«Es hora de acercar Hungría a Europa y darle una oportunidad de recuperarse de las consecuencias de un liderazgo deficiente. Es hora de que Viktor Orbán se vaya». Este fue el tuit del EPP, el Partido Popular Europeo, ante el discurso del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para presentar en Estrasburgo las líneas de la Presidencia húngara del Consejo de la UE.

El primer ministro denunció que la inmigración y las amenazas a la seguridad están empujando al espacio Schengen hacia la «desintegración»: «La crisis migratoria, que se ha intensificado desde 2015, unida a graves riesgos de seguridad, ponen ahora en peligro la existencia del espacio Schengen».

En su discurso, reiteró que es esencial proteger las fronteras exteriores de la UE —«Europa lleva años bajo presión migratoria, especialmente en sus fronteras exteriores, y la Unión debe defenderlas»—, dijo, y criticó el sistema de asilo de la UE: «La inmigración ilegal masiva ha aumentado el antisemitismo y la violencia contra las mujeres en Europa«.

Además, reiteró que el crecimiento económico de la UE «ha ido constantemente a la zaga del crecimiento de Estados Unidos y China durante las dos últimas décadas»: «Nuestra productividad crece más lentamente que la de nuestros competidores y nuestra cuota del comercio mundial se está reduciendo».

La corrupta Von der Leyen recurre a noticias falsas de la oposición húngara para atacar al Gobierno de Orbán

Cuando la presidenta de la Comisión Europea, durante la última reunión del Foro Económico Mundial en Davos, declaró que la mayor amenaza a la que se enfrentaba el mundo no era la guerra o incluso el apocalíptico Cambio Climático sino la «desinformación» y las «fake news», hubo almas cándidas que aplaudieron. ¿Quién puede estar a favor de las noticias falsas? ¿Quién defiende el engaño a la ciudadanía?

El resto se dio inmediatamente cuenta de que estaba abogando por la censura pura y dura, recordando lo que sucede cuando es el poder el que decide qué es verdad y qué no lo es. Y, sobre todo, repasando desapasionadamente todo lo que ha resultado cierto en los últimos años de lo que se calificó en su momento de «fake news», y toda la desinformación que nos ha llegado por el «conducto reglamentario» últimamente.

Lo que no esperábamos es que la propia Von der Leyen recurriera tan pronto a datos falsos para cargar contra la «bestia negra» de Bruselas, la Hungría de Viktor Orbán.

La presidenta de la Comisión Europea ha declarado ante el Parlamento Europeo que Hungría no cumple con sus compromisos con la UE. Los datos indican otra cosa, informa el medio húngaro Mandiner.

Según Mandiner, la jefa de la Comisión Europea se limitó a repetir la propaganda de la oposición húngara, especialmente cuando afirmó que Hungría es el único Estado miembro de la UE que sigue buscando soluciones alternativas a la compra de «combustibles fósiles rusos sucios». También afirmó que Hungría tiene el PIB per cápita más bajo entre los países vecinos.

Los datos de la propia oficina de estadística de la UE contradicen lo que afirma Von der Leyen. Según Eurostat, además de Hungría, los siguientes países siguen importando petróleo y derivados rusos: Eslovaquia, República Checa, Polonia, Países Bajos, Letonia, Bulgaria, Lituania y Letonia. Además, Italia, que no compraba energía rusa desde hacía varios años, volvió a hacerlo el pasado verano.

Francia tampoco debería quedar fuera de esta lista. Mientras Macron hablaba de la urgente necesidad de enviar tropas a Ucrania para luchar contra Rusia, su país estaba comprando gas natural ruso por valor de 600 millones de euros en los primeros tres meses de 2024.

No sólo los envíos de petróleo crudo a Hungría han disminuido desde 2022, sino que las importaciones húngaras son casi iguales a las de Eslovaquia y la República Checa. Mientras tanto, las importaciones de la Unión Europea de petróleo y derivados del petróleo rusos siguen siendo significativas.

Por último, Hungría tampoco está en el último lugar en términos de PIB per cápita de la región: Bulgaria, Grecia, Letonia, Eslovaquia y Croacia están detrás de Hungría, mientras que los datos de Rumania son cuestionados en varios foros internacionales.

Orbán denuncia que la Comisión Europea intenta «derrocar» a su Gobierno

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha denunciado que la vicepresidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, intenta «derrocar» al Gobierno húngaro.

Orbán ha dicho en una entrevista radiofónica que tanto Von der Leyen como el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, declaran «abiertamente» que buscan un nuevo Gobierno en Hungría, con críticas que «van más allá del típico discurso político europeo».

Para Orbán, Bruselas no oculta que estaría más cómodo con líderes favorables a la participación de Hungría en la guerra de Ucrania, la apertura de fronteras a inmigrantes o la derogación de las leyes en favor de la familia.

El primer ministro húngaro cree por tanto que la actual cúpula europea se mueve más por «intereses políticos e ideológicos» que por cubrir las necesidades de los europeos y ha insistido en que, en aras de la soberanía nacional, no cederá a la «presión externa» ni renunciará a determinadas políticas, incluida la «neutralidad económica».

El dirigente patriota expuso algunas de sus principales doctrinas el miércoles ante la Eurocámara, donde acudió para presentar las líneas de la Presidencia húngara del Consejo de la UE.

Fuente: La Gaceta

 

El artículo original se puede leer aquí