Por: Alicia Muñoz Bohorquez
Bogotá, Colombia
Un histórico encuentro tuvo lugar en Bogotá: la Primera Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la violencia contra la niñez. Un evento que contó con la participación de más de 100 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales se unieron para abordar el flagelo que afecta a más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes (NNA) en el mundo. Según la Fundación Together For Girls, una de cada cinco niñas y uno de cada siete niños sufren violencia sexual en la infancia. Además, la UNICEF señala que mil millones de NNA experimentaron abuso físico, emocional y sexual, lo que puede ocasionar problemas de salud mental y enfermedades de transmisión sexual, entre otros.
La conferencia se realizó bajo el liderazgo de los gobiernos de Colombia y Suecia, en colaboración con la OMS y UNICEF. Colombia fue el anfitrión de este importante encuentro debido a los esfuerzos que se vienen realizando en pro de la protección de la niñez y la adolescencia, con políticas públicas y programas que se desarrollan por medio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, una entidad estatal que protege y promueve la garantía de derechos y el desarrollo integral de los NNA y familias.
El presidente, Gustavo Petro Urrego, participó en la cumbre, donde manifestó que la violencia hacia la niñez y adolescencia no solo afecta los derechos individuales sino también el desarrollo social y económico de manera global, hizo un llamado para que los líderes mundiales se comprometan en erradicar todas las formas de violencia, y así garantizar un futuro mejor para las niñas, niños y adolescentes.
Además, el presidente también habló sobre el caso de los niños Mucutuy, como ejemplo de éxito; cuatro hermanos, pertenecientes a una comunidad indígena, que sobrevivieron 40 días en la selva amazónica tras un accidente aéreo en el que murieron sus acompañantes. El 9 de junio del 2023 se dio el exitoso rescate de los cuatro hermanos, quienes se encuentran hasta el momento en cuidado y protección del ICBF. Está historia logró captar la atención nacional e internacional por el despliegue del gobierno, organismos de socorro, entre otros, y también se convirtió en un hito de sensibilización pública.
Durante dos días panelistas de todo el mundo hablaron sobre las problemáticas relacionadas con la violencia que afecta a la niñez. En este espacio, las voces de los NNA fueron esenciales para ser visibilizadas y tenidas en cuenta en los acuerdos. También se destacó la importancia de garantizar que todas ellas y ellos vivan libres de violencia, con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Además, en foros previos a la conferencia se discutieron temas como la no revictimización de las niñas, niños y adolescente en los medios de comunicación y el impacto del conflicto en Palestina, donde la niñez enfrenta violencia extrema, traumas emocionales y, en muchos casos, la muerte. A través de diversas iniciativas se está hablando de la importancia de ofrecer apoyo psicosocial, pues la protección es fundamental en contextos de guerra.
La conferencia finalizó con varios acuerdos y logros, entre ellos se destacan la creación de una plataforma para que sobrevivientes de violencia compartan experiencias y mejores prácticas en prevención. Además, se formó el Grupo de Amigos de la Conferencia, compuesto por 20 países y 9 organizaciones internacionales, y se lanzó el primer movimiento global liderado por jóvenes para prevenir la violencia infantil, según el informe de la Cancillería de Colombia.
Gracias a la participación de 1.400 delegados de 119 países, Colombia obtuvo un reconocimiento en los Guinness World Records, una iniciativa impulsada por la Fundación Together For Girls y Guinness World Records para documentar el primer evento a nivel mundial en el que se abordó la problemática sobre la violencia contra la niñez.