El proyecto De Colombia al Mundo es una iniciativa de gran relevancia en la política internacional que busca crear las condiciones necesarias para que Colombia y otros países del Sur Global, especialmente aquellos de África y Asia, avancen en la cocreación de estrategias que fortalezcan tanto las capacidades institucionales como las comunitarias. El objetivo es lograr territorios más democráticos, menos desiguales y, en última instancia, contribuir a la transformación social y económica de estas naciones.

Esta propuesta, impulsada por el Gobierno colombiano, se enmarca en un contexto donde la cooperación internacional y la solidaridad entre naciones del Sur Global son consideradas esenciales para hacer frente a desafíos comunes, como los conflictos persistentes que generan crisis humanitarias y que afectan la estabilidad y la prosperidad de los pueblos. Colombia, con su experiencia en procesos de paz, se ofrece como un socio clave para compartir las lecciones aprendidas a partir de la implementación del Acuerdo de Paz firmado en 2016 con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP).

La Cancillería de Colombia ha destacado que este proyecto tiene como objetivo compartir con países de África y Asia las experiencias acumuladas en la implementación de los acuerdos de paz, especialmente en áreas críticas como el desarme, la desmovilización y la reintegración de excombatientes. Estos procesos, complejos y delicados, son fundamentales para la construcción de una paz sostenible y la transformación de los territorios que han sufrido los efectos devastadores de la violencia. La experiencia colombiana en justicia transicional, reparación a víctimas, construcción de memoria y esclarecimiento de la verdad, se considera un ejemplo valioso que puede ser adaptado y aplicado en otros contextos.

Uno de los pilares del proyecto De Colombia al Mundo es el fortalecimiento de los mecanismos de desarrollo territorial, que buscan fomentar la inclusión y la equidad en regiones que históricamente han sido marginadas. Además, el proyecto se compromete a proporcionar apoyo en la creación de mecanismos financieros para los procesos de transición hacia la paz en otros países, basado en la experiencia colombiana en el manejo de recursos para la implementación de acuerdos de paz y reconciliación.

En su primera fase, el programa De Colombia al Mundo acogerá delegaciones de alto nivel de países como Camerún, Nigeria, República Democrática del Congo y Filipinas. Los miembros de estas delegaciones, quienes tienen responsabilidades clave en la toma de decisiones y en la implementación de procesos de paz, tendrán la oportunidad de conocer de primera mano las experiencias colombianas.

Durante este evento, que se realizará en Colombia, se llevarán a cabo diversas actividades que permitirán a las delegaciones aprender sobre los procesos de desarme, la reintegración de excombatientes, la justicia transicional y la reparación a las víctimas. También se abordarán temas como el desarrollo territorial y las estrategias para financiar los procesos de transición, buscando siempre que los participantes construyan planes de acción y estrategias adaptadas a sus contextos específicos. Colombia, en este sentido, se compromete a brindar acompañamiento técnico a los países participantes, asegurando que las iniciativas sean viables y efectivas a largo plazo.

El programa De Colombia al Mundo no se limita a una única fase o evento. Se trata de un esfuerzo continuo que busca consolidarse como una plataforma de cooperación internacional para la paz, la justicia social y el desarrollo. A través de futuras rutas de aprendizaje y otros intercambios de conocimiento, se espera que este proyecto ayude a construir un entorno de colaboración internacional donde los países del Sur Global puedan compartir sus experiencias y trabajar juntos para superar los desafíos comunes, con un enfoque particular en la paz y la estabilidad.

Este proyecto refleja el compromiso de Colombia con la construcción de paz no solo dentro de sus fronteras, sino también en el ámbito global. La experiencia acumulada en la implementación del Acuerdo de Paz, que marcó un hito en la historia reciente del país, se pone ahora al servicio de otras naciones que atraviesan procesos similares de transición, demostrando que la cooperación y la solidaridad internacional son fundamentales para lograr un futuro de paz y prosperidad compartida.