Fotos: Pepi Muñoz y Juan Carlos Marín

Durante los días 13, 14 y 15 de septiembre, ha tenido lugar la segunda edición de la Universidad de Verano del Humanismo Universalista en Parque Toledo 2024, en la que más de 200 personas han tratado de rescatar el espíritu que movió el surgimiento de las universidades y algunos de los pilares sobre los que se constituyeron. A saber: el cuestionamiento de las raíces de la cultura del momento, el conocimiento en sentido profundo y amplio, el des-prejuicio y la libertad de pensamiento y creencias, y el estudio del ser humano y los procesos desde una mirada más estructural, entre otras.

Han sido tres días de denuncia de la cultura violenta en la que vivimos pero, sobre todo, de propuestas en distintos campos que han ayudado a poner imágenes al futuro al que aspiramos.

Se han generado ámbitos donde encontrarse, exponer e intercambiar, en los que buscar razones y salidas a este momento histórico, en el que la polarización se está instalando, cerrando toda posibilidad de acercamiento. Un tiempo en el que la mayoría de la población no ve futuro, y el temor, la frustración, el resentimiento y el deseo de venganza atraviesan como cuchillos las relaciones personales y sociales… al mismo tiempo, que es posible intuir y experimentar cómo algo nuevo va abriéndose paso.

La superación de la venganza

El lema de esta segunda edición de la Universidad de Verano de Parque Toledo –Encuentro, diálogo y reconciliación. La rebelión de la noviolencia– habla de la temática central que de manera transversal ha estado en la copresencia o directamente en el centro de cada actividad desarrollada.

Se ha partido de que la venganza, como modo de relación, está en la base de la cultura occidental, expandida e impuesta en todo el planeta. Por ello, la importancia de cuestionarla, si nos planteamos salir del círculo cerrado de dolor y sufrimiento, de violencia generalizada, en el que estamos inmersos y si apostamos por un futuro en paz y noviolento.

En tal sentido, reconocer la necesidad de superar el resentimiento y la venganza es un primer paso para caminar hacia una reconciliación profunda que ayude a un desarrollo espiritual y que sirva de base para un nuevo paisaje interno personal y social, sabiendo que no habrá cambio sociocultural si quienes lo ponen en marcha no se transforman a sí mismos.

Diversidad de actividades

Las actividades que han tenido lugar han sido muy diversas, como lo son las manifestaciones del ser humano.

En algunos talleres, se ha expuesto el trabajo directo y experiencial con la reconciliación personal y los beneficios de la misma para quien quiere desenmarañarse de las ataduras y el sufrimiento que el resentimiento y el deseo de venganza producen internamente. Del mismo modo que hemos visto también cómo es muy habitual que esas personas, una vez se han podido reconciliar, se ocupan de trabajar con otras en la misma dirección: en cárceles con victimarios en instituciones al más alto nivel, pasando por llevar su experiencia a la educación o desarrollarlo desde la psicología evolutiva, entre otras acciones.

La importancia vital de la reconciliación también ha sido tratada por especialistas en el taller “Acompañamiento en el final de la vida”, del mismo modo que se ha puesto en relieve la importancia de buscar lo que nos une.

Dentro de estas jornadas, han tenido un lugar fundamental la denuncia de las guerras y la necesidad de educar y concienciar en una cultura de paz.

Tampoco podían dejar de estar presentes propuestas para una economía transformadora: desde la defensa de la renta básica o una renta de autonomía generada desde la base social, hasta la economía mixta de José Luis Montero de Burgos o la permacultura.

Y cómo no se iba a hablar de feminismos, denunciando y planteando propuestas concretas, entre las que ha destacado la necesidad de desarrollar el principio femenino en todas las personas.

Del mismo modo que en la primera edición, también han tenido lugar talleres relacionados con la salud y de contacto con el cuerpo y la búsqueda del equilibrio psicofísico, buscando encontrar y reconocer las mejores cualidades de cada participante para ponerlos al servicio de su desarrollo personal y social.

No podían faltar tampoco actividades relacionadas con el arte, en las que se ha profundizado en la experiencia de pasar “del yo al nosotros” o el avance del cine noviolento, del mismo modo que no podía faltar la experiencia de hacer música colectiva o de bailarla.

Como es habitual desde el Humanismo Universalista o Nuevo Humanismo, también en estos días se ha tratado de rescatar momentos en que el ser humano se rebeló frente a lo natural, transformándose y transformando al mismo tiempo el mundo que le rodeaba. Y qué mejor que hacerlo a través del contacto con el barro, tratando de reproducir la experiencia de aquel ser humano que dominó el fuego, convirtió el barro en vasijas y con ello pudo contar con plus de energía que le permitió ir elevando su nivel de conciencia.

Y desde este emplazamiento, también este año se han desarrollado conversatorios, en los que se han analizado los grandes avances científicos y cómo estos pueden ayudar al proceso humano si se ponen al servicio de la vida.

Sintetizando…

Sin duda, si algo ha caracterizado a esta edición de la Universidad de Verano del Humanismo Universalista ha sido el espíritu de rebelión frente a lo establecido, la rebelión de la noviolencia, desde la cual, hemos visto encarnarse el principio moral universal que dice “Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas”.

Y nada mejor para terminar que compartir las palabras de cierre: “… una aspiración nos ha juntado aquí, una aspiración que hemos podido escuchar y registrar, que habita en cada una de nosotras… y es el anhelo de otro mundo, de un futuro en paz y noviolento, un futuro lleno de deconstrucciones y sobre todo de una construcción que estamos ya levantando y que pasará inevitablemente por la reconciliación profunda con nosotras mismas, con otras personas… y también por la reconciliación entre los pueblos.

Nos hemos juntado personas de diferentes países y continentes, de distintas procedencias, pero con una aspiración común: un futuro brillante y sin límites.

Amigas, amigos, amigues… ya estamos construyendo, creando ese futuro. En estos días lo hemos estado haciendo. Felicitémonos por ello y pongámoslo en valor, sigamos juntando fuerzas y manos, cuerpos y almas… y tejiendo un futuro diverso, inclusivo y solidario, un mundo luminoso… el que nos merecemos”.

 

La Universidad en imágenes

Viernes 13

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Sábado 14

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Domingo 15

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