El Ateneo de Madrid fue el escenario el pasado martes de un acto significativo en favor del desarme nuclear, en el que se presentó oficialmente la Alianza por el Desarme Nuclear, una coalición integrada por 45 organizaciones de la sociedad civil. Esta Alianza ha sido creada con el objetivo de impulsar que el Gobierno de España se adhiera al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), un acuerdo internacional crucial en la lucha contra el armamento nuclear y su amenaza en el contexto actual.

La Alianza tiene su origen en la campaña “10 Razones por las que firmar el TPAN”, lanzada en septiembre de 2021 por diversas organizaciones pacifistas, como la Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ), el Centre Delàs d’Estudis per la Pau y la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF España). Esta iniciativa fue concebida como respuesta a la creciente preocupación por el aumento del riesgo nuclear y la necesidad de que España se comprometa a nivel global con la abolición de este tipo de armamento.

Durante el evento, que llevó por título “Educación para la paz y por el desarme nuclear”, varios representantes de la Alianza abordaron los desafíos actuales en torno al uso y proliferación de armas nucleares. En particular, el conflicto bélico en Ucrania y la creciente militarización global fueron señalados como factores que elevan significativamente el riesgo de una catástrofe nuclear, la mayor desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Los ponentes destacaron la importancia de apoyar el TPAN como una herramienta jurídica y ética fundamental para avanzar hacia el desarme nuclear y proteger a las generaciones futuras.

El evento contó con la participación de personalidades destacadas, como Federico Mayor Zaragoza, quien expresó su preocupación por la falta de avances concretos en la reducción del riesgo nuclear tras la reciente reunión del G7 en Hiroshima. Al criticar lo que describió como la «hipocresía» de los líderes mundiales, Mayor Zaragoza subrayó que la humanidad se encuentra ante una encrucijada irreversible. En su discurso, enfatizó la necesidad de “diseñar el mañana” a través del diálogo y la cooperación, parafraseando el adagio latino «si vis pacem, para bellum» («si quieres la paz, prepárate para la guerra»), que transformó en «si vis pacem, para verbum» («si quieres la paz, prepárate con la palabra»).

Por su parte, Carlos Umaña, copresidente de la organización Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) y miembro de la Junta Directiva de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), galardonada con el Premio Nobel de la Paz, subrayó que el 89% de la población española apoya la adhesión al TPAN, según una encuesta de 2021. Asimismo, Umaña advirtió que la amenaza de una guerra nuclear es hoy más alta que nunca, y recordó que el presidente Pedro Sánchez prometió en 2018 que España firmaría el TPAN, un compromiso que aún no ha sido cumplido.

Tica Font, investigadora del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, destacó el valor del TPAN como un instrumento jurídico que ha logrado «ilegalizar el horror» que representan las armas nucleares. Según Font, este tratado no solo permite estigmatizar este tipo de armamento, sino que también deja claro que los Estados que no lo firman deben asumir las consecuencias morales de su decisión. Frente a quienes consideran irrealista la abolición nuclear, Font defendió que hoy ser realista implica trabajar por la eliminación total de las armas nucleares, en lugar de su modernización.

En su intervención, Maribel Hernández, coordinadora de la Alianza por el Desarme Nuclear, instó al Gobierno español a aprovechar la Presidencia española del Consejo de la UE en el segundo semestre de 2023 como una oportunidad para liderar un movimiento ejemplar en favor del desarme nuclear en Europa. Hernández alertó sobre el riesgo de normalizar la existencia de armas nucleares y de perpetuar un modelo de seguridad basado en el miedo, el poder militarizado y patriarcal. “Las armas nucleares son ineficaces para la seguridad”, concluyó, argumentando que representan un obstáculo para construir sociedades más pacíficas y cuidadosas.

El acto también contó con la participación de otros representantes de las 45 organizaciones que forman parte de la Alianza, como Carmen Magallón (WILPF), Albert Caramés (Fundipau), Ana Barrero (AIPAZ), Enrique Quintanilla (Ecologistas en Acción), Javi Raboso (Greenpeace), y Juana Pérez Montero (Pressenza), entre otros. Cada uno presentó el trabajo de su organización en la lucha por el desarme y reafirmó el compromiso colectivo de esta red para avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares.

La Alianza por el Desarme Nuclear, en su presentación en Madrid, lanzó un claro mensaje: el desarme nuclear no es solo una cuestión de seguridad global, sino también de justicia moral y de protección del planeta. En un contexto internacional cada vez más inestable, la adhesión de España al TPAN sería un paso significativo hacia un mundo más seguro y justo.