El término distopía fue acuñado a finales del siglo XIX por John Stuart Mill en contraposición al término eutopía o utopía, empleado por Tomas Moro para designar a un lugar o sociedad ideal. Así, distopía sería “una utopía negativa donde la realidad transcurre en términos antagónicos a los de una sociedad ideal”.

Así, Jerusalén, Belfast, Berlín, Nicosia, Mostar y Ceuta serían paradigmas de ciudades divididas por razones étnicas, religiosas, geopolíticas o económicas, distopías sociales en pleno siglo XXI que en el caso de Jerusalén habría alcanzado el paroxismo distópico.

De ellas, solamente Berlín habría conseguido reunificarse superando el conflicto que afrontaba y siendo capaz de eliminar el muro real y virtual que separaba sus dos mitades, quedando el resto como distopías en pleno siglo XXI que terminarán provocando nuevos enfrentamientos intercomunidades en un futuro mediato.

Jerusalén
En Jerusalén Este se estaría produciendo una operación de limpieza étnica cuyo penúltimo episodio sería la proyectada expulsión forzosa de los habitantes palestinos del barrio de Sheikh Jarrah y su ocupación por colonos israelíes.
La espiral de silencio de la mass media mundial habría facilitado la expulsión sistemática de sus primitivos habitantes palestinos que en 1967 representaban casi el 98% de la población total y su sustitución por colonos judíos que ya alcanzarían el 55% de la población de Jerusalén en el 2021 y con Netanyahu la limpieza étnica se acelerará hasta quedar los palestinos reducidos a la nimiedad de un 10%.

Belfast
La ciudad norirlandesa de Belfast es una de las que han vivido con mayor virulencia la acción de los denominados Muros de Paz, construidos para evitar la convivencia entre ciudadanos católicos y protestantes.
En la actualidad hay un total de 99 muros que cuentan con puertas que permiten el paso controlado de personas durante el día mediante la vigilancia de las autoridades mientras a las noches, los muros permanecen cerrados.

Nicosia
La capital de Chipre, Nicosia, sería una ciudad dividida por la llamada «línea verde», que separa a los habitantes greco-chipriotas de los turco-chipriotas gracias a una Zona de Amortiguamiento controlada por cascos azules de la ONU.

Ciudad Juarez- El Paso
Por su parte, Ciudad Juárez en México y El Paso, en Estados Unidos, formaron la misma urbe mexicana hasta el año 1848, dividida únicamente por un río pero compartiendo vida entre ambos lados.
En la actualidad están separadas por una valla que hace las veces de muro cuasi infranqueable y que decide el destino de sus moradores según el lado en el que nazcan.

Rafah, el Berlín de Oriente Medio
Los acuerdos de paz de Camp David de 1977 afectaron a Rafah pues la línea fronteriza entre Israel y Egipto se trazó sobre ella, lo que la convirtió en la Berlín de Oriente Medio, separadas por una valla que ha visto nacer a su alrededor una tierra de nadie, llamada corredor Philadelphi.

Las nuevas distopías sociales 
Asimismo, fruto del neocapitalismo, hemos asistido a la aparición de muros virtuales en razón de la zona de nacimiento. Así, los muros o vallas han sido sustituidos por códigos postales, líneas invisibles que marcarán el destino de las  personas y que se traducirán en diferentes niveles de vida, perspectivas de futuro, salarios y esperanzas de vida.
Así, la tiranía de los códigos conllevará la aparición en todas las urbes capitalistas de una arquitectura bicéfala trufada de líneas imaginarias que dibujaran una cartografía entrecruzada de confortables zonas residenciales, extrarradios y zonas de exclusión, de lo que serían paradigmas las chabolas, favelas y los sintecho y que conformarán las nuevas distopías sociales  del siglo XXI.