En México casi todos los ministros de Andrés Manuel López Obrador fueron profesionales universitarios y algunos tuvieron una maestría o doctorado. No los voy a chequear ahora porque eso ya pasó.
Y los secretarios de Claudia, para qué decir, casi todos están llenos de títulos, qué menos se podía esperar cuando la Presidenta es doctora en Ingeniería Ambiental. Los secretarios (que en Chile se llaman Ministros) son 22.  Once hombres y once mujeres, la proporción exacta que se requiere.
Porque ahora, si usted no tiene una maestría de Harvard, de la Sorbonne, o al menos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no va ni a la esquina. Pero puede ser Ministro, porque se dan algunos casos muy excepcionales.
Miren los títulos que tienen los Ministros de Claudia. Se los iba a poner en un anexo para no alargarme, pero mejor van aquí porque si no, no los leen:
Secretaria de Gobernación: Rosa Icela Rodríguez, periodista, estudios universitarios en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Relaciones Exteriores: Juan Ramón de la Fuente, médico psiquiatra, profesor, investigador, ex rector de la UNAM. Especialidad en psiquiatría de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota.
Militar: Ricardo Trevilla. A los jefes militares no hace falta ponerles nada, tienen sus grados.
Marina: Raimundo Morales Angel. Idem.
Seguridad: Omar García Harfuch, estudios en Derecho y Seguridad (parece que no tiene título). Este es uno de los casos especiales.
Hacienda: Rogelio Ramírez de la O, egresado de la Facultad de Economía de la UNAM  y cuenta con un doctorado en Economía por la Universidad de Cambridge, Reino Unido.
Bienestar: Andrea Montiel Reyes. Tiene estudios de arquitectura en UNAM.
Medio ambiente: Alicia Bárcena. Fue secretaria de Relaciones Exteriores de México, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Tiene el título de Bióloga  de la UNAM y una maestría en Administración por la Universidad de Harvard.
Energía: Luz Elena González Escobar estudió la licenciatura en economía en la UNAM y la maestría en derecho con especialidad en derecho fiscal en la Universidad Tecnológica de México, y la maestría en urbanismo en la Universidad de Cataluña.
Economía: Marcelo Ebrard, licenciado en Relaciones Internacionales en el Colegio de México. Asimismo, cuenta con una especialidad en administración pública, en la ENA, École Nationale d´Administration, París, Francia.
Agricultura: Julio Berdegué Sacristán: en 1974 ingresa a la Escuela Nacional de Agricultura (hoy Universidad Autónoma de Chapingo) en la preparatoria agrícola. Obtuvo el Bachelor of Sciences (B.S.) en Ciencias Agrícolas en la Facultad de Agricultura de la Universidad de Arizona. Luego cursó en el Departamento de Agronomía de la Universidad de California donde obtuvo el Master of Sciences (M.S.) en Agronomía.
Comunicaciones y Transportes: Jesús Antonio Esteva Medina, es Ingeniero Civil y Maestro en Estructuras por la UNAM.
Función Pública: Raquel Buenrostro obtuvo la licenciatura en matemáticas por la UNAM y una maestría en Economía por El Colegio de México.
Educación Pública: Mario Delgado Carrillo. Obtuvo la licenciatura en economía en el ITAM, México y la maestría en economía en la Universidad de Essex, Reino Unido.
Salud: David Kershenobich, doctorado en Medicina por la Universidad de Londres.
Trabajo y Previsión Social: Marath Bolaños López. Es licenciado en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y estudios de maestría en Estudios Latinoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Desarrollo Agrario y  Territorial: Edna Elena Vera Rangel, doctorada en Sociología con especialidad en Sociedad y Territorio por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Azcapotzalco (UAM-A).
Cultura: Claudia Curiel de Icaza. Es licenciada en Historia por la UNAM y cuenta con una especialidad en Educación Artística con el programa internacional Global Leaders Program (GLP), impartido por la Universidad McGill, Universidad de Nueva York y Universidad de Harvard.
Turismo: Josefina Rodríguez Zamora.  Estudió la licenciatura en administración de empresas en la Universidad Iberoamericana Puebla y la maestría en alta dirección en la Universidad del Valle de Tlaxcala.
Ciencia  y  Humanidades: Rosanna Ruiz Gutiérrez, es doctora en Biología por la UNAM
Secretaría de la Mujer: Citlali Hernández Mora. Tiene estudios incompletos de Ciencias de la Comunicación en la UNAM.
Consejería Jurídica: Ernestina Godoy Ramos. Estudió en la Facultad de Derecho de la UNAM.
