Sobre las derrotas, victorias y el futuro del oficialismo, habla el diputado y presidente de Acción Humanista Tomás Hirsch, en entrevista con El Desconcierto.
Ningún sector arrasó, ni tampoco hubo derrotas desastrosas. Ese es el análisis que comparten la mayoría de personeros, especialmente del oficialismo, que a pesar de haber sufrido una baja en representación en alcaldías, logró retener comunas importantes como Viña del Mar o incluso vencer a la derecha, como es el caso de Valparaíso.
Por lo mismo, en el sector hay optimismo de lo que pueda pasar en el futuro. En ese sentido, el presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch, asegura en conversación con El Desconcierto que “los resultados dejan un escenario de total apertura de cara a las próximas elecciones. Acá si la derecha creía que iba a arrasar, que podía repetir el escenario del 62-38 de ese plebiscito, y no fue así en lo absoluto. Acá hay una situación muy competitiva. Y creo que nosotros, con estos resultados, quedamos en perfectas condiciones para ganar la presidencial del próximo año”.
—Se perdieron comunas importantes como Santiago o Ñuñoa, pero también consiguieron triunfos importantes como Valparaíso. En ese sentido, ¿cuál es el primer balance que se puede hacer respecto a las municipales?
Yo tengo una buena evaluación, creo que el oficialismo tuvo un buen resultado. Con 345 comunas en disputa, es evidente que algunas se pueden perder, sobre todo considerando el excelente y especial resultado que tuvimos en la elección municipal anterior. Considerando eso, creo que obtuvimos un buen resultado y creo que la derecha tuvo a su vez algunas derrotas muy significativas, como la pérdida de Puente Alto, o la derrota de Marcela Cubillos en Las Condes, donde queda en evidencia que la población sí está atenta a las situaciones de corrupción.
Por supuesto que nos duele la pérdida de Santiago, pero al mismo tiempo se ganan cuatro gobernaciones en primera vuelta, eso es más que la última elección de gobernadores donde se ganaron solo tres. Suele suceder en las elecciones que todos se declaran ganadores, pero si uno mira con atención nuestros resultados, creo que la conclusión es que fueron positivos y eso demuestra que la unidad que construimos dio frutos.
—Ayer el primer análisis, de casi todos los actores, es que el resultado se puede traducir en equilibrio de fuerzas, ¿comparte ese análisis?
Sí, evidentemente cada partido y conglomerado sufrió derrotas que son dolorosas. Y al mismo tiempo cada partido tuvo algunos triunfos que son destacables. Así que eso habla de una situación bastante equilibrada. En el caso de Acción Humanista, que somos un partido nuevo, y teníamos la expectativa de solamente una alcaldía, que es la Cisterna, por ejemplo; bueno, logramos la elección del alcalde. En partidos que tenían una expectativa más grande, como la Democracia Cristiana, que fue en pacto junto a nosotros, creo que tuvo un buen resultado en términos generales, considerando la caída que ha tenido durante los últimos años. En cuanto a la derecha, el Partido Republicano, que para muchos parecía como la gran fuerza emergente, tuvo un resultado bastante magro a nivel de alcaldes, mucho menos de lo que era su propia expectativa. Y eso también es un signo de un mayor equilibrio en la oposición.
—Una de las derrotas más significativas fue la de Santiago. ¿Fue un error seguir adelante con Irací Hassler como candidata?
En Santiago hay un contexto histórico que siempre hace muy complejo todo; que es que desde el retorno a la democracia nunca un alcalde ha logrado reelegirse. Y eso es algo a tener en cuenta a la hora de realizar cualquier balance. Por lo tanto, desde el inicio sabíamos que era un escenario tremendamente difícil porque es una historia que se repite en una comuna muy compleja. En segundo lugar, sabíamos que a la alcaldesa le había tocado enfrentar situaciones particularmente complejas, incluso en los últimos días de campaña con lo que sucedió en el INBA. Son elementos que hay que mirar, que tiene algún impacto, pero de todas maneras ella ha hecho una gran gestión en la comuna y creo que fue correcto que ella fuera nuestra candidata. Era nuestra mejor opción.
