Por Sol Pozzi-Escot
- El poeta peruano Iván Adrianzén participa en el XXVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Salamanca, reafirmando el poder de la poesía para conectar culturas y personas.
Entre las calles históricas de Salamanca, el poeta peruano Iván Adrianzén participa en el XXVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, un evento que reúne a más de setenta voces de toda la región. Junto a Harold Alva, Omar Aramayo y Patricia Denegri, Adrianzén fue invitado por Alfredo Pérez Alencart, un peruano que ha encontrado en Salamanca un hogar para la poesía y el pensamiento.
Para Adrianzén, estar en Salamanca tiene un significado especial. «Es importante porque reconoce mi propuesta poética y el trabajo que hago en la fundación, así como los esfuerzos por difundir la cultura en el país», comenta agradecido.
Nacido en Lima en 1965, Adrianzén es mucho más que un poeta. Con una trayectoria que abarca desde el derecho y el marketing hasta el coaching profesional, ha dedicado gran parte de su vida a la literatura y la promoción cultural. Dirige Caivas Ediciones & Ediciones Marginales y ha publicado obras como El lento caer a la vida y Días de perros, un conjunto de cuentos que exploran la naturaleza humana. También ha colaborado con el suplemento ContraPoder del diario Expreso y es parte del equipo de la Fundación Iberoamericana para las Artes, desde donde impulsa la difusión literaria en el Perú.
El encuentro en Salamanca, organizado por Pérez Alencart, es un espacio donde la poesía puede crecer y conectar a escritores que, como Adrianzén, creen en el poder de las palabras para unir a las personas. «La literatura une a las personas más allá de las diferencias de raza, religión o ideología. La pasión por transmitir a través de la palabra no tiene precio. Conocer diferentes puntos de vista, intercambiar ideas y hablar sobre realidades distintas siempre deja enseñanzas», señala Adrianzén.
Durante el evento, Salamanca se convierte en un lugar de encuentro para quienes buscan explorar la realidad a través de la poesía. Y, como cada octubre, Pérez Alencart ha creado un espacio donde las palabras tienen un significado renovado, un lugar para compartir ideas y sueños. En ese contexto, Iván Adrianzén reafirma que la poesía no es solo un arte, sino una herramienta para conectar culturas y corazones.