniciativas energéticas contribuyen significativamente al desarrollo local.

Los proyectos de infraestructura implementados en América Latina en el marco de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta desempeñan un papel vital en el desarrollo económico y social de la región. Los aeropuertos, puertos, centros de transporte, proyectos de infraestructura digital e inversiones en energía limpia ofrecen beneficios tangibles a las poblaciones locales, creando empleo y mejorando los niveles de vida. Los proyectos de pequeña escala y centrados en las personas de China en América Latina abordan las necesidades directas de las comunidades locales, fomentando la cohesión social y el crecimiento económico.

En los últimos años también se han producido avances en la cooperación cultural. Numerosas personas, desde profesionales e intelectuales hasta periodistas y turistas, han construido puentes que profundizan el intercambio cultural entre China y América Latina. La gastronomía, la música, el idioma y la riqueza histórica fortalecen la amistad entre los pueblos, impulsando el entendimiento mutuo y la colaboración. En este contexto, la cooperación multidimensional entre China y América Latina contribuye significativamente a la paz y la prosperidad mundiales, apoyando la construcción de un orden mundial multipolar.

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