En la ciudad de Cali, Colombia, tuvo lugar la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre la Biodiversidad, alcanzando significativos acuerdos en pro de la biodiversidad mundial. También se lograron grandes avances en aspectos relevantes como por ejemplo sobre la relación entre la salud humana y la biodiversidad, teniendo como tema fundamental en las discusiones la transición de los modos de producción en los distintos sectores de la industria.

Así mismo es de celebrar el artículo 8J que se refiere al reconocimiento de las comunidades indígenas y afrodescendientes como actores fundamentales en el cuidado de la biodiversidad.

Esta edición 2024 de la COP16 fue una de las que contó con una mayor participación desde que la Conferencia de las Partes fuera creada, en 1992, y en ella se lograron concretar acuerdos relevantes como la protección marítima de importancia ecológica en aguas internacionales y la creación del Fondo Cali para la recaudación de recursos económicos provenientes del uso de secuencias genéticas digitalizadas.

La organización ambiental World Wildlife Fund (WWF) destacó – en conferencia de prensa reporteada por la Agencia Xinhua – «los esfuerzos imprimidos por los participantes de la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre la Biodiversidad y llamó a los gobiernos a ejecutar a la mayor brevedad los acuerdos alcanzados en pro de la biodiversidad mundial.

Desde la llamada Zona Azul de la COP16, miembros de la organización subrayaron la necesidad de la inmediatez en las acciones para que esta cumbre haya sido realmente exitosa.

«Los países llegaron aquí dispuestos a implementar las medidas. El problema es que aún no tienen los medios para hacerlo. Hablemos rápidamente de la movilización de recursos», explicó la directora de Incidencia Internacional de WWF-Reino Unido, Bernadette Fischler Hooper.

«En el ámbito de la movilización de recursos, todavía se aplica el viejo credo de que nada está acordado hasta que todo esté acordado. Y todavía existe un punto muerto que es necesario superar», agregó.

En ese sentido, la experta medioambiental puso de ejemplo a la Conferencia de Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP15), presidida por China y organizada por Canadá en 2022, que dio «cierta fama» a «la convención sobre la naturaleza», lo que conlleva a «la responsabilidad y las consecuencias», declaró».

Por su parte, Guido Broekhoven, director de Investigación y Desarrollo de Políticas de WWF Internacional, resaltó también a Xinhua que: «Se ha adoptado un nuevo programa de trabajo que constituye un paso importante para incluir aún más a las comunidades locales de los pueblos indígenas en el funcionamiento de la convención», dijo.

«Creemos que es sumamente importante que la COP decida que se establecerá un órgano de ese tipo. Ahora bien, esta es la COP de los Pueblos y hemos visto muchas acciones por parte de los pueblos indígenas, las comunidades locales y otros grupos de la sociedad civil», concretó».

Sin embargo, como señalan otros medios, la Cumbre concluyó sin el tan ansiado acuerdo sobre financiación por parte de los países ricos. La organización Greenpeace Internacional afirmó al respecto: “El mundo ha perdido entre el 5% y el 10% de todas las especies de insectos en los últimos 150 años. No habrá salida a esta alarmante crisis de biodiversidad si los países del Norte Global continúan priorizando el dinero por encima de la vida en nuestro planeta”.

Como señaló Democracy Now, también surgieron algunas buenas noticias, entre ellas una medida que establece un órgano consultivo indígena permanente en la ONU para participar en la toma de decisiones sobre temas relacionados con la conservación. Camila Paz Romero dijo: “Esta es una ocasión sin precedentes en la historia de los acuerdos multilaterales sobre ambiente. Los pueblos indígenas y las comunidades locales del mundo, conectadas desde nuestros sistemas de conocimientos en el cuidado de la vida, la biodiversidad, recordamos el largo camino que hemos recorrido en este convenio. Este nuevo órgano subsidiario es un referente para el resto del mundo, en el que las partes reconocen la necesidad continua de nuestra participación plena y efectiva”.