El pasado 11 de octubre, la Asamblea Nacional emitió una declaración y votó por unanimidad una resolución donde se analizaba la dramática situación que vive el pueblo palestino, rechazando, condenando y repudiando al gobierno fascista de Israel.
«Desde hace más de un año el mundo ha sido testigo del genocidio que están cometiendo el gobierno y el ejército de Israel contra el heroico pueblo de Palestina. Esta sistemática destrucción, que inició hace 76 años, ha cobrado la vida, a partir de octubre de 2023, de más de 42 mil personas, principalmente mujeres, niños y ancianos», se lee en la resolución parlamentaria.
«El sionismo y sus aliados imponen su prepotencia, crueldad, odio extremo contra familias inocentes, bombardeando sin piedad (…) La brutalidad del gobierno de Israel refleja una clara postura de una guerra de exterminio, que se constituye en crímenes de genocidio, lesa humanidad y una política deliberada de aniquilación», subraya el órgano legislativo.
«A pesar de esta barbarie» continúan diputados y diputadas «la oligarquía mundial que domina a los gobiernos occidentales, medio de comunicación y organismos internacionales supuestos defensores de los derechos humanos, ocultan la verdadera dimensión del sufrimiento y destrucción del pueblo palestino».
Después de reafirmar los lazos históricos de amistad que unen los pueblos de Nicaragua y Palestina, así como el respeto hacia el pueblo israelí que demanda el cese de la masacre, el Congreso Nacional exigió el cumplimiento de todas las resoluciones de las Naciones Unidas para la creación del Estado de Palestina.
Asimismo, frente a las acciones «atroces, criminales y crueles del gobierno de Israel contra el pueblo palestino», la Asamblea Nacional pidió al gobierno de Nicaragua valorar la ruptura de las relaciones diplomáticas con el «gobierno genocida y sionista de Benjamin Netanyahu».
Gobierno acata solicitud
Ese mismo día, el gobierno de Nicaragua difundió un comunicado donde, tomando en consideración la resolución de la Asamblea Nacional, condena «el genocidio, la ocupación y agresión permanente contra la vida y la dignidad del pueblo de Palestina, que se extiende ahora en contra del pueblo de Líbano, y amenaza gravemente a Siria, Yemen e Irán, poniendo en peligro la paz y la seguridad de la región y del mundo».
Ante esta situación, en solidaridad con «el gobierno y pueblo de Palestina y con los pueblos que sufren el martirio, la destrucción y la barbarie» el gobierno de la República de Nicaragua giró instrucciones para romper «toda relación diplomática con el gobierno fascista de Israel».
«Ratificamos una vez más» concluye el comunicado «nuestra cálida y consecuente consideración a las queridas familias del pueblo israelí, que viven tiempos difíciles producto de la desmedida brutalidad y odio del gobierno de Israel».
La decisión fue saludada por el ministerio de Relaciones Exteriores de Palestina, que dijo esperar que sirva de ejemplo «para decisiones similares tomadas por gobiernos amigos».
Actualmente 149 países ya reconocen a Palestina. En América Latina, Belice, Bolivia, Colombia y ahora Nicaragua rompieron relaciones diplomáticas con Israel. Cuba y Venezuela ya habían adoptado la misma medida años atrás.
Otros países, como Chile, Brasil y Honduras, han condenado con fuerza los ataques de Israel contra la población palestina, así como los ataques a países soberanos.