El 25 de septiembre, durante la visita del presidente Masoud Pezeshkian a las Naciones Unidas, Anthony Donovan, junto con varios otros, tuvo la oportunidad de sentarse con él durante una hora y media significativa. La reunión fue informal y personal, y no debe confundirse con ninguna declaración oficial, se puede encontrar su discurso ante la ONU.

El Presidente Pezeshkian nos dio una calurosa bienvenida, alentando el diálogo abierto y escuchando atentamente y pacientemente a todos los presentes, incluso a aquellos que se hicieron eco de las críticas que a menudo se escuchaban de Occidente, en particular del Primer Ministro israelí Netanyahu. Ningún tema estaba fuera de los límites.

Respondió abiertamente, claramente y con convicción. En resumen, aunque la conversación cubrió mucho más terreno, Pezeshkian expresó un fuerte deseo de un mayor diálogo con todas las partes, lo antes posible. Afirmó que Irán no quiere la guerra y cree que la paz en la región es alcanzable a través del diálogo. Declaró firmemente que no es Irán el que desea la destrucción de Israel, sino que es Israel el que está tratando de empujar a Irán a la guerra. Como ser humano, expresó un profundo bochorno y dolor por la violencia en curso contra las mujeres, los ancianos y los niños en la región.

Pezeshkian rechazó la idea de que Irán o sus aliados en la región sean terroristas. En cambio, dijo que son defensores de la equidad, los derechos humanos básicos y los principios comunes. Criticó la hipocresía de la retórica occidental e israelí sobre la democracia y la libertad mientras la violencia y el sufrimiento continúan sin cesar.

Reafirmó el compromiso de Irán de construir relaciones positivas con todas las naciones, incluyendo Rusia, China y Occidente. Según él, Irán siempre ha buscado buenas relaciones con Occidente, pero es Occidente el que ha cerrado la puerta, haciendo cumplir duras sanciones.

Nos recordó que Irán no tenía ningún problema con el JCPOA (el acuerdo nuclear con Irán), y que había firmado voluntariamente, manteniendo sus compromisos, mientras que Occidente se retiró del acuerdo. No es Irán el que está impulsando la carrera de armamentos nucleares o violando las leyes internacionales.

Pezeshkian destacó que Irán respeta todas las religiones, incluyendo el judaísmo y el cristianismo, y desea que las personas de todas las religiones vivan en armonía. Instó a una clara distinción entre las políticas sionistas opuestas y el apartheid y mostrar respeto por personas de todas las religiones. Afirmó que haría cualquier cosa para salvar una vida.

En cuanto a los asuntos internos, Pezeshkian reconoció que las reformas son necesarias en Irán, pero aseguró que están comprometidos a salir adelante, aunque esos cambios llevarán tiempo.

No tenemos mala voluntad hacia nadie. Queremos hablar. Estoy muy abierto al diálogo con todos. No tengo nada que ocultar. Tenemos que ir más allá de esta fijación sobre la guerra y el terror y, en cambio, promover la cooperación. Queremos paz y estabilidad en nuestra región. No queremos la guerra con nadie.

Terminó deseándonos lo mejor y expresó la esperanza de que nos volviéramos a encontrar en mejores circunstancias.