—Una de las grandes sorpresas de la noche fue la elección de Matías Toledo, independiente, pero con sensibilidad de izquierda. ¿Cuánto pesa para el sector que haya desalojado a RN de Puente Alto tras casi 25 años?
Definitivamente es muy destacable como Matías Toledo, desde la independencia del mundo de la izquierda, logró un gran triunfo. Personalmente siempre creí que él debería haber sido nuestro candidato, pero no se logró llegar a algún acuerdo y él optó por ir en forma independiente. Pero tampoco fue un secreto para nadie que contó con el apoyo de todos los movimientos sociales de la comuna y también de los partidos del oficialismo a nivel comunal. Y por lo tanto, creo que su triunfo representa al progresismo, a la izquierda, a nuestro partido Acción Humanista, y a los movimientos sociales.
—¿Le deja a usted ilusionado este resultado como para ir el próximo año a disputar una presidencial en la que la derecha ya se siente ganadora?
Creo que los resultados dejan un escenario de total apertura de cara a las próximas elecciones. Acá si la derecha creía que iba a arrasar, que podía repetir el escenario del 62-38 de ese plebiscito, y no fue así en lo absoluto. Acá hay una situación muy competitiva. Y creo que nosotros, con estos resultados, quedamos en perfectas condiciones para ganar la presidencial del próximo año.
En ese sentido, comparto lo que nos dijo ayer el presidente; este resultado muestra un gobierno que está activo, que tiene una gran agenda por delante y que tiene todas las condiciones para poder proyectar su obra en un futuro gobierno. Ahora bien, tenemos mucho que trabajar y lo primero en este momento es la segunda vuelta de gobernadores, donde el escenario también es competitivo, no es fácil, pero está abierto y vamos a hacer todo lo necesario para tener una mayoría de gobernaciones en manos del oficialismo.
—En términos de alianza, ¿rindió frutos ir en conjunto a la DC? ¿Se puede proyectar ese pacto más allá de estas elecciones? Hoy el presidente de ese partido, Alberto Undurraga, dijo que buscarán aliarse con el Socialismo Democrático.
Creo que esta alianza amplia que incluyó a la DC mostró buenos resultados. Y en el contexto actual, es más necesaria que nunca la unidad de todos los que estamos trabajando en este proyecto progresista. Como sector tenemos que trabajar en conjunto para continuar con los avances que Chile nos demanda, pero también para frenar el avance de las extremas derechas, y para eso, evidentemente la Democracia Cristiana es importante.
Ahora, que ellos busquen un posible acuerdo con el Socialismo Democrático, no le veo a eso ningún drama. Es perfectamente factible, por ejemplo, tener dos listas parlamentarias. Pero creo que es importante que definamos una candidatura presidencial única a través de un proceso de primarias que pueda luego competir con la candidata más evidente que hay en la derecha, que es Evelyn Matei, y también eventualmente José Antonio Kast.
—Mirando hacia el frente, ¿qué le parece el resultado de Demócratas y Amarillos? No obtuvieron ninguna de las alcaldías por las que compitieron…
Queda claro lo que hemos venido diciendo desde hace rato. Son un fenómeno sobre todo mediático, particularmente Amarillos que es una fuerza que tiene sólo un diputado. Y sin embargo, si uno mira El Mercurio, da la impresión que son la primera mayoría nacional. La verdad es que con esta elección quedó claro que pesan muy poco, que su representación y su presencia territorial es bajísima y que más bien son un fenómeno de la élite política.
—Tomás Vodanovic arrasó en Maipú y se convirtió en primera mayoría nacional, ¿debería ser el candidato presidencial del oficialismo?to
Soy de la idea que no hay que sacar cuentas automáticamente en base a este resultado para definir el próximo candidato a la presidencia. Porque, primero, creo que tenemos que definirlo en un proceso primario, y segundo, me parece que es grave cuando se pretende decir que es el resultado de un partido, porque ese no fue el acuerdo. El acuerdo fue llevar candidaturas únicas con el apoyo de todos. Y eso, para mí, hay que subrayarlo: alcalde o alcaldesa o gobernador electo, es el resultado del trabajo conjunto de todos los partidos de la coalición y no del partido al que pertenece. Así que espero que nadie pretenda llevarse la pelota para la casa.