Pues parece que eso es lo que se usa ahora: que la gente que dirige el gobierno sea súper sabia, posiblemente haya sido o sea profesor/a universitario/a o catedrático/a de lo que sea o donde sea, por ejemplo en las Universidades de Stanford o de Berkley, en Estados Unidos. No se divisa a nadie que sea obrero y no haya pisado una universidad.
¿Y para qué estoy diciendo todo esto? Pues para compararlo con lo que ocurría antes, como eran las cosas antes y quizás en otros países: como el Chile de Salvador Allende.
Y para no alargarme de verdad, les digo como eran los Ministros de Salvador Allende y después habrá que ver qué sistema es mejor.
Desde luego, en el gobierno de la Unidad Popular hubo muchos cambios de Ministros por los graves problemas políticos que se enfrentaban día a día.
Lo primero que habría que explicar es que, en Chile, de los años 20 para adelante, hubo un extraordinario desarrollo del movimiento sindical y dirigentes del mismo muy capacitados y extremadamente valiosos. Ya en 1930 se destaca Luis Emilio Recabarren, obrero tipógrafo que fue el padre de nuestra organización sindical. Era autodidacta, el primer pensador y organizador marxista en Chile y uno de los primeros en América Latina. Fundador de numerosos periódicos obreros, promovió la creación de organizaciones revolucionarias a lo largo del país.
Uno de sus discípulos a quien llegué a conocer en la primera campaña de Allende en 1952, fue don Elías Lafertte, obrero del salitre.
En suma, en Chile el movimiento sindical era fuerte, combativo y libre de corrupción. Ser un dirigente obrero o campesino era en esa época un timbre del mayor orgullo.
Por esa tradición tan propia de Chile, el gobierno de Salvador Allende tuvo muchos ministros obreros.
Aquí van algunos:
El primer Ministro de Hacienda de Allende, fue don Américo Zorrilla, un técnico gráfico. Y fue muy buen Ministro, porque había aprendido por su cuenta lo que necesitaba aprender y conocía perfectamente, por haberlas vivido, las necesidades del pueblo.
Y aquí les voy a poner algunos más de los que me acuerdo:
Carlos Cortés, obrero de la construcción, Ministro de Vivienda y Urbanismo, que murió en el cargo.
Rolando Calderón, campesino, Ministro de Agricultura. Este era joven, muy elocuente y un importante dirigente sindical.
Luis Figueroa, obrero tipógrafo, famoso por su extraordinaria inteligencia, que había sido presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), designado Ministro del Trabajo hasta julio del 73. Falleció en el exilio.
Pascual Barraza obrero sindicalista, Ministro de  Obras Públicas y Transportes.
Mireya Baltra, suplementera, repartidora de diarios, que en México se llaman voceadores, fue Ministra del Trabajo. No había otras mujeres porque en esa época no se usaba, no existía el feminismo que hay ahora en todas partes. Pero sí hubo muchas mujeres que participaron en las luchas del pueblo.
¿Y qué conclusión se puede sacar de estas diferencias entre los actuales Ministros o secretarios de Estado del gobierno de México y los Ministros del gobierno de Salvador Allende?
Quizás decir que en un gobierno de auténtica izquierda, no es bueno que todos los secretarios de Estado hayan pasado por las aulas universitarias. Eso los separa mucho del pueblo llano, pues son otros sus amigos, su familia, sus compañeros, su formación intelectual, el medio social en que se han movido siempre.
Naturalmente que cada caso es diferente, por ejemplo que en México las principales organizaciones sindicales han sido y siguen siendo tan corruptas, que sería muy difícil encontrar a un dirigente obrero confiable. Pero quizás no imposible, de tal modo que, en las reuniones de Ministros, resonaría siempre la voz del pueblo más pobre.
Sin intentar personalizar, ¿No sería bueno que el Ministro o secretario de Educación fuera un humilde maestro de un pueblito lejano, que vive como sus iguales, ha ganado lo mismo, conoce bien a los niños más pobres que no tienen ni un libro en sus casas porque sus padres son analfabetos? No niego que estos conocimientos puede tenerlos un maestro  formado en La Sorbonne, pero otra cosa es que formen parte de su vivencia personal.
¿Y qué puede enseñar una universidad europea sobre la pobreza en América Latina?
Este tipo de organización como la que hubo en Chile, hace necesario que los Ministros tengan asesores que posean maestrías o doctorados, pero sólo como consejeros técnicos. Los más profundos dolores del pueblo los conoce el Ministro porque los ha vivido en carne propia.
A ustedes les dejo sacar conclusiones.